martes, 14 de mayo de 2024

REINICIANDO EL CORAZÓN

 

Domingo de Pentecostés

A quién de nosotros, que trabajamos con un ordenador, no le ha ocurrido alguna vez que su equipo informático trabaja más lento de lo normal, hace tareas que no corresponde a lo que le estamos pidiendo o se queda trabado y no se abren los archivos…. En ese momento, se impone que reiniciemos el equipo; así se corrigen los posibles errores que se nos hayan presentado, que funcione correctamente y que se ejecuten con normalidad las tareas que estamos realizando.

Se necesita reiniciar o resetear o hacer una limpieza del disco duro para que tu herramienta de trabajo, el ordenador, funcione bien y mejor, se corrijan errores existentes y puedas realizar tu labor y misión con mayor eficacia y, por qué no decirlo, con mayor tranquilidad.

En este domingo de Pentecostés (ciclo b) nos invita a contemplar la fiesta del Espíritu Santo. Es la fiesta de la presencia del Espíritu en la vida de la Iglesia, en la vida de la comunidad cristiana y en nuestra propia vida. Celebramos el nacimiento, al menos de forma pública y oficial, de la Iglesia por la fuerza y el impulso del Espíritu Santo. Comienza una nueva etapa de la acción de Dios en la historia de la salvación, donde el auténtico protagonista es el Espíritu, que es la fuerza y presencia activa del Señor Resucitado que obra la salvación de todos los seres humanos. Pentecostés es reiniciar nuestro interior ante los bloqueos de nuestro apostolado.

La primera lectura (Hechos 2,1-11) y el evangelio (Juan 20, 19-23), que este domingo proclamamos, nos muestran lo central de este día: El Padre derrama, por medio de Jesús, el Espíritu Santo sobre los apóstoles para que sean testigos del Resucitado en toda la tierra (Hechos 1,8) Se nos presenta con una escenografía (viento, lenguas de fuego, ruido, estruendo) que nos recuerda las manifestaciones de la divinidad, teofanías o visiones del “día del Señor” de los profetas. (ver Joel 3,1-5)

Evocar Pentecostés es trasladarnos a los comienzos, al inicio, cuando el Espíritu tocó el corazón de los discípulos, los llenó de energía y fuerza y los impulsó a evangelizar. No olvidemos que la primera comunidad de los apóstoles es muy semejante a nosotros: ellos estaban reunidos, dubitativos y con miedo, y reciben el don del Espíritu de manos de Dios.

Nosotros también, por miles de razones, nos encontramos con las puertas cerradas, con miedos y debilidades… pero, igualmente, somos invadidos por la fuerza y el Espíritu del Resucitado que rompe barreras y desánimos, desidias y flaquezas.

El Espíritu debe ser celebrado como el gran don que actúa, renueva y reinicia los corazones para que la salvación de Dios llegue a todas las personas. Este Espíritu sigue actuando y dando vida a la comunidad de los creyentes, si nos faltara volveríamos a cerrar las puertas, a encerrarnos en nosotros mismos y a perder la actitud de evangelizadores. En definitiva se nos bloquearía el corazón.

Necesitamos al Espíritu para que nos enseñe a creer en Jesús, a imitar su estilo de vida, a responder a los desafíos de nuestro mundo y a impulsar nuestro compromiso de ser TESTIGOS MISIONEROS ante todos los pueblos, porque no hay fronteras para la salvación.  Todos, “cada uno en su lengua” estamos destinados a ella. (Hechos 2, 9-10) 

Reflexión: Las claves de este nuevo tiempo, que comienza con Pentecostés, son resumidas en cuatro palabras: Paz, Misión, Espíritu y Perdón. Por ello, pienso que nuestra misión es la misión de Jesús “como el Padre me envío así os envío yo”, y consiste en transmitir a todos los hombres la paz y la salvación por medio de la reconciliación y el perdón.

Para que cumplamos eficazmente esta misión, Jesús nos entrega su Espíritu (la fuerza que suple nuestra debilidad) para indicarnos que somos hombres y mujeres con un corazón nuevo, reiniciado, que funciona al ritmo de la alegría y la esperanza.

Creo que se impone en nosotros la necesidad de un “nuevo Pentecostés”.  Siento, cada día con más claridad, que es necesario “reiniciar” el corazón propio y el de nuestras comunidades de fe, para apagar todo pesimismo que nos impide escuchar que un mundo nuevo es posible y abrirnos a la novedad que nos ofrece el Espíritu.

Ha llegado la hora de mirar dentro de ti mismo con una mirada nueva, fruto del don del Espíritu. Ha llegado la hora de desbloquear nuestro “ordenador del corazón” de todos los archivos de miedos, enfrentamientos, discordias, divisiones, tristezas, chismes… y  reiniciar nuestra vida de discípulos con la novedad de Pentecostés… El Espíritu orientará tu vida, te abrirá los ojos, te repartirá sus dones y, si te dejas, te transformará y convertirá tu miedo- decepción de puertas con cerrojos en fuerza-alegría como sucedió a los apóstoles en Pentecostés.

domingo, 12 de mayo de 2024

CON MOTIVO DE LA FIESTA DE PENTECOSTES: ORACIÓN Y CONCIERTO

 

SECUENCIA DE PENTECOSTÉS

 

Ven Espíritu Divino, manda tu luz desde el cielo,
Padre amoroso del pobre; don en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma, divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus Siete Dones según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.

Amén

PRIMERAS COMUNIONES EN LA PARROQUIA BEATA MARIA DE JESUS

En nuestra parroquia Beata María de Jesús, el sábado 11 de mayo, a las 12,00 h, se celebró la primera comunión de Adela, Raúl y María José. Una Eucaristía sencilla y alegre, donde el protagonista fue Jesús, el buen amigo que nunca falla.

Sin querer hacer ninguna mini-boda, pero sí dando la importancia que tiene este sacramento para la vida espiritual de estos niñ@s; padres, familiares, amigos y miembros de nuestra comunidad nos reunimos entorno a Raúl, María José y Adela para acompañarles en este día tan importante para ellos.

Desde el primer instante de la celebración hasta su final el ambiente creado fue de mucho cariño hacia los tres niños de la parroquia. Todos contribuimos, con nuestra actitud, a favorecer un ambiente de silencio emotivo, de oración y de respeto.

Deseamos que María José, Adela y Raúl sean buenos discípulos del Maestro Jesús, que sigan aprendiendo su Palabra y participando en la Eucaristía, junto a sus padres/madres hermanos y familia. 

Que nunca duden que Jesús siempre los acompaña, que Él es su amigo, que Él los quiere mucho y que Él les da las fuerzas necesarias para ser mejores cada día.

Gracias a todos los que habéis hecho posible este día: Inma (catequista), el coro de la parroquia, las personas que limpiáis el templo y cuidáis de la liturgia… a todos gracias por vuestra disponibilidad para hacer posible cada una de las celebraciones de nuestra comunidad parroquial.

Rezamos también por todos los niños y niñas que en estos días han celebrado, celebran o celebrarán su primera comunión. Que no pierdan la bondad y alegría de este día y que lo guarden siempre en sus corazones.

martes, 7 de mayo de 2024

A VECES TERCOS COMO UNA MULA... DE MISURI

 

Domingo de la Ascensión de Jesús 

No me digáis que, en muchas ocasiones, no somos tercos como mulas. Somos obstinados, testarudos y cabezotas. No cambiamos de actitud o parecer aunque haya argumentos convincentes en nuestra contra. No hay nada que nos haga entrar en razón, o bien porque estamos muy apegados a nuestras creencias, o bien porque nos cuesta mucho admitir que estamos en un error, o bien porque nos molesta tener que dar la razón a la otra persona.

"¡Terco como una mula!" porque sus pezuñas son más duras que las de los caballos y demuestran una resistencia natural a muchas enfermedades y a los insectos. Muchos granjeros estadounidenses de zonas de suelo arcilloso, especialmente en el estado de Misuri, han encontrado que las mulas son superiores como animales del arado. Allí se originó la expresión “Stubborn as a Missouri mule” equivalente a “terco como una mula (de Misuri)”

En este domingo de la Ascensión (ciclo b) el evangelio nos presenta a  los primeros discípulos que mantuvieron su incredulidad y su terquedad hasta el último momento. A primera vista, no parecen los mejores agentes para pregonar la Buena Noticia. Sin embargo, ahí los tenemos, ellos son los elegidos para asumir la tarea de ser enviados a anunciar al mundo el evangelio. Los caminos y proyectos de Dios son encomendados a los sencillos, no a los sabios y entendidos, aunque estos sencillos sean como mulas de Misuri.

El evangelio (Marcos 16,14-20) contiene dos breves relatos. El primero hace referencia, por un lado a la aparición de Jesús, que echa en cara la terquedad de la incredulidad de los discípulos y, por otro al mandato misionero a los Once.

El segundo relato nos habla de la ascensión, no de una simple despedida o alejamiento del Maestro, sino del comienzo de un nuevo modo de presencia de Jesús, que en este evangelio está vinculado al comienzo de la actividad evangelizadora universal de los discípulos. Ascensión y misión aparecen estrechamente unidas.

Esta misma idea está presente en la primera lectura de este domingo (Hechos de los Apóstoles 1,1-11) Encontramos a Jesús con sus apóstoles, les anuncia la promesa del Espíritu, quien les dará fuerzas para ser sus testigos hasta los confines del mundo. “Jesús sube al cielo, ellos lo ven levantarse hasta que una nube se lo quita de la vista” Mientras los apóstoles miran asombrados ese ascenso de Jesús, dos hombres los devuelven a la realidad: “Galileos ¿Qué hacéis ahí plantados mirando al cielo?”

Con este lenguaje simbólico se nos muestra que ha comenzado el cambio de una etapa a otra. Jesús no está físicamente entre los discípulos y ellos deben cumplir el encargo de ser sus testigos, con la fuerza del Espíritu Santo. Comienza su tarea y labor, con los pies en el mundo y los ojos en Dios.

Para este anuncio de la Buena Noticia nos acompañan signos liberadores: «echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos» Parece una tontería, pero el evangelio conlleva signos que nos hacen sentir y experimentar realmente su liberación. Todos los signos que acompañan a los que creen tienen una dimensión positiva para esta vida, porque anunciar el evangelio tiene mucho que ver con la liberación integral de las personas y el mundo. No podría ser de otra manera porque quien nos envía es quien dio su vida hasta el fin por esta causa.

Reflexión: Amig@, a veces los cristianos, aunque no lo expresemos, somos tercos como mulas de Misuri. Pensamos que la misión es cosa de otros, generalmente de curas, monjas y algún catequista. Creemos que el envío de Jesús a la misión y anuncio del evangelio es para gente más preparada y con mayor facilidad de palabra… Y nos equivocamos, porque todos somos elegidos, enviados y, por lo tanto, misioneros. Todos somos embajadores de Jesús porque todos hemos sido llamados, desde el evangelio de hoy, a realizar el Reino de Dios en todos los lugares y ambientes.

Si somos creyentes somos también misioneros, si somos discípulos somos propagadores y fermento de un mundo nuevo, de una nueva noticia para todos los seres humanos. No somos nosotros quienes le hemos elegido, no lo olvidemos, Él nos ha elegido a nosotros. Por ello, esconderse tras el “no somos dignos” o el “no creernos capaces”, es simplemente miedo, falta de compromiso, escurrir el bulto o cristianismo fofo.

La ascensión de Jesús abre el nuevo tiempo del testimonio. Anuncia la Buena Noticia, no como profeta de calamidades, sino con el arte de la acogida, la caricia, el curar…con la esperanza de construir un mundo mejor desde el servicio y la solidaridad. Confiar, aceptar, enseñar, transmitir… son verbos que no pueden ser ajenos al corazón del misionero de cualquier momento y lugar.

domingo, 5 de mayo de 2024

MERCADILLO SOLIDARIO EN NUESTRA PARROQUIA PARA EL DOMINGO 19 DE MAYO. "PROYECTO TEJIENDO SUEÑOS"

 



RENOVACION DE LAS PROMESAS DEL BAUTISMO DE LOS NIÑOS DE PRIMERA COMUNION

 

El domingo 5 de mayo, antes de proclamar la oración del gloria, Inma, como catequista, presentó a la comunidad de la Beata María de Jesús a: María José, Raúl y Adela que, el próximo sábado día 11 de mayo, celebrarán su primera comunión en nuestra parroquia.

Acompañados por toda la comunidad parroquial, por sus padres y familiares renovaron, con alegría y esperanza, la fe, que el día de su bautismo sus padres y padrinos, manifestaron en nombre de ellos. Con este acto se renovó el deseo de ser discípulos misioneros del perdón, del amor de Dios y de la Resurrección del Señor.

Los padres y madres de estos niños fueron quienes les entregaron la luz de Jesús Resucitado cogida del “cirio pascual”. Con la luz en sus manos y arropados por sus padres y por todos los presentes reafirmaron la fe en Dios Amor, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Con este sencillo gesto, la parroquia acoge a María José, Raúl y Adela, pide por ellos y les desea que, en estos días de preparación para su primera comunión, vivan alegres y con ilusión, el encuentro de amor con Jesús en la Eucaristía.

FINAL DE CATEQUESIS

 

El pasado viernes, día 3 de mayo, concluyeron las catequesis de niños y adolescentes de nuestra parroquia Beata María de Jesús. A las 17,00 h los niños, junto a sus padres y catequistas, por medio de una celebración se dieron gracias a Dios por el tiempo vivido de formación y se pidió la ayuda a Jesús para anunciar el Evangelio al mundo que nos rodea.

Igualmente, en esta celebración de final de catequesis se puso en la presencia del Espíritu a los seis adolescentes que han recibido el sacramento de la confirmación, así como a los tres niños que realizarán su primera comunión el día 11 de mayo.

Al finalizar este momento de oración bajamos a los salones parroquiales donde las catequistas habían preparado una merienda y música para todos los presentes. Fue un momento de convivencia y de encuentro.

Animamos a los padres/madres a continuar la misión de ser los primeros responsables en la educación de la fe de sus hijos/as. 

Que este tiempo nuevo sin catequesis, que se abre para sus hijos, siempre los acompañen y ayuden a caminar en cristiano.

Vamos dando pasos en este curso pastoral, cerrando las catequesis que comenzaron en el mes de octubre y que culminarán con la celebración de las primeras comuniones.

jueves, 2 de mayo de 2024

EL SECRETO MEJOR GUARDADO

 Domingo Sexto de Pascua 

El refresco Coca-Cola ha sido durante décadas una de las bebidas favoritas de millones de personas en todo el mundo. Aunque no sea tan recomendable beberlo debido a su alto contenido en azúcar, de vez en cuando, cuesta resistirse a tomarse un vaso. Es una marca tan preciada que cuenta con un bóveda altamente protegida en la que guardan su tesoro más preciado. La bóveda secreta de Coca-Cola se encuentra dentro de la sede de la compañía, la cual se ubica en Atlanta, Georgia (Estados Unidos). Sólo un grupo selecto tiene permitido ingresar. Lo curioso es que sólo se guarda en esta bóveda unas cuantas hojas de papel, ¿te imaginas que contiene?... exacto, ahora te he visto fino: protege el secreto más valioso de la multinacional: la fórmula de la Coca-Cola. 

En este domingo sexto del tiempo de Pascua (ciclo b) el evangelio nos presenta a Jesús que desvela el secreto y el motivo que ha guiado e impulsado toda su vida: el amor. Es la fórmula y clave nuclear de la comunidad de los discípulos, porque el amor se convierte en misión y en la condición de la fecundidad de la Iglesia.

En el evangelio (Juan 15,9-17) se nos ofrece una nueva imagen que nos manifiesta que los discípulos estamos llamados para la misión en unión con Jesús. Si el domingo pasado se nos hablaba de la vid y los sarmientos, hoy se nos propone la imagen de los amigos que colaboran en el trabajo con Jesús. Ser de la comunidad de Jesús es cuestión de amor. Hemos de mantenernos en su amor manifestado en amistad y elección que precede a nuestro actuar.

Por ello, nuestra relación con el Maestro ha de ser a ejemplo de la relación de Jesús con el Padre. «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor» Es decir, este amor excluye la adhesión propia de siervos y es respuesta al amor recibido.

La amistad es la propuesta, una amistad que llega hasta dar la vida por los amigos. La misión de la comunidad adquiere una dimensión nueva. Los discípulos no son asalariados, contratados para realizar el trabajo de un señor y ejecutar sus órdenes, sino que son como amigos que comparten la alegría en la tarea común, la sienten como propia y se sienten personas libres, unidas por el vínculo de la amistad, trabajando en la misma causa. «Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer»

Las lecturas de este domingo nos desvelan algunas características del secreto mejor guardado del amor de Dios, como son su iniciativa y su universalidad. Si entras dentro de la primera lectura (Hechos Apóstoles 10,25-26.34-35.44-48) descubrirás que el amor de Dios a todos y la acción del Espíritu en todo son los autores principales de la apertura del cristianismo al mundo pagano. Desde este prisma no es de extrañar las palabras de Pedro «Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea.»

Pero si aún dudas sobre la iniciativa primera de Dios en amar, pon atención a la segunda lectura  (1Juan 4,7-10) donde se expresa con claridad que el amor es de Dios, que Él fue quien envió su Hijo al mundo y que el amor NO consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, SINO en que Él nos amó primero.

Reflexión: Amig@, no tienes acceso a la fórmula de la Coca-Cola, pero sí a la fórmula del amor verdadero. Para descubrir lo que es amar, es preciso que descubras la entrega de Jesús. Sólo así puedes entender que Dios es amor y en qué consiste amarnos unos a otros. Por eso, el mandamiento de Jesús tiene dos referencias que se explican recíprocamente: “amos unos a otros como yo os he amado” y “nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos” (Amor/entrega)

El mandamiento del amor no sólo constituye la comunidad de Jesús y le da una identidad, sino que es, a la vez, el fundamento de la misión. Es decir, comunidad y misión ya no son dos cosas separadas o distintas, sino que, donde no existe comunidad de amor mutuo, no puede existir la misión de Jesús. Y donde no existe misión, no puede haber comunidad cristiana. Es más, como Jesús en su actividad manifiesta el amor del Padre entre las personas, así ha de hacerlo la comunidad.

Y éste es el secreto mejor guardado por el Maestro a lo largo de su vida y revelado a nosotros: Dios sólo se hace presente donde existe un amor como el de Jesús. Y sólo donde existe ese amor hay comunidad de fe y verdaderos discípulos. Este amor es fuente de alegría verdadera, que si faltara en nuestra vida nos quedaría un vacío y una ausencia tal, que llenaríamos con otros dioses incapaces de saciar nuestra sed de alegría.

ENTREVISTA A MILA, REPRESENTANTE EN LA ASAMBLEA SINODAL DEL GRUPO PARROQUIAL "HUELLAS DE LA BEATA"

 
Foto: Mila Sarmiento

El sábado 27 de abril finalizó la Asamblea Sinodal con la sesión dedicada a considerar la ponencia “Servimos”. Con esta cuarta sesión concluyó la Asamblea Sinodal, fase culminante del Sínodo Diocesano. Ahora, la Secretaría organizará todo el material trabajado y las conclusiones sinodales, de modo que en dos meses puedan ponerse en manos del obispo los documentos pertinentes, el fruto propio del Sínodo Diocesano. Después llegará su publicación y el acto de clausura, el 23 de junio en la catedral de Sigüenza, que pondrá el punto final al camino sinodal que se inició en 2018. 

Nuestra parroquia ha contribuido en esta labor desde el grupo sinodal “Huellas de la Beata”. Un grupo de personas que voluntariamente y de forma quincenal han trabajado los cuatro cuadernillos proponiendo propuestas.

En la Asamblea Sinodal hemos sido representados por Mila Sarmiento, a quien  hemos querido entrevistar y conocer su experiencia.

1.- Mila, ¿Cómo ha sido tu experiencia en las reuniones del grupo “Huellas de la Beata”?

Han sido encuentros muy enriquecedores, he tenido la oportunidad de intercambiar información y aprender, formarme, compartir experiencias que han aumentado mi fe. Todo este trabajo sinodal previo en el grupo de nuestra parroquia, me ha permitido trabajar mejor las propuestas del Sínodo, poder defenderlas en la Asamblea y votar con coherencia. Agradezco al grupo Sinodal “Huellas de la Beata” la oportunidad que me han ofrecido para representar a este grupo de cristianos. Un grupo reducido y heterogéneo, de diversas edades y con diversas experiencias pero movido por un mismo deseo y fe para crecer y caminar juntos.

Me gustaría hacer una mención especial, a los dos diáconos que han pasado por nuestra parroquia, Quique y Emilio que contribuyeron a sumar mis conocimientos. Agradecida a nuestro párroco Santi, así como al grupo formado por Aristeo, Miguel Ángel, Mari Cruz, Marisa, Inma, Teodoro y Elvira

2. Tras la última reunión de la Asamblea Sinodal, ¿Qué conclusiones crees que nos ofrecerá todo el trabajo que se ha realizado?

Como has recordado, el día 27 de abril, fue nuestra última reunión de la Asamblea. La primera reunión fue dinámica, maratoniana pero productiva. Las siguientes reuniones de la Asamblea fueron más fáciles. Todos los encuentros han sido muy productivos, que por otro lado era lo que esperábamos de ellos.

La confianza, la fe y la ilusión de una Iglesia renovada donde haya sitio para todos bautizados y alejados ha sido el hilo conductor.

Desde mi experiencia vivida, creo que se ha hecho hincapié en la acogida, cercanía, respeto y ayuda para todos los que viven la fe. La misión evangelizadora se nos ha animado a realizarla desde el optimismo y la prudencia con el fin de estar al servicio del otro, especialmente de los alejados.

3. ¿Dónde pondrías el acento en la evangelización?

Creo que no consiste en imponer creencias, he intentar convencer, ni obligar en situaciones difíciles. El acento lo pondría en lo importante que es poder acoger, escuchar y comprender las necesidades de cada uno, con sus preocupaciones, temores y miedos. Siempre en el camino del Evangelio.

4. ¿Qué experiencia extraes de la Asamblea Sinodal?

Como opinión del Sínodo, en general, es:

Trabajar hacia fuera: Ir a la calle, estar presente en todos los sitios (educación, política, etc.) y dar a conocer nuestra misión evangelizadora.

Trabajar desde dentro: Escuchando y comprendiendo para ayudar a enriquecer el camino de la Fe, para formarnos mejor como discípulos.

Gracias Mila por tu testimonio.