domingo, 31 de enero de 2021

DÍA DEL CATEQUISTA EN LA BEATA MARÍA DE JESUS


El domingo 31 de enero, en el domingo 4º del tiempo ordinario, y en la fecha más cercana a la festividad de San Enrique de Ossó, (27 enero) se celebró en nuestra comunidad parroquial El Día del Catequista, una iniciativa promovida por la delegación de catequesis de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara.

La celebración de la Eucaristía fue presidida por José Ángel y en ella participaron de forma especial nuestras catequistas, quienes renovaron su profesión de fe acompañados de toda la comunidad parroquial. 

Alonso, adolescente que se encuentra en el proceso de catequesis para recibir el sacramento de la Confirmación, al inicio la celebración nos recordaba que hacíamos memoria de San Enrique de Ossó, patrón de los catequistas españoles y que nuestra parroquia de la BEATA MARIA DE JESUS se unía todos los catequistas de nuestra Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, para agradecer el don de la vocación y el deseo de seguir creciendo como discípulos fieles del Señor.

Agradecemos a Inma, Ainhoa, Susana y Santy su labor, su dedicación y esfuerzo por transmitir con alegría el mensaje de Jesús a nuestros niñ@s, adolescentes y jóvenes. Pedimos para ellos que cultiven la oración, dulzura, cordialidad y el deseo de comunicar a Dios.

La Eucaristía finalizó haciendo todos los presentes la oración del catequista y ofreciendo nuestro agradecimiento con un fuerte aplauso a quienes de forma especial transmiten el reino de Dios.

Os ofrezco la oración realizada:

Quiero conducir a tu presencia, Jesús, a los que me has dado, para que les hables al corazón, les enamores de tu persona y los cautives en tu amor. Son la mayor parte corazones jóvenes, que no pueden vivir sin amar. Descúbreles quién eres, muéstrales tu rostro, suene tu voz en lo más secreto de su espíritu. Viniste al mundo, Jesús, para meter fuego en la tierra de nuestros corazones y no deseas otra cosa, sino que ardan en tu amor. Este es también mi deseo, y por eso te pido, que me des, como a Pablo, el evangelizar a todo el mundo las insondables riquezas de tu amor. Amén.

viernes, 29 de enero de 2021

CONTAGIA EL VIRUS DE LA SOLIDARIDAD

 

Elena Garvía Benavente, Presidenta –Delegada de Manos Unidas Guadalajara, con ocasión de la próxima campaña contra el hambre 2021, bajo el lema “Contagia solidaridad para acabar con el hambre”, se dirige a nuestra comunidad parroquial de la Beata María de Jesús, para animarnos en nuestra labor de ser testigos de la fe mediante nuestras obras de solidaridad con los países empobrecidos, contagiándonos y contagiando el amor al prójimo.

Elena, nos hace caer en la cuenta que esta situación que vivimos de pandemia en nuestra casa común (tierra), ha agravado la situación de hambre y de pobreza que padecen millones de personas en el mundo. Los más pobres ya tenían diferentes pandemias en sus vidas, unas sanitarias (dengue, malaria, tifus…) y la otra el hambre.

Podríamos alcanzar en este año la cifra escandalosa de 1000 millones de personas que padecen la pandemia del hambre. Por ello, desde Manos Unidas, se nos hace un llamamiento especialmente de ayuda en este 2021 en que la pobreza aumenta y los recursos económicos para apoyar los proyectos de desarrollo son cada vez más limitados.

Como cristianos, y miembros de esta comunidad parroquial de la Beata, debemos de contagiar y contagiarnos del virus de la solidaridad. Somos hijos de Dios, construimos el Reino desde la fraternidad, no mirar a otro lado ante los millones de personas, hermanos nuestros, que pasan hambre.

Os comunico que en la Campaña de Manos Unidas del año pasado, nuestra parroquia contribuyó con 861,00 €. Agradecemos vuestra solidaridad y colaboración.

NOTA: Os informo que el lanzamiento de la campaña de Manos Unidas contra el hambre 2021 es del 8 al 14 de febrero.

- Se celebrará la Eucaristía en la Parroquia de San Juan de Ávila 19,00 h, el viernes día 12 de febrero, día del ayuno voluntario donde se leerá un manifiesto de denuncia y a favor de nuestro compromiso.

- El domingo 14 de febrero en nuestra parroquia, unidos a todas las parroquias y comunidades, celebraremos la jornada de Manos Unidas, en la que os recuerdo que las colectas de este domingo íntegramente serán para ayudar a los más vulnerables y pobres del mundo.

miércoles, 27 de enero de 2021

TU TERMÓMETRO AL ROJO VIVO

 

Entre las miles de enseñanzas y lecciones que nos está dejando este tiempo de pandemia, para mí, una de ellas es que no se vence una epidemia ni se elimina un virus con sólo palabras, sino que las acciones y obras que acompañan a esas palabras hacen posible avanzar en el camino de erradicar esta situación dolorosa en la que nos encontramos. Por ello, no puedes denunciar la actitud de algunos jóvenes que realizan fiestas ilegales y después no cumplir con las medidas sanitarias básicas que se nos piden realizar. No puedes ser tú, desde tu cargo institucional, quien imponga unas leyes y normas a los ciudadanos de obligado cumplimiento y después ser el primero que se las salta, no las cumple y crea objeciones a capricho o guiados del interés político… El termómetro de lo que surge de tus labios mide también la capacidad de obrar en consecuencia con lo dicho.

En el nivel espiritual nuestro termómetro de profetas, transmisores de la fe, mide no solo nuestras palabras pronunciadas, sino también el nivel de testimonio de esa fe que transmitimos con nuestras obras. Este es uno de los aspectos desde donde se podría meditar las lecturas de este domingo 4º del Tiempo Ordinario (ciclo b) aunque no es el único

En la primera lectura (Deuteronomio 18,15-20) se pone en guardia al pueblo frente a cualquier tipo de advino o falso profeta. Y se anuncian las claves para conocer a aquel que es, por gracia de Dios, enviado a transmitir las palabras del Señor. El suscitado por Dios como profeta para que sea verdaderamente tal debe seguir las huellas de Moisés, poniendo de relieve la función de ser mediador entre Dios y el pueblo. Pero se distinguirá como verdadero y auténtico por su fidelidad a la palabra de Dios.

En el evangelio (Marcos 1,21-28) nos encontramos a Jesús rodeado de sus discípulos, en la sinagoga de Cafarnaúm y en sábado. La enseñanza que el Maestro de Nazaret había trasmitido en versículos anteriores sobre la presencia del Reino de Dios en medio del pueblo, ahora la refrenda con una acción (milagro) de liberación, que es signo de que por Él y en Él se abre el camino de la soberanía de Dios, compasivo y salvador, en el mundo.

La enseñanza de Jesús unida indisolublemente a su acción lleva la marca de la autoridad; es decir, el poder de quien, anunciando la llegada del Reino, la hace realidad. La curación de un hombre poseído fue la acción que confirmaba su palabra… esta forma de obrar convierte a Jesús en un interrogante para los hombres, no sólo “quedan asombrados de su enseñanza”, sino que quienes contemplan su acción se preguntan “¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo” El milagro que realiza Jesús sirve para ejemplarizar su enseñanza y, además, suscitar la fe.

Reflexión: Como hemos podido observar, enseñar en Jesús no es simplemente hablar bien, sino por encima de todo “hacer el bien” Hechos y palabras se conjugan deforma armoniosa dando como consecuencia una autenticidad y autoridad que interroga a quien está presente. El asombro que produce Jesús entre las personas que están en la sinagoga es debido a que sus acciones corroboran sus palabras.

No solo Jesús habló de la presencia del Reino entre nosotros, de una nueva visión de Dios como Padre, de la fraternidad como la nueva forma de relacionarnos los seres humanos, de la creación como la casa de todos, de un nuevo vivir basado en la libertad, justicia y paz, de una esperanza que emana de ese Reino… sino que sus acciones eran liberadoras y ponían de manifiesto la soberanía de Dios que libera de otras soberanías que esclavizan.

En este domingo te propongo optar por el camino de la AUTENTICIDAD de obras y palabras, de tal ,manera que quien te escuche y vea se pregunte sobre su fe y se asombre, porque no eres como “letrados” o falsos profetas, sino porque muestras el camino del Reino y lo refrendas con tu testimonio. La fidelidad a las palabras de Dios tiene que ir acompañado de liberar, sanar, curar

Camino ilusionante el que tenemos por delante en nuestras vidas… pongamos el termómetro al rojo vivo. No te dejes robar la ilusión por nada ni por nadie… como dice el refranero “obras son amores y no buenas razones

sábado, 23 de enero de 2021

ENVIDIA Y EL EGOÍSMO

La envidia es aquel sentimiento o estado mental en el cual existe dolor o desdicha por no poseer uno mismo lo que tiene el otro, sea en bienes, cualidades superiores u otra clase de cosas. La Real Academia Española (RAE) ha definido la envidia: “como tristeza o pesar por el bien ajeno”. Egoísmo es el inmoderado y excesivo amor de sí mismo, que hace atender desmedidamente al propio interés, sin cuidarse del de los demás.

Entre los males del ser humano, también entre nosotros los cristianos, se encuentran la envidia y el egoísmo como dos de los principales problemas de la humanidad. Estos males nos hacen creernos superiores a los demás, nos llevan a negar el saludo al otro, nos separan del prójimo y nos ciegan hasta el punto de no ver más allá de nosotros mismos, olvidándonos y despreciando los valores de nuestros semejantes.

La envidia y el egoísmo van de la mano y es difícil separar y distinguir uno del otro, ya que el envidioso no ve lo que de grande y maravilloso tiene el otro sino que su egoísmo le lleva a pensar que el prójimo siempre es inferior.

El envidioso y egoísta no se mira dentro de sí buscando sus sombras, sino que mira siempre fuera de él y siente las sombras de los demás ante la claridad de su persona.

Por culpa de la “envidia” nos perdemos el disfrutar de la vida, perdemos la oportunidad de crecer como personas al lado de los que nos rodean y perdemos “la alegría” que es imprescindible para sobrevivir en esta sociedad. Por culpa de la “envidia” sólo ganamos estar inmersos en un estado de tristeza y de continuo enfado con todo y con todos los que nos rodean. Además el envidioso quiere que los que viven a su lado sientan lo mismo que siente él. Siembra envidia y busca separar, dividir, enfrentar y ser el centro de atención.

No es fácil alegrarse por el bien del prójimo, pero los que creemos en Jesús de Nazaret  y en su mensaje, deberíamos comprender que la caridad y la justicia tienen su fundamento en valorar al ser humano como alguien capaz de ser igual que nosotros.

jueves, 21 de enero de 2021

CONVERSIÓN, FE, VOCACIÓN

 

El evangelio (Marcos 1,14-20) que la iglesia nos presenta en este domingo 3º del Tiempo Ordinario (ciclo b) se divide en dos escenas, llamadas perícopas. La primera escena son los versículos 14 y 15 que son el sumario, resumen de la actividad de Jesús. Y la segunda escena son los versículos del 16 al 20 donde encontramos la llamada de los cuatro primeros discípulos.

1.- (ESCENA) Para el evangelista Marcos, Jesús inaugura su presentación en Galilea. Aquí hace aparecer su voz, mostrándose no como un profeta más, sino como Aquel en quien el “esperado Reino de Dios” comienza a ser realidad. (Ver Reino de Dios en el comentario) Esta realidad es ofrecimiento y don de Dios del que nadie queda excluido; ahora bien, si Dios otorga, espera a su vez una respuesta de acogida por parte del hombre. Esta respuesta-acogida del hombre exige conversión y fe.

Conversión: significa cambio de dirección y de rumbo, cambio de principios y forma de pensar. No quedarse donde se está sino esforzarse para llegar a ser lo que se debe ser. Y para ello debemos abandonar toda autosuficiencia, romper la cerrazón humana, permitir a Dios ser Dios y vivir la existencia como don recibido. Por lo otro lado exige Fe: que es la apertura y disposición a escuchar, abandonarse al poder salvador de Dios con una confianza total. Cimentar la vida fiándonos en la palabra de otro, en este caso ese “otro” es Jesús.

2.- (ESCENA) Conversión y fe deben hacerse realidad en el discípulo de Jesús. La vocación de los primeros discípulos que encontramos en el evangelio (Marcos 1,1-20) es un ejemplo concreto de conversión y fe… Pero, igualmente, este texto es modelo de toda vocación cristiana que conlleva una misión concreta “ser pescadores de hombres”, es decir: reunir a todos los miembros dispersos del pueblo de Dios.

Dos son los rasgos que podemos reconocer en esta catequesis de Marcos sobre la vocación:

1.- La iniciativa parte de Jesús. Él es el que llama. La fórmula hace pensar en la iniciativa y autoridad con que Dios llamaba a los profetas para que llevaran a cabo una misión concreta en favor del pueblo (por ejemplo de Elías a Eliseo de 1Reyes 19). La elección por lo tanto es de Cristo, no de sus discípulos. En el mundo judío eran los discípulos quienes llamaban y elegían a sus maestros, en el caso de Cristo es Él quien llama y tiene la primera iniciativa.

2.- La respuesta, a esta llamada previa de Jesús, implica desprendimiento y renuncia que se traduce en seguimiento. No puede ser respuesta de titubeo, sino que hay que “dejarlo todo e inmediatamente” Discípulo, por lo tanto, no es alguien que simplemente abandona algo, sino que es aquel que respondiendo decididamente a una llamada, ha encontrado a alguien y sigue detrás de él.

Reflexión: De todo lo expuesto se deduce rápidamente la íntima relación entre fe, conversión y vocación. Podría decir incluso que el seguimiento y respuesta a Jesús es fruto de una conversión y de una fe creyente. Jesús no llama a números, llama a personas con un nombre, con una historia a sus espaldas y con sus límites. No hay retratos “robot” del llamado. Te llama a ti y a mí para continuar su obra y hacer crecer el Reino de Dios en el mundo, pero principalmente nos llama a “seguirle”. En juego está la vinculación son su persona, no con una doctrina.

También a ti, en el mundo que te encuentras, en tu mar de Galilea y en medio de tus quehaceres/vida… Jesús pasa, te mira y te llama a seguirle. Él es Maestro itinerante, Maestro en camino y te invita, con su llamada, a que hagas camino detrás de Él y seas “pescador de hombres” para que el ser humano encuentre vida.

El “sí o el no” a esta invitación de Jesús se encuentra en ti. Tú eres el que debes de responder a la llamada. Recuerda que todo brota de una llamada.

lunes, 18 de enero de 2021

EVANGELIO: BUENA NOTICIA

 

La palabra "evangelio" viene del griego “euaggélion”. Y significa literalmente "buen anuncio", "buena noticia". Decir evangelio era lo mismo que anunciar una nueva era, en la que la paz, el bienestar y la felicidad se iban a imponer, de acuerdo con las creencias de aquel tiempo. Los evangelios se presentan como la “buena noticia"  que  se  le  da  al  mundo, a los pobres y marginados.

En la enseñanza de San Pablo, el "evangelio" es un término central. Y se refiere a la "buena noticia" según la cual Dios, por medio de la muerte y la resurrección de Jesús, ha realizado la salvación del mundo (Rom 1,1ss; 1Cor 15,1ss). Por lo tanto, el evangelio es la fuerza salvadora y liberadora de Dios puesta en acción en favor de los hombres.

Pero hay una diferencia fundamental entre el antiguo y el nuevo actuar de Dios: en el Antiguo Testamento, Dios actúa a través de mediadores (Abrahán, Moisés, los profetas...); cuando llega la "plenitud de los tiempos", Dios interviene directamente, porque es el Hijo mismo de Dios el que se hace presente en miedo de la humanidad.

Por lo tanto, con la venida de Jesús al mundo, se inaugura una etapa enteramente nueva para la humanidad. Esta se caracteriza por dos cosas: primero, porque es una etapa de liberación total, segundo, porque en esta etapa actúa Dios directamente en la persona y en la obra de Jesús. Por eso, Jesús y el evangelio constituyen el acontecimiento central en la historia de la salvación. De ahí la importancia de estudiar detenidamente lo que representa el evangelio y su significación para nosotros.

“Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios: Convertíos y creed la Buena Noticia”

domingo, 17 de enero de 2021

DOMINGO DE LA PALABRA DE DIOS

 

El Domingo de la Palabra de Dios, querido por el Papa Francisco en el III Domingo del Tiempo Ordinario de cada año, recuerda a todos, pastores y fieles, la importancia y el valor de la Sagrada Escritura para la vida cristiana, como también la relación entre Palabra de Dios y liturgia: «Como cristianos somos un solo pueblo que camina en la historia, fortalecido por la presencia del Señor en medio de nosotros que nos habla y nos nutre. El día dedicado a la Biblia no ha de ser “una vez al año”, sino una vez para todo el año, porque nos urge la necesidad de tener familiaridad e intimidad con la Sagrada Escritura y con el Resucitado, que no cesa de partir la Palabra y el Pan en la comunidad de los creyentes. Para esto necesitamos entablar un constante trato de familiaridad con la Sagrada Escritura, si no el corazón queda frío y los ojos permanecen cerrados, afectados como estamos por innumerables formas de ceguera»

Por medio de las lecturas bíblicas, Dios habla a su pueblo y Cristo mismo anuncia su Evangelio; Cristo es el centro y la plenitud de toda la Escritura: Antiguo y Nuevo Testamento

Los Pastores son los primeros que tienen la gran responsabilidad de explicar y permitir que todos entiendan la Sagrada Escritura. Puesto que es el libro del pueblo, los que tienen la vocación de ser ministros de la Palabra deben sentir con fuerza la necesidad de hacerla accesible a su comunidad. 

Es conveniente promover encuentros formativos para poner de manifiesto el valor de la Sagrada Escritura y ser una ocasión para conocer mejor cómo la Iglesia en oración lee la Sagrada Escritura; cuáles son los criterios de distribución litúrgica de los diversos libros bíblicos a lo largo del año y en sus tiempos; la estructura de los ciclos dominicales y feriales de las lecturas de la Misa.

El Domingo de la Palabra de Dios, quiere reavivar la conciencia de la importancia de la Sagrada Escritura en nuestra vida de creyentes, a partir de su resonancia en la liturgia, que nos pone en diálogo vivo y permanente con Dios. «La Palabra de Dios escuchada y celebrada, sobre todo en la Eucaristía, alimenta y refuerza interiormente a los cristianos y los vuelve capaces de un auténtico testimonio evangélico en la vida cotidiana»

En nuestra parroquia, para tener familiaridad e intimidad con la Palabra de Dios y valorarla como la voz del Padre que guía nuestros senderos, todos los viernes a las 19,30 h estudiamos los textos de la Sagrada Escritura que serán proclamados en el domingo. Esta actividad está abierta a quienes deseen participar en ella. Es un encuentro sencillo con las lecturas dominicales que nos ayudan a comprender qué es lo que Dios nos quiere comunicar y cómo lo podemos llevar a nuestra vida.

Te animamos a que participes en esta actividad al hilo del domingo de la Palabra de Dios

LIMPIEZA Y RETIRADA DE NIEVE PARA FACILITAR LA ENTRADA AL TEMPLO.

Aunque han transcurrido siete días desde el paso de la borrasca “Filomena”, aún se encuentran nuestras calles con gran cantidad de nieve y con el peligro de “hielo” debido a las bajas temperaturas. 

Gracias a un grupo de voluntarios, en la mañana del sábado 16 de enero, fue retirada, de las rampas de acceso a la parroquia Beata María de Jesús, toda la nieve que estaba acumulada, con el fin de facilitar el paso al templo y a todas las dependencias parroquiales, especialmente de nuestros mayores e impedidos.

Agradecemos a quienes han puesto su tiempo al servicio de este bien común y deseamos que, con toda la prudencia debida, se reanuden nuestras actividades pastorales con la mayor normalidad.


Foto: Rampas de entrada al templo.

jueves, 14 de enero de 2021

APAGADO O FUERA DE COBERTURA

En algunas ocasiones, cuando quieres ponerte en contacto con una persona y llamas a su teléfono, una voz te dice que, este número con el que quieres contactar, está “apagado o fuera de cobertura”; es una indicación inequívoca de que aquella persona con la que deseas hablar no está en disposición de hacerlo, o bien porque ha decidido apagar el teléfono de forma voluntaria, o bien porque se ha quedado sin batería o bien porque tal vez ha entrado en una zona donde no hay la suficiente cobertura para que se produzca esa conexión… En esta ocasión únicamente queda esperar a que tu interlocutor esté en actitud de “escucha” saliendo de la zona sin cobertura o encendiendo su teléfono. Sólo en estas circunstancias podrás mantener aquella conversación que deseas.

Las lecturas que son proclamadas en la liturgia en este domingo 2º del Tiempo Ordinario (ciclo b) nos presentan a Dios que ofrece una nueva promesa: Dios que habla, Dios que muestra; Dios que nos habla y Dios que se nos muestra. Un Dios que nos llama para una misión concreta y una escucha-respuesta por nuestra parte.

Si el domingo pasado en la fiesta del Bautismo del Señor, las lecturas nos hacían una presentación de la persona de Jesús como Siervo, Mesías e Hijo de Dios, en este domingo se da un nuevo paso de meditación y se ofrece al cristiano bautizado una llamada que tiene la iniciativa en Dios (vocación), una invitación a ser discípulos misioneros de Aquel que es el Señor. Y nuestra respuesta a esa “Voz”, porque es central en nuestra vida cristiana responder a esa voz que llama para iniciar nuestra misión.

La primera lectura (1Samuel 3,3-10.19) puede ser una de aquellas lecturas más conocida del Antiguo Testamento. El marco es un lugar sagrado “donde estaba al arca de Dios” símbolo de la presencia divina. Los ojos de Elí empezaban a apagarse dándonos a entender que el pueblo pasaba por una situación de sequía, se encontraba “sin cobertura” y había olvidado a Aquel que lo había hecho salir de Egipto y guiado, por el desierto, hasta la tierra prometida. En medio de esta situación del pueblo, Dios habla y llama a Samuel, es una voz débil y confusa, pero no por culpa de Dios sino porque “aún no conocía Samuel al Señor pues no le había sido revelada la palabra del Señor”, andaba con muy mala cobertura.

La actitud de Samuel es ponerse en modo de escucha. Así se convierte este niño en modelo, para ti y para mí, de disponibilidad a la llamada de Dios. “Habla Señor que tu siervo escucha” son las palabras que pronuncia y que nos indican el deseo de Samuel de tener cobertura con Dios.

En el evangelio (Juan 1,35-42) se nos presenta la vocación de los dos primeros discípulos del Señor. La iniciativa en la conversación parte de Jesús: “¿Qué buscáis?” dando la posibilidad y ofreciendo la oportunidad de una respuesta por parte de los discípulos: “¿Dónde vives?”. La propuesta del Maestro es “Venid y veréis”…. Y así comenzó una historia personal de amor y respuesta a la llamada de Jesús que se queda grabada en los discípulos de tal manera que recuerdan que “eran las cuatro de la tarde”. Así comenzó su testimonio: “hemos encontrado al Mesías”

Reflexión: Comienzan los domingos del Tiempo Ordinario que nos irán guiando y enseñando, como si de una escuela se tratara, para formarnos en el seguimiento de Jesús y de su mensaje.

Hoy, recibimos la primera lección: si no nos ponemos en actitud de “escucha” será imposible reconocer la “voz de Dios” e imposible responder a esa voz y conocer nuestra misión. Dios nos llama a nosotros como lo hizo a Samuel y a sus discípulos. La llamada de Dios necesita una respuesta nuestra, pero para responder hay que escuchar.

Jesús invita a Juan y Andrés, les llama a que hagan la experiencia de convivir con Él. Ellos escucharon y respondieron, y vieron dónde vivía y decidieron permanecer con Él. Lo que les atrajo fue su testimonio, les impactó tanto que interiormente lo único que deseaban era quedarse a su lado. Nadie puede hacer una verdadera experiencia de Cristo y no quedar con alguna huella visible.

En este evangelio, además, se nos muestra cómo el escuchar la llamada y responder a ella lleva a tener una necesidad muy grande de trasmitir a los demás lo escuchado y vivido. El mismo Andrés no duda en llevar la buena noticia de que han encontrado al Mesías a su hermano Simón, para después presentarlo con el Señor.

El apostolado será el fruto de una actitud de escucha-respuesta a la voz de Dios que es de quien parte la iniciativa, brota como una exigencia de quien ha experimentado el amor del Señor y desea ardientemente que los demás también puedan gozar de este maravilloso encuentro.

lunes, 11 de enero de 2021

JORNADA DE LA INFANCIA MISIONERA 2021

 

El 17 de enero se celebra la Jornada de la Infancia Misionera 2021. Una jornada donde la Iglesia católica vela por la vida de millones de niños en todo el mundo. Este curso los niños y niñas podrán conocer cómo era la vida familiar y social de Jesús, bajo el lema «Con Jesús a Nazaret. Somos familia». Los niños descubrirán como vivía la fe con su familia y la compartía.

Infancia Misionera es una red mundial de niños, presente en 120 países. Los pequeños se forman sobre la misión y ayudan a esos niños más vulnerables en las misiones. Esta es una red pionera en la defensa de la infancia: se fundó en 1843, ochenta años antes de la Declaración de los Derechos de los Niños en Ginebra. Así mismo, está promovida por el Papa, puesto que Infancia Misionera es una de las Obras Misionales Pontificias (OMP), institución de la Santa Sede que fomenta el espíritu misionero, y canaliza las ayudas de todo el mundo para las misiones.

Infancia Misionera lleva a cabo dos acciones:

1.- Primeramente, sensibilizar en la misión. Los niños aprenden a ser misioneros. Con esta Obra Pontificia se empodera a los niños en la Misión de la Iglesia. A lo largo del año se promueven para ellos actividades misioneras en colegios y catequesis alrededor del mundo, invitándolos a rezar y a vivir como pequeños misioneros en sus ambientes.

2.- En segundo lugar, con el dinero que dan los niños de todo el mundo se crea un Fondo Universal de Solidaridad para proyectos destinados a la infancia.

Puedes tener más información sobre la Jornada de Infancia Misionera 2021 en este enlace: 

https://www.omp.es/jornada-infancia-misionera/

SEMANA DE ORACION POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS

 

La Iglesia celebra la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos del 18 al 25 de enero de 2021, bajo el lema: “Permaneced en mi amor y daréis fruto en abundancia” (cf. Jn 15, 5-9)

Cuatro son las dimensiones que se destacan en esta semana de unidad 

1.- Permanecer en el amor de Dios es reconciliarse con uno mismo: Nuestros corazones, cuerpos y mentes, lejos de ser uno, a menudo se encuentran dispersos e impulsados hacia diferentes direcciones. El cristiano desea ser uno en sí mismo y estar unidos a Cristo. Jesús nos dice «Permanece en mí como yo permanezco en ti» (Jn 15, 4a). Una vida íntegra presupone un camino de auto aceptación y de reconciliación con nuestras historias personales y heredadas.

2.- De permanecer en Cristo a dar frutos: «La gloria de mi Padre se manifiesta en que produzcáis fruto en abundancia» (Jn 15, 8). No podemos dar frutos por nuestra cuenta. No podemos dar frutos separados de la vid. Lo que produce frutos es la savia, la vida de Jesús que fluye en nosotros. Permanecer en el amor de Jesús, seguir siendo un sarmiento de la vid, es lo que permite que tu vida fluya en nosotros.

3.- Permaneciendo en Cristo, la fuente de todo amor, el fruto de la comunión crece: Las divisiones entre cristianos, que nos alejan a unos de otros, son un escándalo porque también nos alejan de Dios. Muchos cristianos, conmovidos por esta situación, oran fervientemente a Dios por la restauración de esa unidad por la que Jesús oró. La oración de Cristo por la unidad es una invitación a retornar a él y a acercarnos unos a otros, regocijándonos en la riqueza de nuestra diversidad.

4.- Permaneciendo en Cristo, el fruto de la solidaridad y del testimonio crece: Aunque nosotros, como cristianos, permanecemos en el amor de Cristo, también vivimos en una creación que gime mientras espera ser liberada (cf. Rom 8). Atestiguamos que en el mundo existe el mal del sufrimiento y del conflicto. A través de la solidaridad con los que sufren, permitimos que el amor de Cristo fluya a través de nosotros. El misterio pascual da fruto en nosotros cuando ofrecemos amor a nuestros hermanos y hermanas, y así alimentamos la esperanza en el mundo.

domingo, 10 de enero de 2021

HOJAS ALEGRIA. CICLO B TIEMPO ORDINARIO HASTA CUARESMA

6º DOMINGO TIEMPO ORDINARIO. HOJA ALEGRÍA Nº 106


5º DOMINGO TIEMPO ORDINARIO. HOJA ALEGRÍA Nº 105

4º DOMINGO TIEMPO ORDINARIO. HOJA ALEGRÍA Nº 104


3º DOMINGO TIEMPO ORDINARIO. HOJA ALEGRÍA Nº 103

2º DOMINGO TIEMPO ORDINARIO. HOJA ALEGRÍA Nº 102

TRAS LA TEMPESTAD LLEGAN LOS TRABAJOS PARA VOLVER A LO HABITUAL

 
Foto: Entrada al templo.

El paso de “Filomena” por nuestras vidas ha dejado estampas muy bonitas e inusuales pero para verlas detrás de las ventanas de casa. Se nos han inundado los teléfonos móviles de whatsapp con esas imágenes y videos, a cual más sorprendente. Pero también hay muchas escenas que no son tan preciosas y geniales, sólo hay que dedicar unos minutos a pensar en aquellos que no tienen techo, en los que han quedado atrapados muchas horas en las carreteras, en las personas que han tenido que doblar turnos en sus trabajos, en aquellos que han tenido fallecimientos familiares en este fin de semana, en quienes estaban en hospitales, o enfermos y ancianos que viven en soledad…

Nosotros, en la parroquia, hemos tenido que suspender las diversas actividades como la catequesis del viernes para niños y adolescentes, la formación de la Biblia y la Eucaristía del sábado, ya que se hacía imposible llegar hasta la parroquia que estaba cubierta de nieve.

Pero hoy, domingo, y gracias a unos voluntarios (Juan, Rafú, Bárbara, Alfredo, Santy…) se ha acondicionado los accesos al templo y salones para que se puedan reanudar la vida parroquial. E, igualmente, se reanude el miércoles las clases que el Instituto Brianda de Mendoza imparte en los salones parroquiales.

Aún con todo hacemos un llamamiento, especialmente a nuestros mayores y enfermos, a la prudencia, ya que hay placas de hielo, ramas de árboles que se desploman porque no soportan el peso y temperaturas gélidas.

jueves, 7 de enero de 2021

SEÑALES

 

Señal es un término que proviene del latín “signalis”. Se trata de un signo, marca o medio que informa, avisa o advierte de algo o de alguien. Este aviso permite dar a conocer una información, realizar una advertencia o constituirse como un recordatorio.

La experiencia nos dice que, en nuestra vida, necesitamos de “señales” para poder distinguir y reconocer a una persona o cosa de las demás. Usamos las señales para lo más sencillo de nuestro vivir, como marcar una página de un libro que nos interesa, o como gesto, mediante el movimiento de alguna de las extremidades del cuerpo, con el objetivo de advertir a otra persona de una determinada circunstancia, o como aviso sonoro de que el teléfono está ocupado o no tiene línea, o como necesidad para jugar al mus, o como seguridad que organiza y regula el tráfico de vehículos… etc Si te detienes a pensar nuestra vida está salpicada de señales.

En el aspecto espiritual también existen señales que nos informan, ayudan o advierten de lo esencial con el propósito de adecuar nuestro interior a lo verdaderamente importante, dejando a un lado lo circunstancial y prescindible que nos desvían de lo verdaderamente autentico y genuino. Las lecturas de hoy, segundo domingo del Tiempo Ordinario (ciclo b) nos hablan de estas señales que encontramos en nuestra vida espiritual.

La primera lectura (Isaías 42,1-4.6-7) se encuadra dentro del primer poema de los “Cantos del Siervo del Señor”. El Siervo, no confundir con esclavo, representa un modo peculiar de proceder del hombre delante Dios. Este “Siervo”, para los cristianos, se convierte en señal simbólica y espiritual de Jesús porque, aparte de ser elegido por el Señor, tiene la misión de traer la salvación a los hombres y de ser “alianza del pueblo y luz de las naciones” Podemos advertir que la descripción de las características del Siervo del Señor, son señales que nos hablan del Maestro de Nazaret.

Igualmente, en el evangelio (Marcos 1,7-11) encontramos que Juan señala al Mesías con estas palabras: «Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.» Este anuncio queda confirmado en el episodio del Bautismo de Jesús, cuya narración evoca pasajes del Antiguo Testamento como el leído en la primera lectura de Isaías 42,1.

Marcos, con la expresión “rasgarse el cielo”, ofrece a su comunidad una señal sobre el Mesías. Se derriba el muro que separaba a Dios de los hombres y el Espíritu desciende sobre Jesús para romper el silencio existente. Queda así acreditado como Mesías. Dios toma la palabra para revelar la identidad de Jesús como su “Hijo Amado”. El Mesías esperado es también el Hijo amado de Dios. El Bautismo de Jesús se convierte en la señal por la que la humanidad cuenta, a través del Hijo, con la presencia salvadora de Dios.

Reflexión: Con la fiesta litúrgica del Bautismo de Jesús, concluye el tiempo de Navidad. Pero no finaliza el tiempo de ser nosotros testigos de la Luz y de la Vida. Todo lo que hemos meditado a lo largo de este tiempo de gracia nos convierte en señales para aquellos que buscan un sentido de felicidad a su vida.

Si los poemas del Siervo del Señor de Isaías son señales sobre Jesús y el bautismo del Señor son señales de un Dios que salva, tú y yo debemos ser señales que acerquen al hombre y la mujer de hoy hasta Aquel que es “Dios con nosotros” (Enmanuel)

Nuestras vidas, con sus palabras y acciones, tienen que ayudar al ser humano a encontrarse con un Dios que abraza, sana y salva. Nuestro bautismo no fue un acontecimiento social sino un compromiso de fe. Hemos sido lavados y recibimos al Espíritu Santo en este sacramento para identificarnos con Cristo, con su misión. Fuimos crismados para continuar siendo “cristos” en el mundo.

En el bautismo cuando fuimos crismados se nos dijo: “Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que os ha liberado del pecado y dado nueva vida por el agua y el Espíritu Santo, os consagre con el crisma de la salvación para que entréis a formar parte de su pueblo y seáis para siempre miembros de Cristo, sacerdote, profeta y rey”