Ante más de un millón de jóvenes, en su homilía de la Santa Misa en la explanada de Tor Vergata, el Santo Padre aseguró que el verdadero sabor de la vida no depende de lo que acumulamos ni de lo que poseemos, sino de lo que se acoge y se comparte con alegría, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones.
“¡Buon giorno a tutti! ¡Buona Domenica! ¡Good morning! ¡Buenos días! ¡Bonjour, Guten Morgen!” Este fue el saludo del Papa León sobre el palco y desde allí invocó la bendición de Dios sobre todos y expresó su deseo de que “la gran celebración en la que Cristo nos ha dejado su presencia en la Eucaristía” sea “una ocasión verdaderamente memorable para cada uno de nosotros”.
En este enlace te ofrezco la homilía completa del Papa león XIV en la celebración de la Eucaristía del jubileo de los jóvenes.