PARROQUIA BEATA MARÍA DE JESÚS. "GUADALAJARA": HOARARIO DE MISAS EN LA BEATA A PARTIR DEL SABADO 28 JUNIO (INCLUIDO)

domingo, 22 de junio de 2025

HOARARIO DE MISAS EN LA BEATA A PARTIR DEL SABADO 28 JUNIO (INCLUIDO)

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REFLEXION DEL EVANGELIO. DOMINGO XIV TIEMPO ORDINARIO (6 JULIO CICLO C)

El EVANGELIO DE ESTE DOMINGO nos enseña, que nuestra misión consiste en realizar la misma labor de Jesús: hacer el bien, transmitir la paz, curar todas las dolencias y proclamar que el Reino de Dios está presente. Igualmente, se nos pone en guardia sobre la dificultad de nuestra misión, ya que se nos envía como “corderos en medio de lobos”, y se nos pide prontitud en la acción y desprendimiento. Por último, destacar que el fruto que producirá en nosotros ser apóstoles de Cristo, es la ALEGRÍA, pero no por lo que hayamos realizado, sino porque “nuestros nombres están inscritos en el cielo”, seremos bienaventurados y perteneceremos al Reino de Dios.

ORACIÓN DEL DISCÍPULO

Señor Jesús: Abre mis oídos, para que pueda escucharte Abre mis ojos, para que pueda verte Abre mis labios, para que pueda proclamarte Abre mis sentimientos,para que pueda alabarte Abre mi corazón, para que pueda amarte Purifica mi mente, mi imaginación, para que siempre seas Tú mi pensamiento. Permíteme reconocerte siempre como mi único Maestro y Señor Enséñame a ser como Tú, manso y humilde de corazón Recibe mi historia, Tú lo sabes todo, Tú sabes que te amo. Tú discípulo quiero Ser.

ORACIÓN DEL JUBILEO DE LA ESPERANZA

PADRE que estás en el cielo, la fe que nos has donado en tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano, y la llama de caridad infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo, despierten en nosotros la bienaventurada esperanza en la venida de tu Reino. Tu gracia nos transforme en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio que fermenten la humanidad y el cosmos, en espera confiada de los cielos nuevos y de la tierra nueva, cuando vencidas las fuerzas del mal, se manifestará para siempre tu gloria. La gracia del Jubileo reavive en nosotros, Peregrinos de Esperanza, el anhelo de los bienes celestiales y derrame en el mundo entero la alegría y la paz de nuestro Redentor. A ti, Dios bendito eternamente, sea la alabanza y la gloria por los siglos. Amén.