martes, 16 de abril de 2024

PUNTO DE REFERENCIA

 

 Domingo Cuarto de Pascua 

En esta reflexión hablamos de modelos de vivir y de actuar. Es decir, puntos de referencia que poseemos en la vida y que hacen de arquetipos que debemos reproducir e imitar.

Lo que me resulta más complicado en los textos de este domingo es la referencia que se nos propone, ya que, hablar hoy de pastores y ovejas crea confusión. Ningún grupo humano quiere identificarse con un rebaño de ovejas, por mucho que lo idealicemos. La razón es que rebaño y falta de libertad y creatividad, en nuestra cultura, van de la mano. Nos rebelamos contra todo lo que significa manipulación y nos subleva que otros nos digan lo que tenemos que pensar, decir y hacer, porque hemos equiparado rebaño a borreguísmo.

Sin embargo, en la biblia rebaño es un símbolo usado, con frecuencia, para designar al pueblo de Dios. Lo peligroso es pensar que bajo la imagen de rebaño/ovejas se esconde el borreguismo, la manipulación, la dependencia y la falta de libertad. Nada de esto aparece en las lecturas de hoy, más bien se recalca la libertad de las ovejas que siguen a uno y huyen de otro, según conozcan o no la voz del pastor.

En este domingo cuarto del tiempo de Pascua (ciclo b), también conocido como domingo del buen pastor, las lecturas nos ofrecen como punto de referencia para nuestra vida la actitud de Jesús que, como pastor, conoce, defiende, da la vida, reúne y acompaña a sus ovejas. El texto evangélico, por lo tanto, nos presenta para nuestra meditación a Jesús (pastor) en relación al Pueblo de Dios (rebaño) en el que todos somos corresponsables, cada uno desde su posición y carisma.

En el evangelio (Juan 10,11-18) se presenta Jesús, ante los fariseos, por dos veces, como el Buen Pastor que “da la vida” y que “conoce” a sus ovejas. Comienza el texto haciendo una oposición entre pastor y asalariado, mientras que el primero da la vida, el otro abandona y huye, sin importarle la suerte del rebaño, a la mínima dificultad.

Creo, que en este evangelio, es importante que identifiques cada una de las imágenes utilizadas: pastor, asalariado, ovejas, lobo, otras ovejas… Es importante que disciernas a qué se refieren y, así, puedas hacer una posible comparación que te ayude en tu vida. Ahora bien, (aviso a navegantes) si te identificas como “buen pastor” dar la vida es la clave; si te identificas con la oveja la clave será dejarse conducir por el pastor, porque sabes que él desea tu bien porque te quiere y conoce.

Para nosotros, creyentes, Jesús es ese pastor que de forma valiente y firme denuncia como asalariados (falsos pastores) a aquellos a quienes no les importan las ovejas, a aquellos que no tienen espíritu de servicio sino que se aprovechan del rebaño.

Pero no sólo es un simple pastor, sino “Pastor Bueno” que se deja conmover por la situación de su rebaño. “Pastor que conoce” que tiene un trato personal, íntimo y en dialogo amoroso con sus ovejas (creyentes) “Pastor de todos” que sabe que tiene, “además otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tiene que traer, para que escuchen su voz, y haya un solo rebaño, un solo Pastor” (Juan 10,16)

La primera lectura (Hechos 4,8-12) entronca directamente con la actividad evangelizadora de la primera comunidad cristiana. La Buena Noticia se extiende a todos, por ello evitemos cerrarnos en nuestro propio yo interior y optemos por salir en busca de esas “otras ovejas” de las que nos habla el evangelio.

Reflexión: Si por un momento en las lecturas de hoy, has creído que se hablaba de dirigentes y dirigidos creo que estás equivocado. Este evangelio no se refiere a obispos, párrocos y catequistas… Flaco servicio hace a la comunidad y a la extensión del Reino quien se crea superior; pero tampoco le hace ningún bien quien renuncia a su libertad y cree que no sirve para nada. Si malo es sentirse pastor que posee poder omnipotente sobre las ovejas, no es menos malo sentirse oveja que, como un borrego y sin rechistar, sigue al pastor, sea quien sea y diga lo que diga.

La propuesta es un único pastor, Jesús. El único que es capaz de orientar y dar verdadera vida a las personas. Sólo Él puede ser guía desde donde aprendamos a vivir. Él es nuestro punto de referencia que deberemos ir descubriendo día a día, asumiendo las actitudes fundamentales que Él vivió y vivirlas con generosidad desde nuestra propia originalidad, prosiguiendo la tarea de construir el reino de Dios que Él comenzó.

Una semana más las lecturas vienen empujando fuerte. Nos ponen con la mirada en Jesús, nuestro punto de referencia en el ser discípulos. Es nuestro modelo y referencia; los demás somos aproximaciones a Él, pero no somos Él.

domingo, 14 de abril de 2024

HORARIO DE MISAS DE LA PARROQUIA BEATA MARÍA DE JESÚS

 

CELEBRACIÓN DE CONFIRMACIÓN

El Espíritu Santo, como en un nuevo Pentecostés, va a descender sobre Gloria, Ángela, Lucia, Gabriel, Ana y Sara el domingo 21 de abril a las 12,00 hEste Espíritu les dará la fuerza y la alegría necesaria para vivir la fe en Cristo Resucitado.

El Sr. Obispo, Don Julián, como Pastor de nuestra diócesis, presidirá esta celebración. 

Le damos la bienvenida a nuestra parroquia en la que por primera vez celebrará la Eucaristía.

MISAS DE LA PARROQUIA BEATA MARIA DE JESÚS

(MESES DE 1 OCTUBRE AL 30 JUNIO 2024. incluidos)

-  De lunes a viernes: Misa 11,00 h

-  Jueves y viernes: Misa 11,00 h y 19,00

-  Sábado / víspera de fiesta: Misa 19,00 h

-  Domingo: Misa 12,00 h y 19,00 h

- Jueves: Oración comunitaria ante el Santísimo: 18,00 h.

Podéis tener más información pinchando este enlace:

https://parroquiabeataguadalajara.blogspot.com/2022/03/proximas-actividades-parroquiales-y.html

sábado, 13 de abril de 2024

SE ACERCA EL DIA DE RECIBIR AL ESPIRITU SANTO

 
Foto: Ensayo de la celebración de confirmación

Nuestros jóvenes: Sara, Gloria, Ángela, Gabriel, Lucia y Ana, el domingo 21 de abril recibirán el sacramento de la confirmación.  Preparan este encuentro con el Espíritu Santo con los ensayos de la celebración y la recepción del sacramento del perdón.

Después de recibir a Jesús en el sacramento de la Eucaristía, estos jóvenes de nuestra comunidad, han recibido formación catequética a lo largo de tres años con el fin de conocer más en profundidad la acción de la Espíritu en la Iglesia y en sus vidas.

Ahora, con el sacramento de la confirmación, la Iglesia, por medio de Don Julián, obispo y pastor de nuestra diócesis, son enviados como testigos para realizar la misma misión que los apóstoles: “Id por todo el mundo y anunciar el evangelio”

El Espíritu Santo, el Espíritu de Jesús Resucitado, como en un nuevo Pentecostés, va a descender sobre ellos, les dará su fuerza y la alegría necesaria para vivir la fe en Cristo de una manera más comprometida con nuestra Iglesia y con el mundo.

Tengamos presente en nuestra oración a Sara, Gloria, Ángela, Gabriel, Lucia y Ana. Pongámoslos en manos del Espíritu y demos gracias a Dios por la respuesta generosa que ellos han dado a Jesús. Dios sigue estando grande con nosotros y por ello, estamos alegres. Que nuestra alegría sea contagiosa y colme de esperanza.

Que toda la comunidad parroquial sienta, arrope y anime en la fe a estos jóvenes porque la celebración de las confirmaciones es una fiesta de todos. 

jueves, 11 de abril de 2024

TESTIGO, NO CHIVATO-SOPLÓN

 

 Domingo Tercero de Pascua 

Sin entrar en cuestiones técnicas, un testigo es aquella persona que es capaz de dar fe de un acontecimiento por tener conocimiento directo del mismo. Por lo tanto, testigo es la persona que declara sobre hechos que conoce y que son considerados relevantes. Dicha declaración recibe el nombre de testimonio. Y de este testimonio, se deriva la resolución del asunto que es objeto de controversia. Con todo lo que te he expresado, creo que se puede afirmar que un testigo, que realiza un testimonio veraz, es muy importante para obtener un veredicto correcto.

Cuando hablo de “testigo” no estoy refiriéndome a un “chivato soplón” que tiene cierta información de oídas, sin haber presenciado un suceso, con escasa o nula credibilidad y cuya identidad se oculta, a modo de espía, bajo varios disfraces.

En este domingo tercero del tiempo de Pascua (ciclo b), las lecturas son una invitación a proclamar, anunciar y dar testimonio de nuestra fe en el Resucitado. No podemos conformarnos con ser “chivato-soplón” que hemos escuchado en otros la resurrección de Jesús, sino testigos que hemos experimentado en nosotros mismos que el Maestro está vivo, está en medio de nosotros y nos señala como testigos.

Así que amig@, hoy tienes una citación encima de la mesa, como antes que tú la tuvieron los apóstoles. Se te obliga, desde tu fe, a comparecer ante el mundo y dar testimonio.

La primera lectura (Hechos de los Apóstoles 3,13-15.17-19) sitúa la escena tras la curación de un paralitico por Pedro y Juan. Este hecho da pie, al apóstol Pedro, a proclamar y anunciar al pueblo la Resurrección de Jesús; es decir, el cumplimiento de la promesa llevada a cabo por Dios. Y cómo, a pesar del rechazo de los hombres que entregan, niegan y matan al autor de la vida, “Dios le ha resucitado” (Hch 3,17) Los apóstoles se autoproclaman testigos de esta acción de Dios y no dudan en dar testimonio. “matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos”

El evangelio (Lucas 24,35-48) nos narra el encuentro de los apóstoles con el Resucitado. Al igual que en el relato de Juan de la semana pasada, el evangelista Lucas, quiere resaltar que Jesús Resucitado es Jesús de Nazaret y que por lo tanto existe una identidad entre Crucificado y Resucitado. La aparición de Jesús a los discípulos, que recoge Lucas en el texto de hoy, también nos habla de la presencia de Jesús en el centro de la asamblea, de la paz y la alegría como frutos del Resucitado, del envío del Espíritu y de la invitación a la misión.

El Señor descubre a los apóstoles el sentido profundo de la Escritura y les envía como “testigos” a dar testimonio de la Muerte y Resurrección de Jesús como Mesías, anunciado por el Antiguo Testamento. E igualmente son enviados a anunciar a todos los pueblos la conversión y el perdón de los pecados. Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras.
Y añadió: «Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día, y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto.»

Los apóstoles comprenden que tras haberse encontrado con Jesús Resucitado y haber tenido la experiencia del amor de Dios que los salva, debían salir a anunciarlo. Esta experiencia de encuentro y misión se convertirá en una máxima para todo discípulo. Por ello, San Pablo a partir del encuentro con Jesucristo “enseguida se puso a predicar que Jesús era el Hijo de Dios” (Hch 9,20)

Ante la misión de anunciar, testimoniar y celebrar la fe, los discípulos no actuarán como “chivatos soplones”, sino que, con la ayuda y la fuerza del Espíritu, sin excusas que los acomode, darán testimonio de lo vivido. Pascua y el testimonio son inseparables.

Reflexión: Si te has encontrado con el Resucitado, no tienes excusa para que anuncies con tus palabras y testimonies con tus obras aquello de lo que eres testigo.

Puede que tengas la tentación de pensar que tienes mil imperfecciones, que no tienes preparación, que otros están más capacitados y cualificados, que necesitas más, charlas, cursos y largas instrucciones… en este caso te diría, como el Papa Francisco: “que no puedes retrasar tu compromiso, pues si tienes experiencia de Dios que te salva, si te has encontrado con el amor de Dios en Cristo Jesús, debes salir a anunciarlo inmediatamente”  “Todos somos llamados a ofrecer a los demás el testimonio explícito del amor salvífico del Señor… Tu corazón sabe que no es lo mismo la vida sin Él; entonces eso que has descubierto, eso que te ayuda a vivir y que te da una esperanza, eso es lo que necesitas comunicar a los otros” (Exhortación La alegría del Evangelio" nº121)

domingo, 7 de abril de 2024

PRESENTACÍON A LA COMUNIDAD DE LOS JOVENES QUE SERÁN CONFIRMADOS.

 

El pasado domingo día siete, los jóvenes que recibirán el sacramento de la confirmación el  21 de abril 2024, fueron presentados a la comunidad parroquial en la celebración de la Eucaristía de 12,00 h.

Susana, como miembro del grupo de catequistas, presentó a Gabriel, Lucia, Ana, Ángela, Sara y Gloria, a la comunidad parroquial de la Beata María de Jesús. Ell@s, recibirán el sacramento de la confirmación de manos del Señor Obispo, Don Julián.

Sara, una de las jóvenes que serán confirmadas, en nombre de todo su grupo y desde el gran deseo de comprometerse, comunicó a la parroquia, presente en esta celebración, la ilusión de recibir el Espíritu Santo para que su vida se fortalezca y como compañero en su camino de testimonio.

El párroco, Santy, invitó a toda la comunidad a que junto con los futuros confirmandos, a una sola voz y llenos de esperanza y alegría, se reafirmara  la fe que el día de nuestro bautismo fue proclamada, en nuestro nombre, por nuestros padres y padrinos.

Deseamos a estos seis jóvenes de nuestra comunidad, que vivan la cercanía de su confirmación con alegría y esperanza. 

Pedimos a todos los que formamos la parroquia que ellos estén muy presentes en nuestra oración.

martes, 2 de abril de 2024

ERROR… INSTALARSE EN LO VIEJO

 

Segundo Domingo de Pascua 

Con toda la intencionalidad del mundo, y no por mera casualidad, llega a mi whatsapp una fotografía de una camiseta de un club de futbol, concretamente del Atlético Aviación. La camiseta es antigua, se encuentra bien cuidada, limpia y plegada, se presenta en una vitrina para ser expuesta como reliquia del pasado y para ser mirada y no usada, ya que, aquel Atlético Aviación, es el actual Atlético de Madrid. Cometería un error fatal quien viviera instalado en las glorias del pasado, aferrado a lo viejo, perdiéndose las oportunidades que se abren en lo nuevo. Vivir en la añoranza de lo de antes, de lo viejo, es vivir mirando una vitrina de un museo. Lo nuevo es apertura a experiencias vitales que te sacan de oscuridades y te ofrece nuevos campos de acción.

Con la fe nos ocurre lo mismo que con la camiseta del Atlético Aviación. Puedes cometer el error de conservarla en una vitrina por miedo a que se manche o puedes enfundártela sin complejos. Necesitamos reconocer al Señor que se hace presente y así, hacer de nuestra vida, lugar de testimonio.

Estamos celebrando el segundo domingo del tiempo de Pascua (ciclo b), las lecturas son una invitación a no vivir en la oscuridad, con las puertas cerradas y llenos de miedos. Es decir, a no aferrarnos a lo viejo, a lo de antes, y experimentar la nueva vida que nos ofrece el Resucitado. El seguimiento de Jesús, en este tiempo de Pascua, es una apuesta, no por mirar vitrinas de un museo que no dan vida, sino por sacar a la luz y testimoniar, con alegría y paz, que Jesús ha resucitado y que con Él una nueva vida se nos abre.

El evangelio (Juan 20,19-31) nos ofrece reconocer cuales son los signos de Jesús Resucitado y cómo y cuándo se hacen presentes. Se inicia el texto con Jesús que vuelve a los suyos (versículos 19-31) y libera de ataduras antiguas, enviándoles a una misión con la fuerza del Espíritu. En el centro del pasaje evangélico encontramos a Tomás (versículos 24-29) que representa a aquellos que no hacen caso al testimonio de la comunidad ni perciben los signos de la nueva vida. Se instalan en reliquias del pasado y para ello exigen tocar y constatar palpablemente «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.» El evangelio de este domingo concluye (versículos 30-31) manifestando que todo lo escrito y realizado por Jesús es para tener vida creyendo.

Los signos o señales de la presencia de Jesús, que puedes encontrar en el texto, a mi modo de ver son tres: La paz/alegría, el Espíritu Santo y el perdón. Y por ello, no hay texto de las apariciones de Jesús resucitado que no contengan estos signos.

Entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros.». Aquel grupo de hombres y mujeres decepcionados, angustiados por el supuesto fracaso del líder, impotentes para ya dar un sentido a nuevos proyectos en su vida… encuentran en Jesús resucitado una fuerza y una paz que los liberará del miedo. Este es el centro de la experiencia pascual: el encuentro con aquel que es capaz de liberarnos del desencanto y generar la alegría. “Los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor”

El segundo signo que resalto es: “Exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo» Jesús confiere a los discípulos la misión de dar vida y les capacitará para ello entregándoles el Espíritu. Creer hoy en la resurrección nos llevará al compromiso de luchar por una vida más humana, plena y feliz.

Por último, el perdón es la oferta del Señor. Jesús no hace ninguna alusión ni realiza ningún reproche al abandono, traición o negación de sus discípulos en la pasión. No existe ningún gesto de exigencia por parte del Maestro para reparar lo acontecido días atrás, sino que les ofrece gratuitamente el perdón, no sólo perdón como liquidación de conflictos pasados, sino como fuerza que despierta esperanzas y energías nuevas en quien perdona y en quien es perdonado. El perdón de Jesús es la virtud de la persona nueva, de la persona resucitada.

Reflexión: Si el encuentro con Jesús resucitado fue para los primeros creyentes una experiencia que reanimó su vida y su fe, hoy, para ti y para mí, este encuentro debe también transformarnos, reanimarnos, llenarnos de alegría y paz, liberándonos de miedos y cobardías y abriéndonos a horizontes nuevos para impulsar la Buena Noticia.

La misión que en el tiempo pascual tenemos es apasionante porque se nos invita a ser creyentes «Dichosos los que crean sin haber visto.», a ser testigos del perdón reconciliando las divisiones que pueden existir en el “mini mundo” que nos rodea y a compartir la vida allá donde sólo existe oscuridad y muerte.

Amig@ si después de contemplar este pasaje del evangelio de Juan sigues prefiriendo mirar vitrinas de museos donde hay camisetas que ya no se usan, creo que deberías revisar tu fe en un Dios vivo.

MATERIAL LITÚRGICO PARA LA CELEBRACION DE LA EUCARISTÍA DEL DOMINGO

 


domingo, 31 de marzo de 2024

ÉL VIVE ENTRE NOSOTROS

 

La Vigilia Pascual, celebrada en la tarde-noche del sábado santo, en la Parroquia de la Beata María de Jesús, fue vivida en un clima de plegaria y meditación gozosa. 

La bendición del fuego y el Cirio Pascual, la escucha de la Palabra que reavivó y recordó las maravillas que Dios ha obrado en la historia para salvar a su pueblo, el rito bautismal con la renovación de las promesas del bautismo y la liturgia eucarística, en la que nos nutrimos del Cordero Pascual… nos introdujo en la resurrección del Maestro.

En esa noche, en todo el mundo cristiano, se ha encendido el Cirio Pascual y se ha elevado a Dios el canto gozoso del Gloria y se ha vuelto a proclamar el Aleluya.

Terminada la Eucaristía, en los salones parroquiales, se realizó un momento de convivencia y encuentro. Quienes desearon pudieron compartir un chocolate con churros, así como conversaciones y saludos.

En el Domingo de Resurrección, hemos celebrado y contemplado que Jesús vive. Hemos recordado y hecho vida que nosotros nos hemos incorporado también a esa vida nueva de Cristo Resucitado.

La fiesta del misterio de fe de la Pascua ha sido celebrada en nuestra comunidad como canto de gozo por la Vida que Jesús nos ofrece.

Agradecemos, desde este blog, a todas las personas que habéis aportado vuestro granito de arena para vivir estos días con un corazón grande. Gracias a quienes habéis participado en la liturgia, en la música, en la limpieza de los templos… desde lo más diversos carismas. Gracias por celebrar en comunidad en un ambiente de silencio y meditación, de alegría y paz. Que Jesús resucitado os colme de todos sus dones, os bendiga y os muestre su rostro.

Felices Pascuas de Resurrección a todos, a vuestros hogares y amistades, al barrio y de forma especial a los que por cualquier circunstancia viven momentos y tiempos de dolor.

sábado, 30 de marzo de 2024

EN MODO TESTIGO

 

Domingo de Resurrección 

Un grito surge en la Iglesia y en los templos de nuestros corazones: “¡Aleluya, Cristo ha resucitado!” ¡Jesús vive, no es un Dios muerto, ha resucitado! Nuestra fe no es vana ni inútil, creemos en el Señor, que nos ofrece, con su resurrección, una VIDA NUEVA, creemos en Él como LUZ que nos ilumina, PUERTA que se nos abre a la esperanza, CAMINO en la mañana de Pascua y VERDAD que nos propone el reto de sentir la belleza de una ALEGRÍA renovada en nuestra vida.

La búsqueda del Resucitado (como María Magdalena, Pedro y Juan) nos urge a ponernos en camino hacia el sepulcro, lo encontraremos vacío y nos invitará a ir hacia los hermanos para comunicarles que es cierto, que el Señor ha resucitado, que se nos ha presentado y que le podemos reconocer como Camino, Luz y Vida.

La primera lectura de este Domingo Resurrección, (Hechos 10,34ª, 37-43) nos relata cómo la actividad misionera de Pedro se abre al mundo de los gentiles. Lo hace en casa del centurión romano Cornelio. Y allí se nos narra la proclamación del kerigma, es decir, el primer anuncio de la Buena Noticia de Jesús. Tras exponer la vida y misión del Maestro, la muerte en cruz y cómo Dios lo resucitó, el texto relata el envío a la misión, el encargo a los que han sido testigos de todo lo acontecido por Jesucristo para que lo transmitan a todos los pueblos.

Pedro se sabe portador de esta misión, recibida de Jesús, y manifiesta lo que “ha visto y oído”, como testigo que lo ha experimentado y no como mero espectador.

Reflexión: Nosotros, como los primeros apóstoles, también hemos de anunciar la Buena Noticia, es decir, lo esencial de la vida, misión, muerte y Resurrección del Maestro de Nazaret. Nuestras palabras y gestos tienen que estar sustentados por la actitud de “pasar haciendo el bien y curando toda dolencia” Pero no nos olvidemos que, para predicar a Cristo y ser sus testigos, antes hemos de experimentar en nosotros la Resurrección.

El evangelio (Juan 20,1-9) nos presenta a María Magdalena, símbolo de los buscadores de Jesús. Ella es la que se acerca al sepulcro de “madrugada y en la oscuridad”. Lo que ve es la piedra movida y esto le hace ponerse en movimiento, en modo testigo e ir corriendo donde estaban los apóstoles reunidos y escondidos pensando que habían robado el cuerpo del Señor. Su desconcierto la dirige hacia la comunidad.

Ante la noticia de María Magdalena, Pedro y el discípulo amado también se ponen en movimiento, pero esta vez no para esconderse sino en dirección al sepulcro. Allí, nos narra el evangelio, que el discípulo amado, que había estado a los pies de la cruz, es el único que cree. Ante el signo del sepulcro vacío al único que se le atribuye la fe es al discípulo Juan, que es quien “ve y cree”. El amor genera la fe. Él cree porque ama. No es un creyente pasivo o superficial, sino aquel que entiende el misterio de la fe y sus consecuencias para la vida. Ya no podrá ser la vida igual para los que creen en la resurrección, a partir de ahora no buscaran lo cómodo y fácil, sino que vivirán el compromiso de ser testigos de Jesús vivo.

Reflexión: Para abrirnos a la fe de la resurrección, hemos de hacer nuestros propios recorridos, no podemos refugiarnos ni escondernos. Es un camino personal que debemos hacer desde el amor. Nos acompaña la comunidad y nos guía el Señor. Si amas serás capaz de confiar y capaz de fiarte de Aquel que es Resurrección y Vida. La Resurrección de Jesús encamina a los discípulos a comprender la Palabra de Dios. Nosotros tenemos 50 días para ir profundizando en esta Palabra que el Señor de la vida nos ofrece.

El salmo 117 es un salmo de acción de gracias. La Iglesia se alegra ante el sepulcro vacío de Cristo. De esta vaciedad del sepulcro de Jesús, mana nuestra salvación. “Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo”

Reflexión: Estemos alegres porque el Señor resucitado está presente en medio de nosotros. Reconozcamos y descubramos en Jesús al Mesías, el Hijo de Dios. La consecuencia de este descubrimiento y la aceptación del mismo es una nueva vida, una vida verdadera y el don de la alegría. Siéntete “dichoso” si crees, porque Jesús alaba a todos aquellos que creen sin pruebas y te llama bienaventurado porque sin haber visto has creído. Da testimonio con tu vida de la esperanza de Jesús y de todos los dones que nos ofrece la resurrección, especialmente del don del Espíritu Santo.

Goza y vive la alegría autentica del corazón, aquella que surge de la tumba vacía. Una nueva propuesta ilusionante para tu vida nace de la resurrección del Maestro. No tengas miedo, ánimo, adelante... Eres testigo de tu encuentro con Jesús resucitado.