Con este blog se pretende tener un contacto sincero con Dios y los hermanos.Daros puntos de reflexión, oración e información.Un vehículo humilde de extensión de nuestra fe, a la vez que un modo de conocernos mejor y acercar nuestra parroquia a vuestros hogares, a vuestra vida. Este blog parroquial está abierto a todos vosotros/as, con el único fin de crecer en el seguimiento de Jesús.
miércoles, 30 de julio de 2025
PRIORIDADES
Posiblemente, la gracia del ser humano esté en la gran variedad y distintas prioridades que poseen cada uno de ellos. Al nacer un hombre o mujer se rompe el molde y no viene a la vida otro semejante a él o a ella. Por esto, no te mosquees si tu prójimo no da sentido a lo que tu crees que es prioritario. Seguramente, lo que tú crees esencial, él lo ve secundario. ¡Allá cada cual!
Lo alucinante es que los que mamamos a los pechos del mismo Evangelio tengamos, en cuestiones de fe, prioridades ya no distintas, sino contrarias.
La lectura evangélica de este domingo 18 del tiempo Ordinario (ciclo c) está enmarcada en el capítulo doce de Lucas. Todo este capitulo nos está hablando de la prioridad del Reino y de que la vida de una persona tiene sentido, y se hace rica ante Dios, cuando ha sabido establecer una escala de prioridades que responden a las urgencias del Reino. Saber centrar nuestra vida y tener unos objetivos claros y evangélicos que sean expresión de la voluntad del Padre, es lo que nos hace ricos ante Dios.
En el evangelio, (Lucas 12,13-21) Jesús rechaza sabiamente el papel de juez y arbitro en el asunto de herencias: «Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia» Él le contestó: «Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre vosotros?» Es una de las pocas peticiones que no son atendidas por Él. Pero sí aprovecha para lanzar un mensaje, donde invita a evitar ser preso de la codicia: «Mirad: guardaos de toda clase de codicia»
Lucas, para referirse a la codicia, usa el mismo termino que Pablo en sus cartas para referirse a la idolatría: “Dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia y la avaricia, que es una idolatría” (segunda lectura) Y es que la idolatría consiste en poner la confianza y en entregar la vida a alguien o algo que no es Dios.
Contra esta inversión de valores, prioridades y
seguridades, el evangelista narra una parábola destinada a ilustrar que, aunque
se nade en la abundancia, la vida no depende de las riquezas «Aunque uno
ande sobrado, su vida no depende de sus bienes»
El corazón de esta parábola está en el monologo. Se trata de un hombre rico, ensimismado, satisfecho con el resultado de la cosecha, que no sólo confía en sus bienes, sino que está dispuesto a disponer de ellos en exclusividad y en beneficio propio. “Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años; túmbate, come, bebe y date buena vida” La intervención de Dios hace ver lo ilusorio y equivocado de sus planes: “Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?"
La parábola nos habla de una cuestión de prioridades y de sentido de la vida. Hay un rechazo, por parte de Jesús, a la acumulación de bienes en beneficio de uno mismo, porque esta forma de vivir no se ajusta a la voluntad de amor generoso de Dios. «Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios». De nada sirve la acumulación de bienes; y quien piensa que la vida depende del atesorar riquezas en este mundo es un insensato.
Reflexión: Amig@, el riesgo de quien vive disfrutando de sus bienes es olvidar su condición de hijo de Dios y hermano de los otros seres humanos. En la medida que tu corazón está puesto en lo material, en la misma medida te esclaviza, te cierra a Dios, te hace que te olvides de tu condición de hermano y que rompas tu solidaridad con el otro. Dios no puede reinar, principalmente porque no le damos sitio, en el hombre o mujer que es dominado por los bienes materiales, de los que emergen el poder y la seguridad.
Me gusta la presentación que hace de Jesús el evangelista Lucas. Si te das cuenta, no es un moralista al uso, deseoso de saber cómo adquirimos los bienes y cómo los usamos, sino que condena directamente la vida del que se obsesiona por almacenar cosechas en graneros cada vez más grandes. En el evangelio de Lucas, el tema de las riquezas (de las riquezas acumuladas) quema, porque aparece casi siempre en contraposición al Reino y como algo idolátrico.
Piénsalo detenidamente y encontrarás una gran insensatez y necedad el consagrar todas tus energías, imaginación, tiempo y esfuerzos en adquirir y conservar riquezas para tú uso exclusivo. Por ello, no seas necio, lo “que has acumulado, ¿de quién será?"
Un grado más que el de la insensatez, es la locura mental de aquellos que rompen el orden mundial con aranceles injustos, fruto de su codicia, que empobrecen al pobre. Igualmente, se supera el grado de la necedad y el de la maldad en aquellos que arrasan una tierra y a cuantos en ella habitan, impidiendo que tengan acceso a la ayuda necesaria para subsistir y debilitando al ser humano hasta morir de hambre… En fin, mira a ver cuáles son tus prioridades. Y después cotéjalas con el Evangelio… Lo demás está demás.
lunes, 28 de julio de 2025
FINAL DEL CAMPAMENTO ALVEUS
Foto: Monitores Grupo Scouts Alveus
El pasado domingo, día 27, con la celebración
de la Eucaristía y la comida de las familias, finalizó el campamento del grupo Scouts
Alveus, que se celebró en el paraje de “Aguabuena” en el término municipal de Poveda
de la Sierra.
Han sido diez días en que los niñ@s han participado con alegría, junto con sus monitores, compartiendo con la naturaleza y creciendo en valores.
Esperamos que esta experiencia vivida haya enriquecido
a todos los que han formado parte de este campamento 2025 y agradecemos a los
monitores y a las familias su disponibilidad y confianza.
Con el campamento, el grupo Scouts Alveus, cierra las actividades programadas para este curso pastoral. Volverán con más fuerza el próximo mes de octubre.
viernes, 25 de julio de 2025
CUESTIÓN DE NECESIDAD
Domingo XVII Tiempo Ordinario
La oración es para el cristiano lo que el aceite para el motor del coche. En nuestro vehículo notamos el nivel de aceite bajo, no sólo porque se enciente un chivato o testigo en el salpicadero, sino también por sus síntomas: un alto nivel de dificultad para arrancar el coche, sonidos de motor más fuertes o ruidosos de lo normal, una pérdida de potencia, un aumento en el consumo de combustible, un humo persistente... Si en estos casos no comprendes la necesidad de poner aceite al coche, entonces el motor se te gripará por la fricción excesiva entre piezas debido a la falta de lubricación y no te quedará otra que inmovilizar el vehículo.
Como en la vida espiritual, cuanto más ruidoso somos y menos potencia poseemos, más necesidad tenemos de la oración. Puede que, en el salpicadero, instalado en tu interior, aparezca, en alguna ocasión, el chivato o el testigo de color rojo que te informa de un nivel escaso de “estar a solas con aquel que sabes que te ama”. Y, la consecuencia será la misma que un motor gripado: la inmovilización en tu seguimiento de Jesús.
La lectura evangélica
de este domingo 17 del tiempo Ordinario (ciclo c) es una
catequesis sobre la oración cristiana. Tanto el discípulo como la comunidad
necesitan orar. El evangelista recoge, en este pasaje, el talante, el estilo,
la forma y el espíritu que debe impregnar la oración del cristiano.
Puede que los discípulos quedaran alucinados porque Jesús enseña, no una oración para repetir de memoria, ni una oración exclusiva para el templo (para un judío lugar de la presencia de Dios por excelencia) sino una oración de confianza que resume las convicciones y deseos que deben estar presentes en nuestra relación con Dios.
Jesús oraba con frecuencia. De hecho, la escena que nos presenta el evangelio de este domingo, (Lucas11, 1-13) es una de estas ocasiones. “Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar…” Los discípulos, que no han participado en la oración de Jesús, sienten la necesidad de tener unas formas de orar parecidas a los discípulos del Bautista: «Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos». Es, entonces, cuando Jesús les ofrece una oración nada ritualizada, llena de confianza y de compromiso: «Cuando oréis decid: Padre…»
La oración del Padrenuestro que Jesús recita a sus discípulos, introduce un cambio profundo en las relaciones de los seres humanos con Dios. Ya no nos dirigimos a un Dios lejano al que hay que orar para aplacar su venganza, sino a un Dios Amor al que nos acercamos con confianza. El temor es sustituido por el amor, hasta el punto que orar, como Jesús enseñó, es más que una oración ritual, ya que es expresión de un estilo de vida identificada con el proyecto de Dios y enamorada de ese proyecto.
Esta confianza, que nos ofrece la oración propuesta por Jesús, se manifiesta en los versículos siguientes, donde se contiene una parábola en la que Dios es comparado a un “amigo” al que hay que acudir con insistencia y al que hay que pedir, buscar y llamar con la seguridad de que “se recibe lo que se pide”, “se encuentra lo que se busca” y “se abren las puertas cuando se llama”
A continuación, Jesús pone una serie de ejemplos, extraídos de la vida cotidiana, para remarcar que la bondad y el amor de Dios es el fundamento de la oración. Finaliza el texto con una frase lapidaria: «Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden!». Para Lucas, el don por excelencia es el Espíritu Santo
Reflexión: Hemos recitado tantas veces el Padrenuestro y, con frecuencia, de manera tan mecánica y superficial, que hemos terminado por no darnos cuenta de la hondura y la novedad de esta oración. Quizás, necesitamos aprender de nuevo el Padrenuestro y volverlo a llenar de contenido para que esas palabras, que pronunciamos en tantos momentos y tan rutinariamente, renazcan con vida nueva en nosotros, crezcan y den sentido a nuestra vida de discípulos.
Te
invito, desde este relato, a una relación nueva con lo divino, con el Absoluto,
que esté presidida por la necesidad de la oración; de tal forma que sea la
práctica central y la característica especial de tu religiosidad. Orar es
reconocer humildemente nuestras limitaciones y nuestras fragilidades, pero orar
también es el anhelo de quererlas superar con la fuerza del Espíritu.
Amig@, contempla la oración como necesidad. Siente que Dios no es un dios mágico y caprichoso, alejado de tu vida, sino un Padre/Madre que se manifiesta como amor, salvador y liberador. Hoy por hoy, ante tantos aceites fraudulentos para el motor de tu vida, que hacen más daño que bien, la oración es el genuino. La marca es “Bondad-Repsol”
lunes, 21 de julio de 2025
APÓSTOL SANTIAGO, EL MAYOR
Cada 25 de julio la
Iglesia celebra la fiesta de Santiago Apóstol, o Santiago, el Mayor, denominado
así para diferenciarlo de otro de los apóstoles de Cristo, ‘Santiago, el
Menor’. También es conocido como el “Hijo del trueno” apelativo que usó Jesús
con él y con su hermano Juan, en alusión al padre de ambos, Zebedeo.
Nació en Betsaida,
Galilea, hacia el año 5 a.C. Fue uno de los primeros convocados por Jesús,
quien se acercó a él mientras pescaba en el lago de Genesaret junto a Juan, su
hermano (Mc 1, 19).
De acuerdo a los
Evangelios, Santiago fue testigo, con Juan y Pedro, de algunos de los momentos
más intensos de la vida de Jesús, lo que evidencia su cercanía con el Hijo de
Dios. Algunos de esos momentos son, por ejemplo, la Transfiguración en el Monte
Tabor, la pesca milagrosa y la noche en la que Jesús permanece orando en
Getsemaní, en la víspera de su Pasión.
El apóstol Santiago
ocupa un lugar especial en la historia de la Iglesia primitiva, destacando por
su virtud, empuje evangelizador y carácter valeroso. Fue él quien llevó la
Palabra de Dios a tierras completamente alejadas de su Galilea natal.
El mundo hispánico estará siempre asociado, desde sus raíces, a Santiago. Varias son las ciudades de Hispanoamérica tienen su nombre, como Santiago de Chile, Santiago en República Dominicana, o Santiago de Cuba.
sábado, 19 de julio de 2025
miércoles, 16 de julio de 2025
LAS COMPARACIONES
Domingo XVI Tiempo Ordinario
Dicen que las comparaciones son odiosas, pero también, en ciertos casos, son inevitables. Además, cuando lo que se compara es lo que dejas de hacer tú y lo tengo que hacer yo, entonces, la comparación, se vuelve queja y juicio. Y cuando, entre dos personas, lo que chocan son deberes de unos contra derechos de otros, lo que se suele buscar es un tercero para que medie y dé o quite la razón a uno de ellos.
Sin que sirva de queja, ni de juicio, “aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid”, ya podría el Ayuntamiento de Guadalajara pintar lo que asfaltó hace meses en la Avenida Pedro Sanz Vázquez, más que nada porque, aunque por aquí no pasan autoridades en procesión, sí pasamos personas que pagamos nuestros impuestos. ¡Ah, sin acritud, eh!
En las lecturas que son proclamadas este domingo 16 del tiempo Ordinario (ciclo c) nos encontramos con el valor de la hospitalidad que, para un judío, además de una atención a la persona, era también una manera de alabar a Dios. Desde esta concepción de la hospitalidad comprendemos que la tienda de Abraham, siempre abierta, sea sello distintivo de esta amabilidad y atención al otro. Igualmente, ocurre en la casa de la familia de Betania (Marta y María) donde debía de haber muchos invitados que tenían que ser atendidos como deber del anfitrión.
Muestra del valor judío de la hospitalidad se nos ofrece la primera lectura (Génesis 18,1-10a) donde encontramos a Abraham a la sombra de su tienda en un día caluroso. Se ve sorprendido por la presencia de tres caminantes. Sale a su encuentro y los invita a descansar y tomar bocado. Los trata con normas exageradas de hospitalidad ordenando a Sara que haga pan y a los pastores que maten una res y la guisen. Mientras ellos comen, Abraham permanece en pie como un criado. Los caminantes prometen a Sara que concebirá un hijo. Parece que hay una relación de premio entre la hospitalidad de Abraham y Sara y el don del hijo esperado.
El evangelio (Lucas 10, 38-42) nos
presenta a Jesús entrando en casa de dos hermanas: María que como un buen
discípulo estaba “sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra” y Marta,
también discípula, “se multiplicaba para dar abasto con el servicio”
Ambas, quien le escucha y quien le recibe en su casa, atienden al Maestro. Pero
de Marta, el evangelista puntualiza que los quehaceres del deber de la
hospitalidad le hacen enjuiciar y quejarse: «Señor, ¿no te importa que mi
hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano».
Involucra a Jesús para hacer que su hermana se deje de cuentos y haga lo que
ella hace.
Jesús responde con una advertencia: «Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas...; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán» Coger, escuchar, gozar con la novedad del mensaje de Jesús, ésa es la mejor parte. María quiere empaparse de la buena noticia que trae Jesús, mientras que Marta, como los Doce, siendo discípula de Jesús sigue atada a lo que ella cree, al cumplimiento, a la ley vieja, a las imposiciones de la hospitalidad… a lo de siempre. No ha descubierto la novedad de Jesús. Por ello, Marta es prototipo de las personas atrapada en mil tareas y esclava de una religiosidad cerrada a la novedad de Jesús y carente de alegría.
María es la otra cara de la moneda, puesta a los pies de Jesús, escucha para aprender a vivir la vida desde la nueva perspectiva que el Maestro proclama y comunica. Ha escogido ser discípula y dejarse moldear, vivir a la escucha y creer en la buena noticia liberadora del Señor.
Reflexión: Me niego a traducir este episodio de las amigas de Jesús, en la contraposición de oración y acción, vida contemplativa y vida de compromiso, preocupación por lo espiritual y preocupación por lo material. Y, menos aún, determinar que una está por encima de la otra. No creo que se reproche, en este texto, el servicio de Marta, su entrega y caridad, sino, más bien, su ansiedad, inquietud y nerviosismo de cumplir y estar en posesión de la verdad.
Amig@, para mí, este texto no contrapone ninguna de las dos actitudes que representan Marta y María, sino que aúna ambas. Por ello, te propongo que busques el equilibrio y veas la manera de ser contemplativo en la acción y activo en la contemplación. Necesitamos aprender a conjugar el silencio y el escuchar al Señor, fuente de vida, con la actividad de cada día. Para ello, lo primero es acoger a Jesús en nuestra casa, después sentir la necesidad de sentarnos a sus pies y, por último, anunciarlo con las obras. Sólo así podremos “hospedarnos en su tienda” (Salmo responsorial)
Nada de absurdas comparaciones, ni juicios, ni quejas, ni tú haces menos que yo. Eso sí, no te olvides de pintar la calle asfaltada hace meses.
sábado, 12 de julio de 2025
CHARLA "EL ÁRBOL DE LA GRITUTD". VIERNES 25 JULIO, 11,00 H. CASA NAZARET
El mes de julio, el Jubileo de la Esperanza nos propone trabajar el signo de Mayores. Podéis participar en la charla: “El árbol de la gratitud”, que se realizará el viernes 25 de julio, a las 11.00 horas, en el salón de actos de Casa Nazaret, Guadalajara.
viernes, 11 de julio de 2025
PARECE QUE SIN SORPRESAS
Domingo XV Tiempo Ordinario
En las lecturas que son proclamadas este domingo 15 del tiempo Ordinario (ciclo c) nos encontramos, frente a frente, con un Dios que ni excusa, ni justifica la indiferencia ante el dolor del prójimo. Y esto, no es una novedad del cristianismo del siglo XXI, ya desde los primeros capítulos de la Biblia el pasotismo ante el “otro” es denunciado por Dios cuando señala a Caín que la sangre derramada de su hermano Abel clama desde el suelo. Así que, de sorpresas… nada de nada.
El evangelio (Lucas 10, 25-37) nos presenta la conocida parábola del “Buen samaritano”. Este pasaje, tan claro y directo, es fundamental para captar la nueva experiencia religiosa que nos trae Jesús. Parece que no contiene sorpresas y, sin embargo, es una novedad absoluta, porque nos ofrece la inseparabilidad del amor a Dios y al prójimo, hasta el punto que quien no ama “al otro” de forma práctica no ama a Dios. Y esta afirmación no tiene medias tintas, ni cloroformo. Tal cual, como suena… esto ya se decía en el AT, como bien response el maestro de la ley: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo».
Jesús cambia nuestra
idea sobre «¿Quién es mi prójimo?» Mientras que el jurista le pregunta
por ello, Jesús, por medio de la parábola del Buen Samaritano, le responde: «¿Cuál de estos tres te
parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los bandidos?». Es decir, no es lo
importante saber quién es el prójimo, sino hacerse prójimo. Prójimo soy yo
cuando me acerco al otro y le ofrezco lo que poseo (tiempo, talentos, bienes,
ayuda, escucha)
De este modo la pregunta primera se invierte y se transforma en “¿cómo puedo ser yo el prójimo del necesitado? No podemos olvidar que los expertos en la ley, levitas y sacerdotes, huyeron, actuaron con indiferencia y pasaron de largo. Sus conocimientos no les sirvieron para responder a la necesidad concreta que se les presentaba, su corazón no estaba convertido al Dios de la ternura y, además, pusieron tristemente distancia frente a la realidad.
Igualmente, se nos dice en la parábola, que debemos hacernos prójimos, primeramente, del caído, del herido, del que sufre, del despojado de derechos… «un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó» del que curiosamente, no se nos comenta nada sobre su nacionalidad, ni su nombre, ni a la familia que pertenece, ni su posición social, ni los ingresos que posee, ni su religión, ni a quien vota, ni su opción sexual…El prójimo es cualquiera y el orden de preferencia comienza por el que más sufre.
Jesús, mediante los dos personajes (sacerdote y levita) hace una crítica dura a la religiosidad sin prójimo y sin compasión. Ambos son representantes oficiales de la religión, preocupados por el culto, el templo y el servicio legal a Dios. Pero al ver al herido “dieron un rodeo y pasaron de largo” La religión sin prójimo tergiversa el mandamiento de Dios y es falsa.
Reflexión: La parábola nos descubre que el que tiene el secreto de la vida eterna es, paradójicamente, un samaritano que detuvo su paso, se ocupó del herido, regaló cercanía, ofreció curación con sus propias manos e invirtió dinero de su bolsillo… Fue capaz de dejar todo a un lado ante el herido y sin conocerlo le consideró digno de dedicarle su tiempo… No tiene los conocimientos de los hombres expertos en la ley, pero si tiene un corazón compasivo que sabe expresarse a través de un amor eficaz.
Mientras que la religión judía cerraba la puerta de Dios a los pobres, a los extranjeros, a los heterodoxos… Jesus abre la puerta de la vida eterna a todos. La persona elegida como modelo de lo que hay que hacer para tener vida verdadera es un samaritano, una persona tenida por hereje y proscrito, tanto que el maestro de la ley no se atreve a pronunciar la palabra “samaritano” y contesta. “El que tuvo compasión de él”
Jesús remacha el clavo: «Anda, haz tú lo
mismo» ¿Con quién te identificas? Es una pregunta cruda,
directa y determinante. Ante esta pregunta caen nuestras máscaras, etiquetas o
disfraces.
Ya te decía que perece, y sólo parece, que no hay sorpresas.
sábado, 5 de julio de 2025
UN NUEVO MANDAO
Domingo XIV Tiempo Ordinario
¿Quién de entre nosotros no ha tenido que hacer un recado en un momento determinado de la vida? Hace unos años, no muy lejanos en el tiempo, uno de nuestros mayores te mandaba a un lugar, con una misión concreta, y no dudabas un instante en realizarlo, porque no era una opción el “no”. Además, no hacerlo implicaba una falta de respeto o se entendía como desobediencia. Los recados son muy variados, pero todos requieren ser enviado por otra persona y un desplazamiento para obtener algo o realizar una acción.
Como el “libro de los gustos está en blanco” y “para gustos los colores”, a mí, personalmente, me gusta más la expresión “Hacer un madao”, que tiene el mismo significado, pero una sonoridad distinta. A la postre, lo que importa es que un “mandao” o un recado no deja de ser una misión o tarea, donde uno es enviado por otro a realizar una gestión que implica levantarse del sofá.
La Palabra de Dios, y más concretamente el evangelio de este domingo 14 del tiempo Ordinario (ciclo c) nos presenta a setenta y dos discípulos del Señor, que son enviados por Él a “realizar un mandao”, con unas características concretas. No son enviados a predicarse a sí mismos, ni a anunciar su propio mensaje, sino a proclamar el evangelio de la cercanía del Reino de Dios. Esto me lleva a pensar que la Iglesia está en misión permanente y que, por lo tanto, tu misión y la mía, debe tener el estilo que nos presenta el texto dominical.
El evangelio (Lucas 10,1-9) nos ofrece diversos rasgos de la evangelización. El primero de ellos, es la universalidad, es decir, todos los cristianos estamos llamados a anunciar el Reino, no sólo los Doce. Y para ello, “designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares a donde pensaba ir Él” Empobreceríamos este relato evangélico si pensáramos que son enviados a la misión exclusivamente curas, monjas y misioneros. La elección y el envío tiene un carácter comunitario, es misión de todos. Es necesario que haya hombres y mujeres, laicos o no, que anuncien la Palabra y que trabajen por hacer real y presente el reino en el mundo.
En segundo lugar, destaco que esta misión tiene un carácter de urgencia. “¡Poneos en camino!”. Es decir, tomar conciencia de las necesidades del Reino y poner los medios más adecuados para asumir con responsabilidad la misión a la que somos enviados. “No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino” es una invitación a vivir esa urgencia que no permite detenerse en la complejidad de la cortesía oriental, ni a poner la confianza en las posesiones o poderes.
Por último, se anuncia la dificultad que entraña la misión y que se describe con la imagen de los discípulos “como corderos en medio de lobos”. Pero esta dificultad no se puede combatir ni con la intimidación ni con la fuerza, sino con la “paz” que es el signo bíblico por excelencia de la presencia de Dios y de su Reino de salvación y de liberación. Junto a la paz el discípulo debe misionar compartiendo y sanando: “comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya”
Con estos consejos y con la certeza de la fuerza de Jesús que los acompaña, los discípulos salen a “los pueblos y lugares a proclamar que está cerca de vosotros el reino de Dios"… El regreso de los discípulos es alegre, han comprobado que el Reino empieza a manifestarse en la humanidad.
Reflexión: Las indicaciones que Jesús da a los setenta y dos discípulos siguen siendo hoy una inspiración y una pauta de actuación para nosotros, ya que son alertas de posibles situaciones con las que nos podemos encontrar.
Estas instrucciones tienen un componente grande de libertad, pues el discípulo no está sujeto ni a bolsa, ni a sandalias, ni a alforjas, sino que ha de aprender a vivir “ligero de equipaje” porque su seguridad en la misión no está en tener y acumular. Por ello, una Iglesia que busque el pesebre de los poderosos no podrá ser testigo de la paz, ni estará en condiciones de anunciar que el Reino de Dios está cerca.
Amig@, descubre la belleza que encierra el “mandao” que Jesús te hace. En medio de una sociedad de “lobos” se te invita a vivir de tal manera que toda persona pueda descubrir que la bondad, la ternura, la misericordia, la paz y el servicio existen. No te anuncies a ti mismo, ni a tu persona ni a tu mensaje, sino, más bien, proclama el mensaje de Jesús: “El reino de Dios ha llegado”, el mal no tiene la última palabra, el amor es más fuerte que el miedo.
No olvides quién te envía. Tu fuerza radica en tu pequeñez, tu poder se forja en el Espíritu de Dios que camina contigo. Es el tiempo de ponerse en camino y acoger el “mandao” del Maestro.