martes, 29 de agosto de 2023

OCUPEN SU LOCALIDAD


Tiempo Ordinario. Domingo XXII 

A ninguno se nos escapa que ir en busca o en seguimiento de alguien o de algo, es “ir en pos de”. Y esta locución determina un lugar a ocupar que es “detrás de…” o “tras”. Difícilmente podemos ir delante de alguien a quien supuestamente seguimos y muy complicado lo tenemos si vamos tras algo y no tenemos la actitud de seguimiento…. ¡Ay! cuantas gracias tenemos que dar los de mi generación al personaje Coco, de Barrio Sésamo, que nos explicaba concienzudamente los términos “detrás - delante”, “arriba - abajo”, “cerca - lejos”

Por ello amig@ ser consciente del lugar que ocupas en la vida, también en lo concerniente a lo espiritual, es una virtud que debes cultivar y acrecentar. Saber ocupar tu localidad, cuando no es entrada sin numerar, evita malos entendidos y posterior malestar. Y si no lo crees ve al teatro con una entrada de gallinero, de visibilidad reducida y siéntate en la primera fila.

En este domingo XXII del Tiempo Ordinario (ciclo a)  descubro en la Palabra de Dios que el discípulo tiene una localidad que debe ocupar, que es una osadía ponerse al frente de Jesús para obstaculizar su camino y que el lugar del discípulo es detrás del Maestro, el alumno tras el profesor.

El evangelio (Mateo 16, 21-27) está muy relacionado con el del domingo pasado (Mateo 16, 13-20) ya que el reconocimiento de Jesús como Mesías-Salvador universal e Hijo de Dios, crea el caldo de cultivo para que el Maestro comience a manifestar su destino y camino a los discípulos y, para que ellos, comprendan, desde la fe, que deben seguirle por ese mismo sendero.

Jesús da un paso adelante en su instrucción y muestra, con claridad, a los discípulos que su mesianismo tiene un componente de entrega, sufrimiento y muerte antes de llegar a la resurrección: “Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día” Se presenta Jesús no sólo como Mesías e Hijo de Dios sino también como el Hijo del Hombre que tiene que sufrir.

Esto de un Mesías sufriente, en aquellos que tienen la mentalidad de un Mesías glorioso, produce incomprensión y escándalo. Pedro, que representa a todos los discípulos de Jesús, no puede aceptar ni este estilo ni este camino. Él acepta al Mesías y le confiesa como Hijo de Dios vivo, pero rechaza que deba sufrir. Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: «¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte.»

Jesús se volvió y dijo a Pedro: «Quítate de mí vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas corno los hombres, no como Dios.» Quiero entender que la respuesta que el Señor da a Pedro se traduce: Ponte detrás de mí. No pongas obstáculos a mi camino, ocupa el lugar de discípulo, camina por la senda que mis pasos van marcando. Y, aunque la cruz en el Mesías te resulte incomprensible, el lugar del discípulo es detrás, ni enfrente ni delante.

Con tres verbos se marca el camino del seguimiento, dando a entender que toda la vida del discípulo tiene como eje central la referencia a Jesús. «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.» Tres verbos que pretenden explicar en qué consiste ser discípulo.

Reflexión: God is different...” Dios es un Dios diferente al que nos imaginamos. Y esto, Pedro no lo capto a la primera. Necesitó que Jesús le mostrara el camino para ser un discípulo perfecto y no dejarse llevar por las expectativas de su tiempo. Ahora bien, Pedro representa, en esta escena evangélica, a los discípulos del siglo primero y también a nosotros del siglo XXI, a los que se escandalizan y no comprenden a Jesús y necesitan reubicarse de nuevo en su localidad y en la actitud de seguimiento: detrás de Él.

Aquellos tres verbos tienen vigencia hoy, porque en nuestro discipulado negarse a sí mismo exige radicalidad y renuncia para apostar y arriesgar sin miedo por Jesús. Tomar la cruz no es masoquismo en el sufrimiento, sino asumir las dificultades que conlleva el decir "SI" al Maestro y seguirle fielmente. El verbo seguir no es una simple expresión que pronuncian nuestros labios sino una actitud de adhesión interior del corazón.

Amig@, sé que no te molan estas exigencias. Es más fácil seguir a Jesús desde la comodidad del sofá. Puede que tengas la tentación de un seguimiento del Maestro sin rechazos, ni conflictos, ni cruces… En este caso lo tienes fácil: deja de seguir a Jesús, hazlo desaparecer de tu vida. Pero si el Señor te tiene enamorado hasta las trancas asume las condiciones de su seguimiento. “Y ocupen su localidad, presten todos atención, a punto está de levantarse el telón”

sábado, 26 de agosto de 2023

PRESENCIA DE LAS PARROQUIA QUE FORMAMOS UDAP EN LA NOVENA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ANTIGUA

 

Desde el 30 de agosto al 7 de septiembre, se celebrará la novena en honor de Nuestra Señora Virgen de la Antigua, en la iglesia de san Francisco, (El Fuerte) que dará comienzo a las 19,30 h con el rezo del rosario y a continuación la celebración de la Eucaristía.

Las parroquias de Beata María de Jesús, San Juan de Ávila y San Pascual Bailón, que formamos esta UDAP, nos haremos presente en la novena el viernes 1 de septiembre para orar a nuestra madre y poner bajo su protección y mirada nuestras vidas y corazones.

En este tercer día de novena meditaremos la frase del Magníficat: “PROCAMA MI ALMA LA GRANDEZA DEL SEÑOR”.

Os invitamos a todos a unirnos en oración en este día y así formar una comunidad viva y presente que celebra, anuncia y comparte una misma fe.

miércoles, 23 de agosto de 2023

PREGUNTA OBLIGADA

 

Tiempo Ordinario. Domingo XXI 

Algunas preguntas que nosotros formulamos sobre nuestras propias personas o sobre nuestra actividad, más allá de una mera curiosidad o de un cotilleo hortera, tienen la intención de reafirmar si el camino que estamos realizando es el adecuado o por el contrario es una necesidad cambiar de rumbo. La respuesta que recibimos a la pregunta realizada nos ofrecerá si el camino seguido hasta ahora es el correcto para lo que queremos expresar con nuestras personas y con nuestras actividades.

No es que la opinión del otro sea la norma a seguir, y menos en los tipos que somos libres de comportamiento, sino que necesitamos saber si el otro ha captado lo que somos y lo que realizamos en toda su amplitud. Por ello, no es extraño que un ponente pregunte a un amigo, al finalizar la exposición de un tema, qué le ha parecido su charla, si ha sido claro en sus expresiones, si ha usado un lenguaje demasiado técnico, si cree que los presentes se han aburrido, si ha sido muy extenso… La intención no es la vanagloria, ni el aplauso fácil, ni la palmadita en la espalda, sino saber si ha cumplido las expectativas que él mismo se ha marcado, porque si no fuera así, en la siguiente ponencia debería cambiar y tomar otros derroteros. Preguntar, desde la humildad, en ocasiones se convierte en una necesidad para mejorar

En este domingo XXI del Tiempo Ordinario (ciclo a)  encuentro en la Palabra de Dios que hacer una determinada pregunta, en un momento concreto, no es un juego literario, sino una cuestión vital. En momentos decisivos, Jesús necesita saber qué piensa la gente y que piensan sus íntimos (discípulos) para saber si su persona y su forma de actuar responde a lo que Dios quiere de Él.

El evangelio (Mateo 16, 13-20) nos sitúa en un momento clave de la vida del Maestro. Tras unos comienzos brillantes e inicios triunfales tuvo que afrontar el rechazo de jefes y la incomprensión del pueblo. ¿Estaba fracasando en su misión? Es entonces cuando en Cesarea, se dirige a sus discípulos haciéndoles una doble pregunta sobre su identidad. («¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?» «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?») Necesita saber qué opinan los de fuera y lejanos y qué opinan sus discípulos y cercanos para ver si el camino emprendido es el correcto.

En este contexto y escuchada la respuesta de Pedro, «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.» el pasaje evangélico tiene una doble función. Por un lado, reafirmar a Jesús en su misión y, por otro, confirmar a los discípulos en su seguimiento.

La doble pregunta de Jesús hace que aparezca con claridad la diferencia entre la opinión de la gente y la de los discípulos. Aquellos andan confundidos, mientras que Pedro, en nombre de los Doce, reconoce que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios. Dos títulos que resumen la fe de la Iglesia de la comunidad de Mateo, como bien se nos presenta en la primera parte de su Evangelio (Mt 1,1-4,6) donde no sólo es suficiente decir que Jesús es el Mesías esperado de Israel, sino que se añade Hijo de Dios.

A esta confesión de fe de Pedro, Jesús responde con una palabra de felicitación «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás! » Y con un encargo especial de cara a la Iglesia: « tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia » Es declarado Pedro como dichoso, pero no por sus méritos sino porque el Padre le ha revelado el misterio de reconocerle como Mesías e Hijo de Dios vivo; y le confía la misión de ser roca firme para que la Iglesia no sucumba en las dificultades.

Para ello, le entrega a Pedro “las llaves del reino de los cielos”, que equivale al nombramiento de mayordomo supremo que aparece en el texto del Antiguo Testamento de la primera lectura (Isaías 22, 19-23) y le confiere el poder de “atar y desatar” que designaba entre los judíos de la época, la potestad de interpretar la ley de Moisés con autoridad. Pedro es servidor, custodio, supervisor con autoridad de interpretar las palabras de Jesús y adaptarlas a las necesidades y nuevas situaciones.

Reflexión: ¿Quién decís que soy yo? Esta pregunta formulada hace un par de miles de años a los discípulos, hoy se nos formula a nosotros. Sinceramente, creo que aún no ha sido respondida, no sólo por la personalidad tan fuerte e inagotable del Maestro, sino también porque cada uno de nosotros vamos elaborándonos una imagen de Él a partir de muchos condicionamientos, intereses, preocupaciones, medios sociales en los que vivimos y formación religiosa que hemos recibido.

Pero sigue exigiéndonos a los creyentes una respuesta, porque la imagen que tengamos de Jesús condiciona la imagen de Dios, nuestra fe y nuestra vida. Por ello, amig@ desde la coherencia de vida es desde donde debes dar una respuesta a la pregunta de Jesús, no vaya a ser que tus labios pronuncien unas palabras que ni sientes, ni crees, ni vives. Pregunta obligada respuesta necesaria.

martes, 22 de agosto de 2023

EMILIO TOMA POSESION DE SU PRIMER DESTINO

 

El lunes 21 de agosto, a las 12,30 h, en la parroquia de Corduente, Emilio Vereda Cuevas ha tomado posesión, de manos del arcipreste Ángel Díaz Matarranz, de su primer destino pastoral. Tras su formación en el seminario de Madrid, sus estudios académicos y su labor pastoral en distintas comunidades de la diócesis, entre ellas nuestra parroquia de la Beata María de Jesús, Emilio ayer se hizo cargo de la comunidad de Corduente y pueblos anejos.

En el presbiterio, estuvo acompañado de compañeros de curso de Madrid, los sacerdotes del arciprestazgo de Molina de Aragón y amigos sacerdotes con los que Emilio ha tenido una vinculación. Igualmente estuvieron presentes sus padres, jóvenes de la delegación diocesana de juventud y feligreses de la parroquia de Corduente y de otros pueblos.

En una celebración sencilla, Emilio asumió el servicio en la misión evangelizadora realizada hasta ese momento por el anterior párroco Sergio Ribalda Vicente. Tras la lectura del nombramiento realizado por el Sr. Obispo y la proclamación de la Palabra, Ángel como arcipreste, dirigió unas palabras al nuevo párroco animándole a imitar en su labor misionera a Jesús el Buen Pastor. A continuación Emilio profesó la fe de la Iglesia y tomó posesión de la sede, pila bautismal y confesionario.

La Eucaristía estuvo dirigida en los cantos por el grupo de jóvenes de la delegación diocesana de juventud que hicieron de la música oración. 

Al finalizar la celebración, Emilio se presentó a la comunidad de Corduente y pueblos anejos con palabras cercanas, recordándoles que sólo tenía tres meses de sacerdocio, que se ponía a su disposición y que perdonaran los fallos que pudiera tener. Igualmente les expresó su ilusión y pidió a todos que le tuviéramos presente en nuestras oraciones, así como orar por las vocaciones al sacerdocio ministerial.

Por último se le entregó al nuevo párroco las llaves del sagrario, simbolizando así el cuidado y cariño del don más preciado que tenemos los cristianos, la Eucaristía.

Al finalizar la celebración, en un ambiente de amistad, compartimos en la piscina de Corduente una paella, en la que tuvimos la oportunidad de disfrutar de la compañía del “otro” y tener un momento de convivencia, tan necesaria en estos tiempos que corren.

Deseamos a Emilio, desde todos los que formamos la comunidad de la parroquia de la Beata, que no olvide en su nueva misión pastoral, quien fue quien le eligió y para que le eligió.

martes, 15 de agosto de 2023

ADN MATERNO

 

Tiempo Ordinario. Domingo XX 

Todos tenemos experiencia de lo que es capaz de hacer una madre por su hijo. En el ADN materno se conjugan muchos verbos que podemos resumir en una única palabra: amor. Cada uno de nosotros puede definir el contenido de la palabra madre basándose en la experiencia personal que hemos atesorado a lo largo de nuestra historia de vida. Pero todos coincidiremos que una madre nunca se rinde, siempre encuentra la forma de estar en pie y fortalecida a pesar de las dificultades. Igualmente, en el ADN materno, una madre se anticipa a los deseos de sus hijos, prevé sus necesidades y busca, por cielo y tierra, que ellos posean lo esencial para vivir y ser felices.

En este domingo XX del Tiempo Ordinario (ciclo a) me sorprende que Jesús alabe la grandeza de fe de una madre sólo porque pide insistentemente la curación de su hija. No hay, en esta mujer, nada extraordinario porque, como ya os he dicho, este gesto pertenece al ADN materno. Además, esta mujer, no vive una experiencia religiosa privilegiada, sólo sencillamente acude a Jesús porque desea ver curada a su hija a la que tanto quiere. ¿Qué grandeza puede haber en una petición?

En el evangelio (Mateo 15, 21-28) se contiene un mensaje sumamente importante. Encontramos a Jesús que se retira a territorio pagano, al país de Tiro y Sidón, posiblemente fruto de la oposición de los fariseos y maestros de la ley. Allí le sale al encuentro una mujer “cananea” gritando y suplicando «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo.»

El evangelista Mateo subraya el diálogo entre Jesús y esta mujer pagana (El apelativo de cananea, que el evangelista da a la mujer, designa en el Antiguo Testamento a los paganos) Ella, por tres veces, solicita la ayuda del Maestro, reconociéndole de palabra como Hijo de David y Señor, y adorándole como Dios (“se postró ante Él”) Todos estos gestos hacen que finalmente Jesús alabe su fe y realice la curación «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.» La fe, como siempre en los relatos de milagros, es condición necesaria para que se manifiesten los signos del Reino. Y esta fe es la que es alabada por el Señor, no tanto la petición de madre, sino la fe que conlleva dicha suplica insistente.

El relato de la curación realizada por Jesús le sirve a Mateo para mostrar la llegada del Reino y la salvación a todos, también a los paganos. Nadie está excluido del Evangelio, éste va dirigido a todos los pueblos y a todas las personas. Esta idea está recogida en la primera lectura (Isaías 56,1.6-7) donde se propugna la reconciliación con todos los pueblos extranjeros, los cuales son invitados al “Monte Santo”

Aquí las palabras pronunciadas por la cananea: «También los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos.» equivale a recibir de Jesús el don de la sanación de su hija. Por lo tanto, podemos decir que el pan que reparte Jesús es algo más que el pan material, es el pan del Reino; es decir sus enseñanzas y los signos y milagros que lo hacen presente.

Me gustaría que te dieras cuenta del papel de los discípulos. Me parece significativo porque hacen de intermediarios entre la mujer y Jesús. «Atiéndela, que viene detrás gritando.» Puede que entiendas, en las palabras de los Doce, una petición a Jesús de despedir a la mujer porque les molesta las voces y el escándalo que estaba produciendo. Pero te invito, más bien, a que mires a los discípulos como puentes, que tienen la misión de acercar al ser humano hasta Jesús, el Dios que escucha la oración de petición y suplica, venga de donde venga.

Reflexión: Jesús admira, en este episodio, la grandeza de la fe de una mujer sencilla que, por amor a su hija, no duda en invocarle con insistencia, a pesar de todos los obstáculos y dificultades. Esta postura de Jesús ante la cananea nos enseña que es una temeridad medir con nuestros criterios, algunas veces demasiados estrechos y parciales, el misterio de la fe de un creyente. No creo que exista en el mundo un “medidor de fe”, pero sí pienso que puedes medirte tu fe por la capacidad que tienes de abrirte al misterio de Dios.

El dialogo que se entabla entre la mujer cananea y Jesús no carece de asperezas. Sirva como muestra un botón: «No está bien echar a los perros el pan de los hijos.» Pero la mujer, ante esta negativa, no se amilana, ni se retira, sino que con audacia da la vuelta al argumento y reitera su petición. Jesús se rinde a la humildad de la mujer y reconoce con admiración la grandeza de la fe de esta pagana. Toda una enseñanza sobre el corazón de Dios que está abierto a quienes le gritan con insistencia. Puede que lo que nos toque a ti y a mi sea suscitar en el mundo de hoy el deseo de elevar a Dios la petición. Y para esto tenemos que tener ADN materno.

viernes, 11 de agosto de 2023

ASUNCIÓN DE MARIA

 

El martes 15 de agosto celebramos la solemnidad en honor de nuestra madre María, bajo la advocación de la Asunción de la Virgen María, fiesta patronal de nuestra diócesis y de la catedral seguntina. Esta fiesta está basada en el dogma de fe de noviembre de 1950, por el Papa Pío XII, en que se promulga que María Madre de Dios, siempre Virgen, cumplido el curso de su vida terrena fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial donde intercede por la humanidad.

El 15 de agosto es fiesta en numerosas localidades diocesanas: 

Brihuega, bajo el título de la Peña, en Cogolludo o Poveda de la Sierra, con la advocación de la Virgen de los Remedios, en Durón, con su Virgen de la Esperanza, en Uceda con la Virgen de la Varga, en Pastrana y Congostrina con la Virgen de la Asunción. En torno también al 15 de agosto se celebran fiestas en honor a María, trasladadas de su emplazamiento primitivo: la Virgen del Rosario de Ocentejo, la Virgen del Pinar de Galve de Sorbe, la Virgen del Lluvio de Clares, la Virgen del Buen Suceso de Codes, la Virgen del Buen Amor de Terzaga, la Virgen de las Cuevas de Torrecuadrada de los Valles, la Virgen de la Torre de Peñalén, la Virgen del Pulgar de La Cabrera o la Virgen de Nazaret en Viana.

En nuestra parroquia de la Beata María de Jesús el horario de las celebraciones de la Eucaristía en esta solemnidad de la Asunción de María será:

Ø Lunes día 14 de agosto, víspera de fiesta: 20,00 h

Ø Martes día 15 de agosto, fiesta de María: 12,00 h

martes, 8 de agosto de 2023

BUSCANDO A TIENTAS

 

Tiempo Ordinario. Domingo XIX 

Que “miedito” me dan todos los que viven sin dudas ni vacilaciones. No creas que les tengo envidia, ni sana ni insana. Si te soy sincero, siento, sin vergüenza alguna pero tampoco con orgullo desmedido, que entre el creyente que profeso ser y el creyente que soy en realidad hay una distancia, en algunos casos enorme. Constato en mí una fe débil y frágil que me hace descubrir mis dudas y no desesperarme ante ellas y menos aún asustarme.

¡Señores y señoras! tienen ante ustedes a una persona que ha descubierto sus vacilaciones, pero que no deja de “buscar a Dios a tientas”. Por ello, y quien me conoce lo sabe, vivo en permanente búsqueda de Dios, en muchas ocasiones en el riesgo, al límite, en la oscuridad y en la inseguridad.

En este domingo XIX del Tiempo Ordinario (ciclo a) descubro que en el proceso de búsqueda a tientas de Dios lo importante es saber gritar: “Sálvame, Señor” Saber levantar hacia Dios nuestras manos, no sólo como gesto de súplica, sino también como entrega confiada de quien se siente necesitado. Buscamos a Dios entre un oleaje que nos golpea la barca pero siempre con la esperanza de encontrar una mano que nos salva del hundimiento total.

En el evangelio (Mateo 14, 22-32) Jesús anda sobre las aguas. Este relato introduce elementos nuevos y modificaciones al texto narrado por Marcos en 6,45-52. Te señalo al menos tres:

En primer lugar no son los discípulos quienes están fatigados y sacudidos por el viento, sino que en Mateo es la barca, que “muy lejos de tierra, era sacudida por las olas, porque el viento era contrario”. Es una referencia simbólica a la Iglesia primitiva, acosada ya en el último tercio del siglo primero por la oposición de los judíos fariseos y romanos. En segundo lugar te invito a que fijes tu mirada en el protagonista de la acción junto a Jesús. Es Pedro, ausente en la narración de Marcos, que en este relato cobra singular importancia. Él es la cabeza de la Iglesia, pero se nos muestra con una fe frágil, llena de miedos y vacilaciones. Por último, en la escena final, a diferencia de Marcos, el episodio concluye con un acto de fe, en el que es proclamado Jesús como Hijo de Dios. («Los de la barca se postraron ante él diciendo: Realmente eres Hijo de Dios.»)

La escena inicial de los versículos 22-27 que nos ofrece este evangelio dominical, representa la situación en la que se encuentra la comunidad de Mateo después de la resurrección del Maestro. Jesús no está físicamente con los discípulos y ellos se encuentran a merced de las olas del mar y de los vientos. (En el Antiguo Testamente el mar y las olas representan las fuerzas del mal que Dios vence con su poder) Aquí es vencido por Jesús que, en medio de la noche, y a pesar de creer los discípulos que están ante un fantasma, afirma su identidad de Mesías con la paz: «¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!»

Es muy significativo el dialogo entre Pedro y Jesús (vv. 28-31) que como te he dicho sólo se encuentra en la narración de Mateo y revela la importancia del apóstol para el evangelista y su comunidad. En esta ocasión se resalta cómo, a pesar de su frágil fe, Pedro es modelo de todos los creyentes, que se debate entre la confianza en el Señor y el temor que provocan las adversidades. Esto puede que te sea familiar en tu vida e historia personal.

Como colofón al relato (vv. 32-33) el desconcierto inicial de los discípulos se convierte en una confesión de fe. Las palabras pronunciadas por los componentes de la barca (comunidad-Iglesia) son las mismas que las que pronunciará Pedro en nombre de los Doce (Mt 16,16) y el centurión romano al pie de la cruz (Mt 24,57) Esta confesión de fe refleja la convicción de la comunidad de Mateo, que reconocía a Jesús como Hijo de Dios frente a los judíos que dudaban de su divinidad.

Reflexión: Amig@, el relato de la tempestad calmada contiene una enseñanza dirigida a la comunidad cristiana de todos los tiempos, para que afronte con valentía, como Pedro, el riesgo del encuentro con Jesús; y para que, sintiendo siempre su presencia, no vacile ni tenga miedo ante las dificultades e incomprensiones que la rodean. La búsqueda a tientas de Dios se nos presenta, no con fórmulas dogmáticas, razones, argumentos o seguridades sino con la figura de Pedro caminando sobre las aguas acercándose a Jesús. ¡Bello!

Una vez más, en el trabajo de la búsqueda interior de la fe, para poder seguir a Jesús en fidelidad y crecer espiritualmente, la “comunidad” tiene una gran importancia. No has subido a la barca tú sólo, no sales al mar tú sólo, no te adelantas en el camino tú sólo, no buscas tú solo... Necesitas de la comunidad con quien compartes, celebras y vives la fe. Todo cambia si en el fondo de tu corazón, y en de la comunidad, se despierta la confianza en Dios. Él es una mano tendida que nadie puede robarte.

domingo, 6 de agosto de 2023

HORARIOS DE MISAS DE LA SOLEMNIDAD DE LA ASUNCION DE MARÍA

Celebraremos en nuestra comunidad parroquial la fiesta de la Asunción de nuestra madre la Virgen María con la celebración de la Eucaristía.

Los horarios de las celebraciones son:

-      Lunes día 14 de agosto, víspera de fiesta: 20,00 h

-      Martes día 15 de agosto, fiesta de María: 12,00 h

viernes, 4 de agosto de 2023

ENTÉRATE QUE NECESITO DE TI

NOTA: El día 6 de agosto se celebra la Transfiguración del Señor. Esta festividad fue comentada el 2º domingo de cuaresma. Por ello en esta ocasión he querido comentar, en esta artículo, el evangelio del domingo XVIII del tiempo ordinario (ciclo a). Si quieres un comentario sobre la transfiguración del Señor te remito a este enlace: 

http://parroquiabeataguadalajara.blogspot.com/2023/02/transfiguracion-es-don-no-confort.html

Tiempo Ordinario. Domingo XVIII 

Cada vez más, estoy convencido que nos necesitamos unos a los otros. Y pienso, que es una virtud sentirse necesitado de los dones y talentos de nuestros prójimos, así como, desde la mayor de las humildades, reconocer que “el otro” necesita de mí. Te podría decir que la ley de los vasos comunicantes, donde se igualan los niveles, la deberíamos hacer vida y poner en práctica, desde actitudes sencillas que nos lleven a conectar, traspasar y comunicar aquello que tenemos, heredado de la bondad de Dios, y que nos caracteriza como imagen suya en el mundo.

En este domingo XVIII del Tiempo Ordinario (ciclo a) descubro como Jesús, Hijo de Dios vivo, necesita de la generosidad de alguien que se desprende de cinco panes y dos peces, para obrar el milagro de multiplicar y saciar el hambre de una multitud que le seguía a pie desde los poblados.

El evangelio (Mateo 14, 13-21) nos narra la multiplicación de panes y peces, posiblemente sea este uno de los milagros más conocidos que nos ofrecen los evangelios.

La noticia de la muerte del Bautista parece impulsar a Jesús a hacer un alto en el camino y centrarse más sobre el grupo de los discípulos. Por ello, su intención es estar a solas con el grupo de los íntimos: “se marchó de allí en barca, a un sitio tranquilo y apartado”. Pero, enseguida, la multitud, que lo sigue de todos los poblados, se hace presente. El Maestro, al ver a la gente y el estado en el que se encuentran, siente compasión por ellos, les atiende, sana sus heridas y les ofrece lo que tiene, revelando la misericordia del corazón de Dios.

No seré yo quien critique la actitud de los discípulos, que me parece, por un lado muy normal, pero, por otro, no deja de ser una actitud muy común y pelín egoísta de “quitarse el muerto de encima”. Ellos advierten de la hora que es y del lugar en donde se encuentran, por ello dicen: «Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer»

La respuesta de Jesús no se hace esperar, es una llamada de atención para que no se desentiendan de la suerte que corren “los otros” «No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer». Me imagino la cara de sorpresa que pondrían los discípulos. Alucinarían con las palabras de Jesús, porque ¿cómo dar de comer a una multitud hambrienta si sólo tienen «cinco panes y dos peces»? Por muy acostumbrados que estuvieran los Doce a  frases del Maestro semejantes a estas, en esta ocasión les pedía un imposible. Ahora sí que era “rizar el rizo”.

«Traédmelos». Es la acción que solicita Jesús de sus discípulos. Es decir, lo que tienes no te lo guardes por miedo a que no haya suficiente para todos. Arriésgate, comparte y confía en mí, es lo que pide Jesús a quienes le siguen de forma más cercana. Sólo a partir de esta generosidad de poner en las manos de Jesús los «cinco panes y dos peces» se puede obrar el milagro de dar de comer a una multitud. Este es el papel que desempeñan los discípulos: dar de comer al gentío. Es natural que la misión que se les pide les parezca al principio imposible y sientan la tentación de despedir a la multitud que se ha congregado en torno a ellos. Pero Jesús les enseña que la solución está en compartir, en perder algo para ganar mucho.

Reflexión: Amig@, te invito a que el evangelio de este domingo lo mires desde la perspectiva de ser una buena síntesis de algunos rasgos fundamentales de la persona de Jesús. Principalmente, me gustaría que te dieras cuenta que su personalidad, constantemente, es la de compadecerse de la gente. El Maestro aparece lleno de bondad y solidaridad con quien sufre alguna enfermedad, necesidad o cansancio. Y no se limita a un mero sentimiento de lástima sino que hace obra concreta esa actitud de compasión: curó a los enfermos, partió los panes y comieron todos hasta quedar satisfechos.

Este relato, de la multiplicación de panes y peces, es aleccionador para ti y para mí, discípulos del siglo XXI, porque queda claramente resaltado, como expresión de la presencia del Reino, el compartir. Frente a la actitud de los discípulos que estiman que no hay suficiente comida para todos y es preferible que se las apañen ellos yéndose a las aldeas cercanas y comprando lo que necesiten… Jesús contrapone el “dar” generoso y gratuito.

«Dadles vosotros de comer» se convierte en toda una provocación para que cojamos las provisiones sencillas de nuestros pocos panes y peces y las pongamos en manos del Maestro, el cual sabrá multiplicarlo, para que lo repartamos generosamente entre todos aquellos que tienen “hambre”

Esta es una de las enseñanzas profundas de este evangelio: Cuando nos liberamos del egoísmo generamos felicidad y paz.