El viernes de 22 de marzo, coincidiendo con
el Viernes de Dolores, los niños de catequesis de nuestra parroquia finalizaron
su formación catequética, en este trimestre, con una celebración entorno a la
cruz que tenía como lema: “La cruz, el
libro de amor más grande”.
Fue preparada por los catequistas junto con
el párroco y muy participada por los niñ@s de todos los grupos, que estuvieron acompañados por sus madres y abuelas. Aunque faltaron algunos niños, los que estaban pudieron llevarse un mensaje esperanzador al contemplar la cruz como un árbol vivo que nos ofrece, a todos los cristianos, la oportunidad de seguir amando a Dios y al prójimo.
Siguiendo la pasión de Jesús se ofrecieron,
en diversos momentos, motivos para la esperanza que estaban representados por
ramas verdes que se iban colocando en la cruz. Estas ramas nos hablaban de la Pasión como ayuda al que sufre, alegrar al que llora, el perdón como regalo de Dios, María es madre nuestra, el Reino es para todos y la muerte de Jesús es salvación
Desde el instante de la sentencia de Pilato
se quiso representar cómo la cruz es manantial de Vida y de Luz. Para ello nos
ayudaron: la figura del cirineo, las mujeres que consuelan a Jesús en el camino
al calvario, el perdón que el Maestro ofrece a quienes le crucifican, la mirada
de Jesús a su madre, la promesa del reino al ladrón y la muerte del Señor.
Concluía la celebración con la esperanza de
la resurrección que estaba representada por una vela. Y estas palabras pusieron
colofón a la celebración: “Amigos no
estemos tristes. La muerte de Jesús en la cruz es nuestra VIDA y el motivo de nuestra esperanza. La cruz no es lugar
de muerte, sino de VIDA. Vivamos con esperanza porque tras la cruz Jesús nos
prometió la resurrección”
Os deseamos a todos los niños y niñas de nuestras catequesis que paséis una semana santa feliz y que donde os encontréis sepáis reconocer en la cruz de Jesús no un lugar de muerte sino de Vida Verdadera.
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