Hoy, día 20 de
junio, se conmemora en todo el mundo el Día Mundial de las Personas
Refugiadas.
Fue en el año 2001
cuando la Asamblea General de Naciones Unidas fijó esta fecha en el calendario
con motivo del 50 aniversario de la celebración de la Convención de Ginebra
sobre el Estatuto de los Refugiados, en 1951.
Cuando se cumplen 66
años desde la Convención de Ginebra, los motivos que la hicieron necesaria
siguen desgraciadamente vigentes. Si en ese momento Europa se recuperaba de la
devastadora II Guerra Mundial, hoy, en 2019 se continúan sucediendo las circunstancias
que obligan a las personas a dejar su hogar y su país de origen a causa de la
guerra, la violencia y la persecución.
A día de hoy se
estima en más de 70,8 millones de personas el número de refugiadas y
desplazadas forzosas en el mundo.
En la actualidad,
según ACNUR, una de cada 108 personas en el mundo es un desplazado forzoso;
siendo Siria el país que más refugiados genera un 82% del total y siendo Turquía
el país que más acoge.
Los “países ricos” acogen al 16%. Destaca Alemania con algo más de un millón de refugiados.
Los “países ricos” acogen al 16%. Destaca Alemania con algo más de un millón de refugiados.
Con
motivo del 20 de junio, Día Mundial de las Personas Refugiadas, desde este blog
os ofrecemos esta oración pidiendo al Padre Dios por esta realidad tan dolorosa
para tantos hermanos y hermanas nuestros.
Padre del cielo,
Nadie es extranjero para ti y
nadie está nunca lejos de tu cariño.
En tu bondad, cuida de los migrantes, refugiados y solicitantes de asilo, de los que están separados de sus seres queridos, de los que están perdidos y de los que han sido exiliados de sus hogares.
En tu bondad, cuida de los migrantes, refugiados y solicitantes de asilo, de los que están separados de sus seres queridos, de los que están perdidos y de los que han sido exiliados de sus hogares.
Llévalos en condiciones seguras
al lugar donde quieren estar.
Envía tu Espíritu Santo sobre nuestros gobernantes, para que promulguen leyes y políticas acordes con la dignidad de toda persona humana.
Envía tu Espíritu Santo sobre nuestros gobernantes, para que promulguen leyes y políticas acordes con la dignidad de toda persona humana.
Concédenos la gracia de una santa
audacia para ser solidarios con los más vulnerables entre nosotros y para ver
en ellos el rostro de tu Hijo.
Te lo pedimos por Jesucristo,
nuestro Señor, que también fue refugiado y migrante. Amén.
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