sábado, 12 de julio de 2025

CHARLA "EL ÁRBOL DE LA GRITUTD". VIERNES 25 JULIO, 11,00 H. CASA NAZARET

 

El mes de julio, el Jubileo de la Esperanza nos propone trabajar el signo de Mayores. Podéis participar en la charla: “El árbol de la gratitud”, que se realizará el viernes 25 de julio, a las 11.00 horas, en el salón de actos de Casa Nazaret, Guadalajara.

viernes, 11 de julio de 2025

PARECE QUE SIN SORPRESAS

 

Domingo XV Tiempo Ordinario

 No sé realmente si es bueno o malo, pero no encuentro muchas novedades. Igual habrá que afirmar aquello de “no hay nada nuevo bajo el sol”. Mes de julio por la mañana el encierro de San Fermín y a medio día el “Tour de Francia”. Hay cosas que no cambian y que se repiten constantemente como un “mantra”. Cuando hablo de ausencia de novedades, no me refiero a la clase política, ya que ella, por sí sola, es una caja de sorpresas. Pero en general, en la cotidianidad, parece que todo es inmovilismo, incluso en lo espiritual…. Y digo “parece que sin sorpresas” porque la vida tiene esa apariencia o aspecto. Sin embargo, nada mas lejos de la realidad, hasta los acontecimientos más cotidianos e insignificantes tienen un alto grado de novedad. Eso sí, hay que descubrirlo.

En las lecturas que son proclamadas este domingo 15 del tiempo Ordinario (ciclo c) nos encontramos, frente a frente, con un Dios que ni excusa, ni justifica la indiferencia ante el dolor del prójimo. Y esto, no es una novedad del cristianismo del siglo XXI, ya desde los primeros capítulos de la Biblia el pasotismo ante el “otro” es denunciado por Dios cuando señala a Caín que la sangre derramada de su hermano Abel clama desde el suelo. Así que, de sorpresas… nada de nada.  

El evangelio (Lucas 10, 25-37) nos presenta la conocida parábola del “Buen samaritano”. Este pasaje, tan claro y directo, es fundamental para captar la nueva experiencia religiosa que nos trae Jesús. Parece que no contiene sorpresas y, sin embargo, es una novedad absoluta, porque nos ofrece la inseparabilidad del amor a Dios y al prójimo, hasta el punto que quien no ama “al otro” de forma práctica no ama a Dios. Y esta afirmación no tiene medias tintas, ni cloroformo. Tal cual, como suena… esto ya se decía en el AT, como bien response el maestro de la ley: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo».

Jesús cambia nuestra idea sobre «¿Quién es mi prójimo?» Mientras que el jurista le pregunta por ello, Jesús, por medio de la parábola del Buen Samaritano, le responde: «¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los bandidos?». Es decir, no es lo importante saber quién es el prójimo, sino hacerse prójimo. Prójimo soy yo cuando me acerco al otro y le ofrezco lo que poseo (tiempo, talentos, bienes, ayuda, escucha)

De este modo la pregunta primera se invierte y se transforma en “¿cómo puedo ser yo el prójimo del necesitado? No podemos olvidar que los expertos en la ley, levitas y sacerdotes, huyeron, actuaron con indiferencia y pasaron de largo. Sus conocimientos no les sirvieron para responder a la necesidad concreta que se les presentaba, su corazón no estaba convertido al Dios de la ternura y, además, pusieron tristemente distancia frente a la realidad.

Igualmente, se nos dice en la parábola, que debemos hacernos prójimos, primeramente, del caído, del herido, del que sufre, del despojado de derechos… «un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó» del que curiosamente, no se nos comenta nada sobre su nacionalidad, ni su nombre, ni a la familia que pertenece, ni su posición social, ni los ingresos que posee, ni su religión, ni a quien vota, ni su opción sexual…El prójimo es cualquiera y el orden de preferencia comienza por el que más sufre.

Jesús, mediante los dos personajes (sacerdote y levita) hace una crítica dura a la religiosidad sin prójimo y sin compasión. Ambos son representantes oficiales de la religión, preocupados por el culto, el templo y el servicio legal a Dios. Pero al ver al herido “dieron un rodeo y pasaron de largo” La religión sin prójimo tergiversa el mandamiento de Dios y es falsa.

Reflexión: La parábola nos descubre que el que tiene el secreto de la vida eterna es, paradójicamente, un samaritano que detuvo su paso, se ocupó del herido, regaló cercanía, ofreció curación con sus propias manos e invirtió dinero de su bolsillo… Fue capaz de dejar todo a un lado ante el herido y sin conocerlo le consideró digno de dedicarle su tiempo… No tiene los conocimientos de los hombres expertos en la ley, pero si tiene un corazón compasivo que sabe expresarse a través de un amor eficaz.

Mientras que la religión judía cerraba la puerta de Dios a los pobres, a los extranjeros, a los heterodoxos… Jesus abre la puerta de la vida eterna a todos. La persona elegida como modelo de lo que hay que hacer para tener vida verdadera es un samaritano, una persona tenida por hereje y proscrito, tanto que el maestro de la ley no se atreve a pronunciar la palabra “samaritano” y contesta. “El que tuvo compasión de él”

Jesús remacha el clavo: «Anda, haz tú lo mismo» ¿Con quién te identificas? Es una pregunta cruda, directa y determinante. Ante esta pregunta caen nuestras máscaras, etiquetas o disfraces.

Ya te decía que perece, y sólo parece, que no hay sorpresas.

sábado, 5 de julio de 2025

DOS PROPUESTAS PARA EL CÍRCULO DE SILENCIO DE JULIO... DIAS 8 Y 15

 

UN NUEVO MANDAO

 

Domingo XIV Tiempo Ordinario

¿Quién de entre nosotros no ha tenido que hacer un recado en un momento determinado de la vida? Hace unos años, no muy lejanos en el tiempo, uno de nuestros mayores te mandaba a un lugar, con una misión concreta, y no dudabas un instante en realizarlo, porque no era una opción el “no”. Además, no hacerlo implicaba una falta de respeto o se entendía como desobediencia. Los recados son muy variados, pero todos requieren ser enviado por otra persona y un desplazamiento para obtener algo o realizar una acción.

Como el “libro de los gustos está en blanco” y “para gustos los colores”, a mí, personalmente, me gusta más la expresión “Hacer un madao”, que tiene el mismo significado, pero una sonoridad distinta. A la postre, lo que importa es que un “mandao” o un recado no deja de ser una misión o tarea, donde uno es enviado por otro a realizar una gestión que implica levantarse del sofá.

La Palabra de Dios, y más concretamente el evangelio de este domingo 14 del tiempo Ordinario (ciclo c) nos presenta a setenta y dos discípulos del Señor, que son enviados por Él a “realizar un mandao”, con unas características concretas. No son enviados a predicarse a sí mismos, ni a anunciar su propio mensaje, sino a proclamar el evangelio de la cercanía del Reino de Dios. Esto me lleva a pensar que la Iglesia está en misión permanente y que, por lo tanto, tu misión y la mía, debe tener el estilo que nos presenta el texto dominical.

El evangelio (Lucas 10,1-9) nos ofrece diversos rasgos de la evangelización. El primero de ellos, es la universalidad, es decir, todos los cristianos estamos llamados a anunciar el Reino, no sólo los Doce. Y para ello, “designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares a donde pensaba ir Él” Empobreceríamos este relato evangélico si pensáramos que son enviados a la misión exclusivamente curas, monjas y misioneros. La elección y el envío tiene un carácter comunitario, es misión de todos. Es necesario que haya hombres y mujeres, laicos o no, que anuncien la Palabra y que trabajen por hacer real y presente el reino en el mundo.

En segundo lugar, destaco que esta misión tiene un carácter de urgencia. “¡Poneos en camino!”. Es decir, tomar conciencia de las necesidades del Reino y poner los medios más adecuados para asumir con responsabilidad la misión a la que somos enviados. “No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino” es una invitación a vivir esa urgencia que no permite detenerse en la complejidad de la cortesía oriental, ni a poner la confianza en las posesiones o poderes.

Por último, se anuncia la dificultad que entraña la misión y que se describe con la imagen de los discípulos “como corderos en medio de lobos”. Pero esta dificultad no se puede combatir ni con la intimidación ni con la fuerza, sino con la “paz” que es el signo bíblico por excelencia de la presencia de Dios y de su Reino de salvación y de liberación. Junto a la paz el discípulo debe misionar compartiendo y sanando: “comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya”

Con estos consejos y con la certeza de la fuerza de Jesús que los acompaña, los discípulos salen a “los pueblos y lugares a proclamar que está cerca de vosotros el reino de Dios"… El regreso de los discípulos es alegre, han comprobado que el Reino empieza a manifestarse en la humanidad.

Reflexión: Las indicaciones que Jesús da a los setenta y dos discípulos siguen siendo hoy una inspiración y una pauta de actuación para nosotros, ya que son alertas de posibles situaciones con las que nos podemos encontrar.

Estas instrucciones tienen un componente grande de libertad, pues el discípulo no está sujeto ni a bolsa, ni a sandalias, ni a alforjas, sino que ha de aprender a vivir “ligero de equipaje” porque su seguridad en la misión no está en tener y acumular. Por ello, una Iglesia que busque el pesebre de los poderosos no podrá ser testigo de la paz, ni estará en condiciones de anunciar que el Reino de Dios está cerca.

Amig@, descubre la belleza que encierra el “mandao” que Jesús te hace. En medio de una sociedad de “lobos” se te invita a vivir de tal manera que toda persona pueda descubrir que la bondad, la ternura, la misericordia, la paz y el servicio existen. No te anuncies a ti mismo, ni a tu persona ni a tu mensaje, sino, más bien, proclama el mensaje de Jesús: “El reino de Dios ha llegado”, el mal no tiene la última palabra, el amor es más fuerte que el miedo.

No olvides quién te envía. Tu fuerza radica en tu pequeñez, tu poder se forja en el Espíritu de Dios que camina contigo. Es el tiempo de ponerse en camino y acoger el “mandao” del Maestro.

domingo, 29 de junio de 2025

NUESTRO CORO PRESENTE EN CASASANA CELEBRANDO A NTRA SRA DEL PERPETUO SOCORRO

 

La localidad alcarreña de Casasana celebró, el pasado sábado 28 de junio, la festividad de la Virgen María, bajo la advocación de nuestra Señora del Perpetuo Socorro.

El coro de nuestra parroquia fue invitado a vivir esta festividad de la Virgen María. Con su canto y música ayudaron a la oración y al contacto con Dios que se hace presente y vivo en medio de su pueblo, por medio de su Madre María.

Una vez más, gracias a quienes hacéis posible el encuentro del ser humano con Dios a través de la música.

viernes, 27 de junio de 2025

MOMENTO CLAVE

 

Solemnidad de San Pedro y San Pablo

Si te detienes un minuto a pensar en qué momento tomaste una determinación que ha marcado tu vida, te darás cuenta que ese instante ha sido clave y decisivo para que tu paso por este mundo tomara una dirección concreta. Podemos decir que nuestra vida se compone de momentos fundamentales, esenciales e importantes que marcan, para bien o para mal, nuestra andadura. Es más, en algunas ocasiones, pienso que cada jornada está plagada de momentos clave que son retos y oportunidades para capturar y preservar los recuerdos y emociones del día para revivirlos o compartirlos con otros.

Todo puede ser clave en tu historia, desde el día que te decides por unos estudios concretos a realizar, hasta la decisión de tu estado civil, sin olvidar los diversos acontecimientos que vives en tu entorno, que, aunque no los generes tú directamente forman también parte de ti. ¡Que se lo digan a aquellos que tienen un niet@!

El evangelio de la solemnidad de los apóstoles Pedro y Pablo (ciclo c) nos regala un momento clave de la vida de Jesús. Parece que el Maestro tuvo unos comienzos brillantes y que fueron muchos los que le siguieron. Pero después de ese triunfo inicial tuvo que afrontar el rechazo de los jefes religiosos, la incomprensión de parte del pueblo y el abandono de algunos discípulos. Es decir, cuando el fracaso aparente de su ministerio llamaba a su puerta, realiza una doble pregunta, que no es un juego literario sino una cuestión vital.

En el evangelio (Mateo 16,13-20) encontramos la doble pregunta: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?» «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Jesús necesita saber qué es lo que piensan los de fuera y los de dentro para ver si su camino realizado hasta ahora es el acertado y acerca el Reino de Dios a los hombres y mujeres.

La doble pregunta hace que aparezca con claridad la diferencia entre la opinión de la gente y la de sus discípulos. Pedro, en nombre de estos últimos, reconoce que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios. Dos títulos que resumen la fe de la comunidad de Mateo, ya presentado al inicio de su evangelio Mt 1,1-4.6

El Señor, responde a Pedro con palabras de felicitación y haciéndole un encargo muy especial de cara a la Iglesia: «¡Dichoso tú, Simón, ¡hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará» Jesús declara a Pedro “dichoso”, no por sus méritos, sino porque el Padre le ha revelado el misterio para reconocerle como Mesías e Hijo de Dios. Le confía la misión de ser “roca” firme sobre la que asentará la Iglesia para que no sucumba ante las dificultades.

Con el fin de cumplir esta misión, Jesús le entrega las “llaves del Reino” y le confiere el poder de “atar y desatar”. La entrega de las llaves equivale al nombramiento de mayordomo como aparece en textos del Antiguo Testamento (Isaías 22,19-22) Por otro lado, atar y desatar designaba entre los judíos de la época, la potestad de interpretar la ley de Moisés con autoridad y adaptarla a las nuevas necesidades y situaciones que pudieran surgir.

Reflexión: La pregunta decisiva de Jesús «¿quién decís que soy yo?» sigue interpelándonos a nosotros creyentes y a todos los que se acercan al evangelio. Y, desgraciadamente, no todos tenemos la misma imagen de Jesús. Es cierto que su personalidad es inagotable, pero la mayoría de las veces nuestras diferentes imágenes de Jesús provienen de nuestros propios intereses mezclados con la puñetera ideología que tanto daño está haciendo en el seno de nuestras comunidades e Iglesia.

La imagen que tengas de Jesús va a condicionar la imagen de Dios, de la fe y de tu vida. Estás viviendo un momento clave en el seguimiento del Maestro, si no lo has vivido ya, en el que tienes que responder a esta pregunta que va a dar significación a tu vida de discípulo. Te invito a que entiendas y experimentes tu fe como una experiencia viva de lo que es encontrarte personalmente con el Señor. Quien ignora quién es Jesús está condenado a no descubrirlo jamás.

Es hora de cambiar el “Chip mental” y empezar no a interrogar a Dios, friéndole a preguntas, como si le sometieras a un examen continuo donde te ofrezca explicaciones convincentes y justificaciones de su actuar. El evangelio de hoy te recuerda qué es Él quien te plantea las preguntas. Por eso, para crecer en la fe y en el seguimiento lo importante es saber escuchar lo que Dios te ha revelado interiormente. Haz de esta escucha un momento clave, un don, un regalo. ¡Cuánta necesidad tienes de entrar, un instante, en ti mismo, para hacer de ese pequeño tiempo un momentazo divino de la muerte!

domingo, 22 de junio de 2025

SOLEMNIDAD DE LOS APOSTOLES PEDRO Y PABLO

 

Celebramos el domingo 29 DE JUNIO la solemnidad de los apóstoles Pedro y Pablo. Es una gran solemnidad para la Iglesia y por ello tiene primacía sobre el domingo. Esta es la razón por la que se celebra los apóstoles Pedro y Pablo y no el domingo XIII del Tiempo Ordinario.

Ellos son las dos monumentales figuras de la Iglesia Católica, fundada por Cristo. Gracias al testimonio de estos apóstoles la Iglesia se extendió fuera de las fronteras de Jerusalén y se organizó a lo largo de los siglos. Por eso, con toda justicia, a Pedro y a Pablo se les considera sus “pilares” o “columnas”

Además, dado que ambos apóstoles fueron quienes fundaron la Iglesia de Roma, centro de la cristiandad, esta solemnidad es también conocida como “el día del Papa”

Tal como recordó el Papa Benedicto XVI en el año 2012: “La tradición cristiana siempre ha considerado inseparables a San Pedro y a San Pablo: juntos, en efecto, representan todo el Evangelio de Cristo… Aunque humanamente muy diferentes el uno del otro, y a pesar de que no faltaron conflictos en su relación, han constituido un modo nuevo de ser hermanos, vivido según el Evangelio, un modo auténtico hecho posible por la gracia del Evangelio de Cristo que actuaba en ellos. Sólo el seguimiento de Jesús conduce a la nueva fraternidad”.

Pidamos a estos dos santos apóstoles que intercedan por la fidelidad de todos los miembros de la Iglesia. Y pidamos por la comunidades de San Pedro y San Pablo de nuestra ciudad de Guadalajara.

HOARARIO DE MISAS EN LA BEATA A PARTIR DEL SABADO 28 JUNIO (INCLUIDO)

 

viernes, 20 de junio de 2025

SIGNO DISTINTIVO

 

Domingo del Cuerpo y Sangre

En el mundo de la empresa se denominan signos distintivos a todos aquellos que pueden evocar un significado por sí solos a cualquier persona sin necesidad de hacer una explicación. Existen cientos de ejemplos que seguro que te vienen a la cabeza, logos o frases e incluso una sola palabra que relacionas automáticamente con una empresa o producto conocido. Cualquier empresa que consiga poseer un signo distintivo es porque sin duda ha hecho un increíble trabajo de marketing, pues ha sabido concentrar todo lo que puede ofrecerle a su público en un único signo que le hace ser diferente, único y referencial. Precisamente, es este signo lo que permite diferenciarse de su competencia, hasta el punto que obtiene unas propiedades legales que impiden a otras personas y empresas utilizar sin permiso. 

La llegada del Reino de Dios también tiene un signo distintivo, una marca que le diferencia y le hace ser reconocido. El evangelio de este día en el que celebramos el Cuerpo y la Sangre de Jesús -Corpus Christi- (ciclo c) se nos ofrece el compartir como signo distintivo de la llegada del Reino de Dios a nuestras vidas.

El evangelio de este domingo (Lucas 9,11b-17) conocido como “la multiplicación de panes y peces”, es el único milagro común a los cuatro evangelistas. Entre todos lo narran seis veces. Es un relato lleno de simbolismo eucarístico. Las expresiones “tomó los cinco panes y los dos peces”, “pronunció sobre ellos la bendición”, “los partió” y “los fue entregando”, aparecen en el mismo orden aquí que en los relatos de la institución de la Eucaristía, como bien puedes comprobar en la segunda lectura (Corintios 11, 23-26)

Desde el primer versículo de esta narración queda claramente resaltado, como expresión de lo que es el Reino, el don de Dios y el compartir humano. “Jesús habló a la multitud acerca del Reino de Dios y devolvió la salud a los que tenían necesidad de ser sanados”. Igualmente, la misma manera de acoger a la multitud, por parte de Jesús, nos ofrece el signo distintivo del Reino. Mientras que los Doce dicen: «Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado», el Señor les replica «Dadles vosotros de comer». Una clara alusión a que el compartir es tarea de todos y no se puede escurrir el bulto dejando la pelota en el tejado del vecino.

El Reino de Dios se hace presente en nuestro mundo a través del compartir. Por eso, la Eucaristía, que es la celebración del nuevo Pueblo de Dios, no es autentica y se contradice a sí misma si quienes participamos en ella no somos solidarios. Si los que nos llamamos seguidores de Jesús no compartimos, es que hemos perdido el signo distintivo que nos diferencia.

Amar, ayudar, compartir, conmoverse, compadecerse… son nuestras marcas. Por ello, “quien participa en la Eucaristía ha de empeñarse en construir paz y denunciar las circunstancias que van contra la dignidad del hombre, por el cual Cristo ha derramado su sangre, afirmando así el valor tan alto de cada persona. Si no tomamos conciencia de esto, nuestras eucaristías se aproximan a la incoherencia” (Mensaje en el día de la caridad 2025 «mientras haya personas, hay esperanza»)

Jesús descubre y pone de manifiesto que la lógica y el distintivo del Reino pasa por el dar de comer (material y espiritualmente) a quien hambriento camina con nosotros. Compartir es un gesto que no tiene límites, pues cuando se realiza hay de sobra para todos, porque el amor es siempre abundante. Cuando nos liberamos del egoísmo, de mirarnos al ombligo como centro de nuestra actividad, sobra para cubrir las necesidades de todos. “Comieron todos y se saciaron, y recogieron lo que les había sobrado: doce cestos de trozos”

Reflexión: Corpus Christi es oportunidad y reto para despertar lo mejor de nosotros mismos, dejando a un lado mediocridades y ritualismos y empeñarnos en hacer visible el signo distintivo del nuevo Pueblo de Dios, del nuevo Reino, del seguidor de Jesús.

No construyamos murallas (tampoco ideológicas) que nos separen y defiendan del “otro”. El relato evangélico es aleccionador. Los discípulos, estimando que no hay suficiente para todos, optan por levantar un muro entre ellos y quienes sienten hambre. Pretenden lo fácil y lo cómodo: que se vayan y se compren lo necesario. Por el contrario, Jesús se opone a la actitud de los Doce y ofrece, como distintivo, el compromiso de compartir, del dar, generoso y gratuito.

Amig@, la evangelización, que debe ser una preocupación permanente de cada comunidad parroquial, se debe mostrar con sencillez en nuestro modo de vivir, de pensar y de estar. El servicio a los pobres no puede reducirse a ayudas puntuales, sino a trabajar para lograr que la persona esté en el centro de nuestra acción mediante una opción de vida por ellos. Compartir es tu marca.

domingo, 15 de junio de 2025

MENSAJE DE SUBCOMISIÓN EPISCOPAL PARA LA ACCIÓN CARITATIVA Y SOCIAL «MIENTRAS HAYA PERSONAS, HAY ESPERANZA»

 

La Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social hace público su mensaje para el Día de la Caridad, que la Iglesia celebra el domingo 22 de junio, festividad del Corpus Christi, con el lema, «Mientras haya personas, hay esperanza»

TEXTO COMPLETO DEL MENSAJE EN ESTE ENLACE

https://www.conferenciaepiscopal.es/mensaje-dia-de-la-caridad-2025/


RESUMEN DE IDEAS

En este mensaje se nos invita, especialmente en este año jubilar de la esperanza, a participar en la mesa de la Eucaristía, comulgar con Jesús y ser pan partido y repartido para los hermanos.”

Si miramos en nuestro entorno encontramos un mundo cada vez más frágil y vulnerable. Las causas son múltiples: guerra, dificultades para una vivienda digna, falta de oportunidades laborales iguales para todos, enormes barreras para integrarse los migrantes… todo esto genera angustia y un clima de desesperanza social.

Pero nuestro compromiso por la verdad puede y tiene que dar nueva esperanza a estas realidades. El cristiano que celebra la Eucaristía debe salir al encuentro de estas realidades de nuestro planeta, ya que “Jesús se nos ofrece como el único alimento capaz de traer paz ante tanta violencia y también se ofrece como alimento y ejemplo de nuestro compromiso activo”.

Paralizarnos, vivir bajo la losa del miedo y reprimiendo las esperanzas y anhelos no puede ser una respuesta desde la fe. Al contrario, debemos acercarnos, porque “la esperanza supone un movimiento de búsqueda”. Compartimos el camino del peregrino, que se convierte en camino en búsqueda de esa esperanza que la humanidad necesita recuperar. “Pero no solo para buscar, sino para sanar el sufrimiento de tantas personas que luchan por encontrar una salida a su dolor. Y, por supuesto, para ser portadores de la bondad y la ternura de Dios para todos los que se sienten solos o rodeados de oscuridad y tristeza”

Celebrar el día del Corpus Christi, la gran fiesta de la Caridad, es un signo profético de que la esperanza debe tener la última palabra, porque mientras haya personas que aman, que ayudan, que comparten con generosidad, que se conmueven con el dolor y el sufrimiento de los demás, la esperanza es imposible que se pierda. 

El mensaje nos propone caminos para peregrinar en este tiempo y no quedarnos en buenas intenciones:

1.- Orar por los demás y con los demás. Buscar silencio y contemplar para descubrir la presencia del Resucitado en medio de nosotros

2.- Unir el sacramento del altar (la Eucaristía) con el sacramento del hermano necesitado

3.- Compartir algunos testimonios de fe y algunos compromisos que hayas vivido y experimentado.

4.- Participar en algún grupo o comunidad. Voluntariado, un grupo de reflexión, compartir un hobby o un proyecto solidario. Salir al encuentro de otras personas es siempre enriquecedor.

5.- Promover espacios de reconciliación. “La paz comienza por cada uno de nosotros”

6.- Escuchar sin juzgar. Escuchar con empatía, con todos los sentidos puestos en la otra persona, puede devolver la esperanza y sacar de la invisibilidad y de la tristeza al otro.

Termina el mensaje de este Dia de la Caridad 2025 con unas palabras esperanzadoras: ¡Es la hora del amor! Mientras haya personas dispuestas a ponerse en camino, hay esperanza.  El papa León XIV nos ha dejado un encargo ineludible: “¡Esta es la hora del amor! La caridad de Dios, que nos hace hermanos entre nosotros, es el corazón del Evangelio”