viernes, 5 de septiembre de 2025

TRADUCIR LA PALABRA CRUZ

 

Domingo XXIII Tiempo Ordinario

Habrás oído en muchas ocasiones la expresión: “Debes aceptar y soportar la cruz de cada día” Esta expresión u otras similares están en el lenguaje cotidiano. Yo me niego a pensar que la invitación de Jesús sea tomar nuestra cruz como aceptación pasiva de los sufrimientos, adversidades de todo tipo y dificultades propias de la vida, infectada por el virus de la maldad. Reconozco que entre sufrimiento y cruz existe una relación fácilmente entendible que nos puede confundir, pero me resisto a pensar que cruz, en los labios de Jesús, sea una simple aceptación del dolor físico-psíquico y de sus daños a terceros. Cuando Jesús propone a sus discípulos, como premisa de su seguimiento el cargar con la cruz no me parece a mí que haga referencia exclusivamente a soportar estoicamente las contrariedades de la vida, sino más bien a vencer las dificultades que nos ofrece el camino de seguimiento del Maestro.

En este domingo 23 del tiempo ordinario (ciclo c) he descubierto, principalmente en el evangelio, que la CRUZ que somos invitados a cargar tiene más de renuncia que de dolencia, enfermedad o adversidad. Puedo traducir la palabra cruz como renuncia a todo aquello que me estorba en el seguimiento fiel del Señor. Por lo que al hablar de cruz la reconozco, por ejemplo, más en la comodidad que en la enfermedad, más en la mediocridad que en una contrariedad, más en mirarse al ombligo que en el dolor.

El anuncio de que el Reino está abierto a todos, plantea necesariamente el problema de las exigencias que deben cumplir los discípulos, los que marchan siguiendo las huellas del camino propuesto por Jesús. El seguimiento del Señor pide, en muchas ocasiones, desprendimiento, renuncia y despojarse… Por ello, los dichos que nos presenta el evangelio de hoy (Lucas 14, 25-33) nos quieren indicar que seguir al Maestro no puede ser una cuestión sujeta a un día marcado en rojo en el calendario o a unos momentos concretos o fruto del azar, sino que conlleva necesariamente una dedicación total y no parcial.

Una vez más, te invito a que no leas la Palabra de Dios en su literalidad porque te escandalizaría el tener que optar en esta vida entre el amor al evangelio y el amor a padres, hijos, espos@s, hermanos y familiares. No se te pide, ni a ti ni a nadie, romper lazos de cariño y de amistad con tus seres más cercanos, sino que más bien se busca que comprendas que nada puede haber en este mundo que obstaculice tu compromiso del seguimiento del Maestro. «Si alguno viene a mí y no pospone a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío»

Responder positivamente a la llamada no te abre un mundo de facilidades, donde todo va a ser un jardín de rosas, donde no va existir la dificultad ni las preocupaciones. Decir SI al estilo de vida que te propone Jesús y vivirlo en su integridad te exige el estar preparado, “cargar con la cruz” y “seguirle”. Por eso, se deben sopesar las dificultades y los costos del compromiso por el Reino (Lucas 14,26) como hace un constructor al iniciar la edificación de una torre o un rey antes de comenzar una batalla.

“Cargar con la cruz” nos habla de la radicalidad en el seguimiento de Jesús y de su evangelio, de un estilo de vivir lo cotidiano a la luz de las exigencias del Reino y de unas consecuencias que no son palabritas bonitas sino opciones de fe y de vida, siguiendo los pasos marcados por Jesús. Las dos parábolas (constructor y el rey) nos están invitando a sopesar, desde la prudencia, nuestras posibilidades de responder a las demandas del evangelio, pero teniendo siempre como horizonte la renuncia total como condición para ser discípulo. «Así pues, todo aquel de entre vosotros que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío».

Reflexión: La revolución de Jesús consiste en que aquel que quiera ser discípulo suyo debe “cargar con la cruz”. Se convierte, por lo tanto, en una necesidad para el discípulo saber traducir la palabra cruz en el aquí y en el ahora, en este momento concreto de su historia. En muchas ocasiones, cuando nos hemos referido a la cruz que debemos cargar sobre nuestros hombros, hemos querido expresar y/o entender aquellas adversidades que atentan contra nuestra salud. Con este sentido hemos reducido, sin mala intención, la cruz al sufrimiento físico, emocional y espiritual.

Sin embargo, la cruz que se nos propone en el texto evangélico, va íntimamente unida a la misión del discípulo. Y por ello, a aquellas dificultades, exigencias y desprendimientos que nos exige nuestro seguimiento de Jesús. Desde este punto de vista podemos reconocer nuestras cruces como discípulos en: vivir la pequeñez, la humildad y el servicio desinteresado para ser grandes, en ser el último para ser el primero, en vender todo lo que tienes para tener un tesoro y ser rico, en levantarte y ponerte en camino para superar el discipulado en la comodidad… 

Ahora, traduce tú la cruz a tu propia vida de seguimiento de la persona de Jesús.

martes, 2 de septiembre de 2025

PRESENCIA DE NUESTRA PARROQUIA EN LA NOVENA DE LA PATRONA.

 

El lunes 1 de septiembre, como estaba anunciado, nuestra parroquia Beata María de Jesús, unida a las parroquias de San Juan de Ávila y San Pascual Bailón, celebrábamos el tercer día de novena en honor de nuestra madre la Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Antigua.

A las 19,30 h comenzó la oración del rosario que fue dirigido por miembros de la parroquia de San Juan de Ávila. A continuación, se celebró la Eucaristía, presidida por Antonio, párroco de San Pascual Bailón, y preparada en la liturgia por fieles de esta comunidad. La predicación estuvo a cargo de Jose Ángel quien nos animó a seguir el ejemplo de María, madre de la esperanza. Os ofrezco un extracto de sus palabras:

“En medio de un mundo que tantas veces se ve golpeado por la incertidumbre, la desesperanza y el dolor, la figura de María se alza como una señal de esperanza segura y de consuelo. Ella no es una figura lejana ni idealizada, sino una mujer real, profundamente humana, que caminó por la fe, a menudo en medio del silencio y de la oscuridad”

Fue un día de comunión y fraternidad que se hizo posible gracias a la actitud de todos los presentes. Agradecemos a quienes han hecho posible este encuentro con María y a quienes han puesto sus dones al servicio del otro.

HOJA ALEGRIA. TIEMPO ORDINARIO (CICLO C)

 HOJA ALEGRÍA. Nº 36. DOMINGO 23 TIEMPO ORDINARIO (CICLO C)

lunes, 1 de septiembre de 2025

LUNES 1 DE SEPTIEMBRE NUESTRA UDAP SE PRESENTA ANTE LA VIRGEN DE LA ANTIGUA

 

Hoy, tercer día de novena, lunes 1 de septiembre, las parroquias que formamos UDAP (San Pascual Bailón, San Juan de Ávila y Beata María de Jesús) nos presentamos ante nuestra Madre, la Virgen María, bajo la advocación de Ntra. Sra. de la Antigua. El tema que meditaremos, en este día de novena, será: María, Madre de la esperanza”

Se nos convoca, en la parroquia de Santa María (Concatedral) a las 19,30 h para la oración del rosario y a continuación la celebración de la Eucaristía. Es un día propicio para la oración comunitaria y para poner ante nuestra madre los gozos y esperanzas de nuestros corazones y del mundo.

Que nuestra presencia se convierta en signo de alegría y esperanza ante tantas fragilidades y sufrimientos que nos rodean.

“De ese modo ella cooperaba por nosotros en el cumplimiento de lo que había dicho su Hijo, anunciando que «debía sufrir mucho y ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar después de tres días» (Mc 8,31), y en el tormento de ese dolor ofrecido por amor se convertía en nuestra Madre, Madre de la esperanza”