Seguimos inmersos en el Tiempo Ordinario y,
por lo tanto, seguimos escuchando enseñanzas de Jesús que deberíamos de aplicar
a nuestra vida de discípulos misioneros, con la intención de CRECER en el
seguimiento del Maestro, así como el deseo de EXTENDER su mensaje en nuestros
ambientes: familia, amigos, trabajos…
Concretamente en estos domingos, las lecturas
evangélicas, nos están describiendo las notas características y el perfil que
debe tener el Ciudadano del Reino.
Desde diversos ejemplos de la vida cotidiana
(relaciones sociales y comunitarias, vida conyugal, palabras veraces, ley del talión…)
el evangelista Mateo nos enseña:
1.- Que Jesús no rompe
con la Ley de Moisés sino que la perfecciona y le da cumplimiento.
2.- Que ante los
mandatos, mandamientos, normas de
conducta… etc no nos podemos comportar como los fariseos y letrados que rebajan
la ley a acomodándola a sus circunstancias, saltándose a capricho lo que no les
convenía o no se ajustaba a su pensamiento y exigiendo a los demás lo que ellos
eran incapaces de cumplir.
3.- Que el estilo de
vida de Cristo NO se basa en el cumplimiento externo sino en actitudes
profundas: el amor.
Proclamará Jesús que la ley es para el hombre
y para que el hombre haciéndola vida exprese la voluntad de Dios y su amor. Por
ello el cumplimento de la ley no es externa y superficial sino que brota desde
el corazón.
Animémonos a no conformarnos con el mero
CUMPLI – MIENTO, sino que demos pasos a actuar desde la raíz, desde el interior
que es donde se decide la vida y las acciones del hombre.
Os invito a que de forma individual y también
en comunidad avancemos en el seguimiento de Jesús buscando la perfección en el
actuar (“Sed perfectos como vuestro Padre
celestial es perfecto”)
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