lunes, 7 de abril de 2025

PREPRADOS PARA LA SEMANA GRANDE DE LA FE

 
Foto: Símbolo de cuaresma (Parroquia Beata)

Tras la celebración del domingo quinto de cuaresma, se acerca, un año más, la semana grande de nuestra fe; semana en la que celebraremos los misterios de pasión, muerte y resurrección del Maestro y Señor; semana en la que cimentamos la esperanza que nadie nos puede arrebatar y es esperanza que no defrauda.

A lo largo de cuaresma, domingo tras domingo, hemos ido viviendo diversas actitudes, extraídas de la meditación y lectura de los evangelios que la Iglesia nos proponía en este ciclo litúrgico. Acompañados por un particular símbolo, que fue realizado por el equipo de liturgia de la parroquia, se nos ha ido animando a experimentar la cuaresma como un viaje en metro hacia la Pascua que tenía como punto de partida el miércoles de ceniza.

Confianza, escucha, conversión, misericordia y esperanza han sido las estaciones donde hacia parada el metro y en las que se nos invitaba a montarnos. Estas estaciones tenían diversas líneas de correspondencias que no podíamos olvidar: Espíritu Santo, Bautismo, Buen Pastor, Padre Nuestro y Jubileo

Gracias a este tiempo de preparación y a lo vivido en él, tenemos un gran apoyo para celebrar la Semana Santa con una mirada esperanzadora en Pascua. Vivamos cada instante desde el amor que Dios nos tiene y disfrutemos de lo que el Señor tiene preparado para nosotros. Extraigamos todo el jugo espiritual que nos proporciona el tiempo nuevo y que comienza con la entrada de Jesús en Jerusalén.

viernes, 4 de abril de 2025

LANZADORES DE PEDRUSCOS

 

5º Domingo del Tiempo Cuaresma

En mis años de sacerdocio, allá donde he tenido que prestar un servicio pastoral, me he encontrado con lanzadores oficiales de pedruscos. Personajes que tienen la mala costumbre de sembrar malestar a su paso, basándose en la ley del embudo. Son todo un virus contagioso que se reproduce con suma facilidad, ya que, en nombre de no sé qué ley, se permiten condenar a otros en vez de calzarse sus zapatos. Estos cristianos de preceptos y normas, pero no de evangelio, optan por apedrear al otro pasando por alto el relato evangélico de este domingo y su propia conducta, que suele dejar mucho que desear. Esta actitud tiene un componente grande de vivir instalado en lo fácil e injusto ya que apelan a la ley del “cristiano ideal” de la que ellos se han autoproclamado modelos. En fin, en cada una de las piedras que arrojan se plasma aquello de la manga ancha para mí y estrecha para el otro.

En este domingo 5º del tiempo de cuaresma (ciclo c) te invito a que descubras que, frente a los lanzadores de piedras, Jesús muestra el rostro compasivo de Dios. Se nos ofrece un contraste entre nuestros juicios severos sobre los demás y los juicios indulgentes sobre nosotros mismos. Igualmente, puedes descubrir la diferencia entre el juicio implacable de “las personas de Dios por oficio, escribas y fariseos” que están dispuestas a acusar, juzgar, condenar y apedrear y el no juicio de Dios.

Comienza el evangelio (Juan 8,1-11) presentándonos a Jesús en el templo enseñando y a los puristas de la ley (letrados y fariseos) buscando la forma de comprometer y acusar al Maestro por saltarse la ley. Para ello, presentan a una mujer que «ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?» La narración tiene de trasfondo una nueva trampa tendida a Jesús por sus enemigos, ya que absolver iba contra la ley judía (Levítico 20) y condenar contra la ley romana que prohibía a los judíos matar por su cuenta.

La respuesta de Jesús, que hemos insertado en nuestro lenguaje, es conocida: «El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra» Es decir, el Señor a los acusadores les pide que se miren dentro de ellos y a la acusada le ofrece el perdón, la paz y un futuro nuevo. «Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más». Una vez más, este modo de obrar de Jesús manifiesta el rostro de Dios que, con su misericordia y perdón, elimina definitivamente el pasado y entrega a la mujer adultera un futuro nuevo. Con la no condena, Jesús rehabilita a esta persona ante Dios, ante ella misma y ante los demás. El perdón de Jesús es creativo. Acoger al señalado y acusado y obrar siempre con misericordia posibilita el cambio.

Por el contrario, los acusadores, en nombre de la ley de Dios, niegan a la mujer adultera este cambio, la condenan bajo las piedras que sostienen entre sus manos, no le ofrecen un futuro esperanzador, sólo buscan sepultar su pasado y a la persona misma. El castigo querido por los fariseos y letrados es estéril, no ofrece ningún porvenir.

Lo que esta mujer necesitaba no eran piedras, sino alguien que le ayudara y le ofreciera la posibilidad de rehabilitarse, salir de su postración y ser liberada. Menos resentimiento, ira o agresividad y más compasión, perdón y acogida. Menos dedos hipócritas y acusadores y más experiencia verdadera y sincera de perdón.

El contenido del evangelio de esta semana es claro: invita a no hacer juicios sobre los demás y menos aún a declarar culpable a nadie. Jesús vino a salvar al ser humano en su fragilidad, no a perderlo, ni condenarlo. Por ello, el Maestro, rompiendo los moldes del puritanismo de la época, deja libre a la mujer y le concede el perdón y un nuevo camino de vida.

Reflexión: No todos, pero la mayoría de los apedreamientos que se realizan en el seno de nuestra Iglesia tienen que ver con el sexo. Parece que supervaloramos este aspecto y, por ello, desestímanos, e incluso nos oponemos férreamente, a la colaboración en la vida de la comunidad de aquellos que no tienen una vida reglada o una vida matrimonial sin disolución del vínculo o una concreta tendencia sexual. Hemos perdido muchas energías apedreándolos y poco hemos trabajado para localizar el auténtico pecado que separa de Dios y aísla de los hermanos.

La imagen de la mujer adultera junto a Jesús puede representar a cualquier comunidad de fe, a cualquiera de nosotros, que necesitamos acogida y compasión para rehabilitarnos. Frente a tantos enjuiciamientos y condenas fáciles, el Señor nos propone no condenar a los demás desde la fría objetividad de una ley, sino a comprenderlos desde nuestra propia conducta personal. Antes de arrojar pedruscos contra nadie, hemos de saber juzgar nuestro propio pecado, entonces quizás descubriremos que lo que muchas personas necesitan no es la condena, sino que alguien les ayude, escuche y rehabilite. ¡Menos piedras y más misericordia!

miércoles, 2 de abril de 2025

HORARIOS DE CELEBRACIONES DE SEMANA SANTA 2025

 

JUBILEO DE LA ESPERANZA EN EL MES DE ABRIL

 

El mes de abril, el Jubileo de la Esperanza nos propone trabajar el signo de la Cooperación. A continuación, se detallan las actividades que se han preparado (se adjunta cartel):


·  Martes 8 de abril, a las 11.00 horas en la Plaza de Santo Domingo: Círculo del Silencio “Juntos somos más fuertes”.

·  Jueves 10 de abril, a las 11.30 horas en Casa Nazaret: Cortos y coloquio “Comparte tu punto de vista para cambiar el mundo”.

·  Jueves 24 de abril, a las 10.30 horas en Casa Nazaret: Ponencia 

   “La Cooperación en Manos Unidas”.

 

Os animamos a participar. Un fraternal saludo.