jueves, 2 de mayo de 2024

EL SECRETO MEJOR GUARDADO

 Domingo Sexto de Pascua 

El refresco Coca-Cola ha sido durante décadas una de las bebidas favoritas de millones de personas en todo el mundo. Aunque no sea tan recomendable beberlo debido a su alto contenido en azúcar, de vez en cuando, cuesta resistirse a tomarse un vaso. Es una marca tan preciada que cuenta con un bóveda altamente protegida en la que guardan su tesoro más preciado. La bóveda secreta de Coca-Cola se encuentra dentro de la sede de la compañía, la cual se ubica en Atlanta, Georgia (Estados Unidos). Sólo un grupo selecto tiene permitido ingresar. Lo curioso es que sólo se guarda en esta bóveda unas cuantas hojas de papel, ¿te imaginas que contiene?... exacto, ahora te he visto fino: protege el secreto más valioso de la multinacional: la fórmula de la Coca-Cola. 

En este domingo sexto del tiempo de Pascua (ciclo b) el evangelio nos presenta a Jesús que desvela el secreto y el motivo que ha guiado e impulsado toda su vida: el amor. Es la fórmula y clave nuclear de la comunidad de los discípulos, porque el amor se convierte en misión y en la condición de la fecundidad de la Iglesia.

En el evangelio (Juan 15,9-17) se nos ofrece una nueva imagen que nos manifiesta que los discípulos estamos llamados para la misión en unión con Jesús. Si el domingo pasado se nos hablaba de la vid y los sarmientos, hoy se nos propone la imagen de los amigos que colaboran en el trabajo con Jesús. Ser de la comunidad de Jesús es cuestión de amor. Hemos de mantenernos en su amor manifestado en amistad y elección que precede a nuestro actuar.

Por ello, nuestra relación con el Maestro ha de ser a ejemplo de la relación de Jesús con el Padre. «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor» Es decir, este amor excluye la adhesión propia de siervos y es respuesta al amor recibido.

La amistad es la propuesta, una amistad que llega hasta dar la vida por los amigos. La misión de la comunidad adquiere una dimensión nueva. Los discípulos no son asalariados, contratados para realizar el trabajo de un señor y ejecutar sus órdenes, sino que son como amigos que comparten la alegría en la tarea común, la sienten como propia y se sienten personas libres, unidas por el vínculo de la amistad, trabajando en la misma causa. «Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer»

Las lecturas de este domingo nos desvelan algunas características del secreto mejor guardado del amor de Dios, como son su iniciativa y su universalidad. Si entras dentro de la primera lectura (Hechos Apóstoles 10,25-26.34-35.44-48) descubrirás que el amor de Dios a todos y la acción del Espíritu en todo son los autores principales de la apertura del cristianismo al mundo pagano. Desde este prisma no es de extrañar las palabras de Pedro «Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea.»

Pero si aún dudas sobre la iniciativa primera de Dios en amar, pon atención a la segunda lectura  (1Juan 4,7-10) donde se expresa con claridad que el amor es de Dios, que Él fue quien envió su Hijo al mundo y que el amor NO consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, SINO en que Él nos amó primero.

Reflexión: Amig@, no tienes acceso a la fórmula de la Coca-Cola, pero sí a la fórmula del amor verdadero. Para descubrir lo que es amar, es preciso que descubras la entrega de Jesús. Sólo así puedes entender que Dios es amor y en qué consiste amarnos unos a otros. Por eso, el mandamiento de Jesús tiene dos referencias que se explican recíprocamente: “amos unos a otros como yo os he amado” y “nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos” (Amor/entrega)

El mandamiento del amor no sólo constituye la comunidad de Jesús y le da una identidad, sino que es, a la vez, el fundamento de la misión. Es decir, comunidad y misión ya no son dos cosas separadas o distintas, sino que, donde no existe comunidad de amor mutuo, no puede existir la misión de Jesús. Y donde no existe misión, no puede haber comunidad cristiana. Es más, como Jesús en su actividad manifiesta el amor del Padre entre las personas, así ha de hacerlo la comunidad.

Y éste es el secreto mejor guardado por el Maestro a lo largo de su vida y revelado a nosotros: Dios sólo se hace presente donde existe un amor como el de Jesús. Y sólo donde existe ese amor hay comunidad de fe y verdaderos discípulos. Este amor es fuente de alegría verdadera, que si faltara en nuestra vida nos quedaría un vacío y una ausencia tal, que llenaríamos con otros dioses incapaces de saciar nuestra sed de alegría.

1 comentario:

  1. NOTA: Te recomiendo que amplíes la lectura a todo el capítulo 10 de Hechos de los Apóstoles y no te conformes con lo que se lee el domingo desde el ambón, porque es interesante que conozcas quien fue Cornelio (primer pagano admitido al cristianismo por un apóstol) para así, comprender la profundidad y el significado de las palabras de Pedro. «Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea.»
    Igualmente, encontraras en el capítulo 10 dos visiones, a modo de sueños, que nos revelan que en todo lo que acontece en Cornelio y en los de su familia, la iniciativa es de Dios y no capricho del apóstol. Dios es el autor principal de la apertura del cristianismo al mundo pagano, mientras que Cornelio y Pedro son receptores y protagonistas de esta iniciativa divina. El avance del mensaje de amor de Jesús, mensaje de salvación, es por obra del Espíritu.

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