miércoles, 30 de diciembre de 2020

PAZ DE DIOS PARA EL NUEVO AÑO

 

Al abrir la Sagrada Escritura, bien en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, podemos encontrar muchas citas bíblicas en las que aparece la expresión: PAZ («Shalom» en hebreo, «Eirene» en griego) Es una palabra que tiene muchas acepciones, más allá de la ausencia de conflicto bélico entre individuos, naciones o instituciones. Es más que un simple saludo, aunque se use para ello, y no puede ser equiparado a  nuestro “hola”

En el contexto de la fiesta de Navidad, que estamos celebrando, debemos recordar que la paz es uno de los rasgos o características del Mesías y del Reino Mesiánico que se va a instaurar (Isaías 2,4) Igualmente, no podemos olvidar que el papa Pablo VI, en el año1968, instituyó el día 1 de enero, primer día del año, como la Jornada Mundial de la Paz. Toda una declaración de intenciones.

En esta reflexión a las lecturas del día 1 de enero, festividad de Santa María Madre de Dios, quisiera detenerme y profundizar contigo en la primera lectura (Números 6,22-27) en la que encontramos una sencilla, pero densa, fórmula con la que el pueblo era bendecido por los sacerdotes, posiblemente como respuesta a una buena disposición de los Israelitas, que se manifestaba en ciertas prácticas de perfección, como la del “nazireato” que aparece en el capítulo 6 de Números (NOTA: ver comentario)

“El Señor te bendiga y te proteja,

ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor.

El Señor te muestre su rostro y te conceda la paz”

Sin pretender dar clase de exegesis, que es algo que no controlo, sí me gustaría comentarte el significado de esta fórmula de bendición, especialmente lo relativo a la paz que aparece en el último versículo (Num 6,26) Esta bendición es uno de los textos, al menos para mí, más ricos teológicamente de todo el Pentateuco. Literariamente y poéticamente no soy un experto, pero me parece elegante, bello y artístico.

Resalto, en primer lugar, que en tres versículos, se repite de manera explícita en nombre del Señor, esto nos deja claro que la fuente y principio de toda bendición es Dios, no el sacerdote, que es un mero mediador.

En el versículo 24 se emplean dos verbos bendecir y guardar (o proteger), son términos clásicos usados en el Antiguo Testamento para expresar toda suerte de bienes y dones, tanto de orden natural como sobrenatural. “Guardar”: expresa protección de Dios que acompaña a su pueblo para defenderlo de sus adversidades y salvarlo en sus desgracias. El versículo 26 emplea una forma verbal de carácter antropomórfico “ilumine su rostro sobre ti” es expresión de la benevolencia y de la bondad; una bondad que concede “su gracia”, es decir favor y beneficios.

Por último, en el tercer versículo, Se pide al Señor que “muestre tu rostro”. Es decir que Dios mire con ojos de amigo… Y ““Te conceda la paz”, que, junto a bendecir, es el término que expresa de manera más plena los bienes de la salvación:

-      Los bienes del cielo y de la tierra.

-      La salud del cuerpo y del alma.

-      La prosperidad y la felicidad sin límites.

-      La vida, la alegría.

-      La plenitud y la satisfacción de los anhelos y los deseos más profundos del hombre tanto en las relaciones inter-humanas como en su proyección hacia Dios

Reflexión: “Shalom” es el término semita utilizado por todos los pueblos para saludar, pero por ser el que mejor condensa todo el bien que se puede desear a una persona. No solo digo “Hola, ¿qué tal te va?” Con el uso del término paz, expreso un deseo que va más allá de lo material o físico y se entronca en lo espiritual e interior.

Te pediría que, iniciaras el año, deseando y ofreciendo la paz semita. Es decir toda clase de bienes y protección. Que en tu vida reine la bondad y la benevolencia y, desde ellas, pidas al Señor que tenga la mirada de amigo, para ti, tu prójimo y el mundo, y conceda el favor y el beneficio de la paz para todos los corazones.

Comienza el año nuevo, 365 días a estrenar, para hacer realidad todo lo que nos expresa la fórmula de bendición que es proclamada en la primera lectura de Números. Días para desear la paz de Dios a todos los hombres y a la creación. Y días para que nuestra actitud y forma de vivir favorezca esa paz.

Por último, te ofrezco el enlace donde puedes encontrar el mensaje del papa Francisco en esta Jornada de la Paz 2020 que lleva como título: “La paz como camino de esperanza: diálogo, reconciliación y conversión ecológica”

http://www.vatican.va/content/francesco/es/messages/peace/documents/papa-francesco_20191208_messaggio-53giornatamondiale-pace2020.html

domingo, 27 de diciembre de 2020

ORACION DE FINAL Y PRINCIPIO DE AÑO

 

Señor, al terminar este año, quiero DARTE GRACIAS por lo que recibí de tus manos. Gracias por la vida, el tiempo, los talentos y los bienes que me entregaste y  por haberme enseñado a valerme de ellos para colaborar contigo en tu proyecto de amor para con los hombres. Gracias  por las personas que a lo largo de estos doce meses estuvieron conmigo y por aquellas que hoy ya no lo están; gracias por las nuevas amistades, por aquellas personas bondadosas que me tendieron su mano, y también, por aquellas que me diste la oportunidad de ayudar.

TE PIDO PERDON, Señor, por el tiempo perdido, por el daño que pude haber causado, por dinero mal gastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado. Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho, y perdón por vivir sin entusiasmo. Por todos mis olvidos, descuidos y silencios nuevamente te pido perdón.

En los próximos días iniciaré un NUEVO AÑO te presento estos nuevos 365 días. Hoy te pido para mí y los míos paz y alegría, fuerza y prudencia, claridad y sabiduría. Quiero vivir cada día con optimismo y bondad llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión. Cierra Tú mis oídos a toda falsedad y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes. Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno que mi espíritu se llene sólo de bendiciones y las derrame a mi paso. Cólmame de bondad y de alegría para que, cuantos conviven conmigo o se acerquen a mí encuentren en mi vida un poquito de TI. Danos un año feliz y enséñanos a repartir felicidad. Amén

DECÁLOGO DE PAZ (1 enero)

1. Mira a todos con respeto

2. No hables mal contra nadie, no condenes a ninguna persona grupo, pueblo o institución.

3. Perdona las injurias presentes y pasadas, líbrate de las garras del odio, guarda la libertad de tu corazón para amar, para convivir, para comenzar una vida nueva cada día.

4. Desea simplemente la paz con todos, la colaboración, la convivencia, el gozo de la fraternidad y del servicio.

5. Trata de simplificar los problemas en vez de agrandarlo.

6. Ten el valor de negarte a colaborar con cualquier proyecto violento, apártate de los que enseñan y practican el odio, la venganza y la violencia.

7. Crea en torno a ti sentimientos y actitudes de paz, de concordia, de convivencia, de misericordia y de consuelo.

8. Apoya a los que trabajan sinceramente por la paz

9. Dedica algún tiempo a trabajar tú también por la paz, con serenidad, esperanza y generosidad.

10. Pide a Dios que te dé el espíritu de la sabiduría de la bondad, de la fortaleza y de la generosidad para ser instrumento de su bondad y de su amor en un mundo renovado donde todos podamos vivir en la verdad, el amor, la libertad y la fraternidad.

jueves, 24 de diciembre de 2020

LA PARROQUIA DE LA BEATA OS DESEA PAZ Y FELICIDAD


 

SIMBOLOGIA DEL NACIMIENTO EN NUESTRA PARROQUIA DE LA BEATA

 

GLORIA AL SEÑOR Y PAZ AL SER HUMANO QUE DIOS AMA

A los pies del altar de nuestra parroquia se encuentra la representación del nacimiento de Jesús.

Con la imagen de un templo en ruinas queremos simbolizar el tiempo que estamos viviendo. Tiempo de incertidumbres, miedos, inseguridades, soledad, precariedad… Tiempo en que todo lo que habíamos construido se nos ha caído poniéndose de manifiesto lo inconsistente de nuestros proyectos y cálculos sobre el futuro. Pensábamos que todo lo teníamos “controlado”, que no había pregunta que no supiéramos responder, que no había interrogante o problema que la ciencia y la técnica no pudiera resolver.

El civd-19 nos ha puesto en nuestro lugar: somos frágiles y limitados. No somos dioses ni hemos conquistado la inmortalidad.

Las imágenes de la Sagrada Familia nos ofrecen la esperanza. Sí, somos vulnerables pero no estamos derrotados, porque somos hijos de Dios con capacidad creadora y sembradores de talentos. Estamos creados para amar y con capacidad de mirar al futuro.

María, con la actitud que expresa protegiendo al Niño Dios, nos invita a abrazarnos a Jesús que da sentido a nuestras vidas.

Este Niño indefenso es la fuerza de salvación que nos libera, que realiza la misericordia y que nos recuerda que Dios es fiel a su pacto de Amor. Él es el sol que nace de lo alto, que ilumina nuestras tinieblas, que da vida a los que viven en sombras de muerte y que guía nuestros pasos por caminos de paz.

La rosa blanca representa a todas las personas que han fallecido a lo largo de esta pandemia.

También ponemos los sufrimientos, situaciones de dolor y problemas de cuantas personas caminan con nosotros en Navidad.

La parroquia Beata María de Jesús se une a vosotros en este momento de la historia para estar cerca, dejarnos acompañar e iluminar lo que necesite ser iluminado en nosotros y en este mundo

DIOS SE SIGUE HACIENDO PRESENTE ENTRE NOSOTROS.

LO ENCONTRAREIS ENVUELTO EN PAÑALES

Y ACOSTADO EN UN PESEBRE.


martes, 22 de diciembre de 2020

CURIOSIDADES DEL MOMENTAZO

 

Al menos curioso… que aquel que es descrito por el evangelista san Lucas como “Salvador, Mesías y Señor” (Lc 2,11) nazca despojado y en pobreza, sin el ambiente de alegría y fiesta propio de un acontecimiento como este, sin vecinos ni parientes que acudan a felicitar a los padres… Reina, en este “momentazo del nacimiento de Jesús”, silencio y soledad. Todo lo contrario que ocurrió en el nacimiento del Bautista.

Curioso, igualmente, que a los primeros que se les revela la buena noticia de la salvación sean unos pastores, representantes de los pobres y sencillos, hombres de mala fama, en el tiempo de Jesús, personas de pésima reputación y no muy apreciados, más bien despreciados. Algunos estudiosos achacan esta fama a ser personas que su forma de vida les llevaba a no lavarse asiduamente por falta de agua, a vivir errantes y solitarios… En fin sea lo que fuere, un pastor acarreaba la desconfianza de todos.

Fíjate hasta qué punto los pastores eran poco considerados que decía un rabino de aquella época: “Si no les fuésemos necesarios para el comercio nos matarían”. Un adagio de aquel tiempo confirmaba la mala fama: “No dejes que tu hijo sea apacentador de asnos, ni conductor de camellos, ni buhonero, ni pastor, porque son oficios de ladrones” Esta creencia hacía que los fariseos aconsejasen que no se comprase leche, ni la lana a los pastores, porque había una gran probabilidad de que fuera robada. Incluso en los juicios no admitían a un pastor como testigo válido en un juicio. Y, sin embargo, es a estos hombres a los que Dios elige como testigos del nacimiento de su Hijo. ¡Curioso ehhh!

En el evangelio, que se proclama en la Misa del Gallo (Lucas 2,1-14) se nos narra, bajo el estilo de las teofanías (ver comentario), el anuncio del nacimiento de Jesús a aquellos a los que la sociedad judía ni respetaba y ni dignificaba. Curioso que Dios se fije, en este “momentazo” de la historia, en aquellos que la sociedad de la época despreciaba. Es a ellos a quienes se les anuncia “una gran alegría para todo el pueblo”, el nacimiento de “un niño, envuelto en pañales y acostado en un pesebre” como el Mesías, Señor y Salvador. Normal que, al menos, se llenaran de temor y de estupor. Habían sido elegidos, ni más ni menos, como los testigos privilegiados. Y normal, también, que cuando llegaron, vieron y contaron todo lo que se les habían dicho sobre aquel niño, dieran gloria y gracias a Dios.

Curioso, también, que este texto de Lucas diga e informe mucho más de lo que aparenta. El evangelista parte de la base que Jesús es el Mesías descendiente de David, por ello las referencias a la ciudad de David, Belén, por dos veces. Las frases que figuran en el texto son un empedrado de citas mesiánicas: “anunciar un gozo” era típica en Isaías para hablar de la venida del Esperado. “Para todo el pueblo” subrayaba en el Antiguo Testamento el carácter universal y publico del acontecimiento. “Hoy” se usa siempre para hablar del triunfo del Salvador “Mesías Señor” de Lamentaciones 4,20 y usada en las primeras comunidades cristianas para denominar a Jesús. “Cristo o Mesías” se aplicaba en el judaísmo de Palestina del siglo I a un rey de la familia de David que vendría a restaurar el Reino de Israel con la paz. Y esta paz llega, no a los hombres de buena voluntad como decía las antiguas traducciones, sino a todos los hombres que “son amados por Dios

Reflexión: Te invito sencillamente a que, ante este momentazo que estas viviendo, tengas la actitud de aquella madre: “María conservaba todas estas cosas meditándolas en su corazón”.

El amor de Dios sin límites y que alcanza a todos, necesita una respuesta meditada, que interiorice este acontecimiento… Lo demás déjaselo a los centros comerciales que tienen expertos en marketing y publicidad, a los ayuntamientos y sus gastos en luces de colores. Tú calla, medita y saborea el momento. Y yo lo mismo.

NAVIDAD. ¿QUE ES NAVIDAD?

 

 

En Navidad nace Jesús, pobre, indefenso… como las tres cuartas partes de la humanidad, donde la pobreza, la humillación y el sufrimiento son las condiciones normales de su vida. Pero la Navidad es la fiesta de la Vida, de los que dan lo mejor de sí mismos. El clima religioso que se respira en estos días, si es que se respira, nos debería hacer sentir la presencia de un Dios que sonríe al hombre y envuelve con su amor las dificultades de la vida humana.

 

Es en Navidad cuando vemos a un Dios cercano, que se hace niño y adopta los valores de un niño: pequeñez, debilidad, ternura, humanidad, sencillez, humildad, bondad, confianza, amor…

En Navidad, los cristianos vivimos la alegría interior por la presencia de Jesús en nuestras vidas. Navidad es acción de gracias a Dios por el regalo de su propio Hijo. Navidad es reconocer que tenemos un Dios misericordioso que nos invita a llamarle Padre. Navidad es una  manera  de  ser, un estilo de vivir, que no está sujeta a lugares y horas, ni a fechas en el calendario, sino que debe caracterizarnos a los cristianos a lo largo de nuestra vida.


Vivimos y celebramos el nacimiento de Jesús de Nazaret. Festejamos  el nacimiento de  Dios, que se hace hombre, como tú y yo, semejante a todo hombre. Y que hace casa-hogar entre nosotros para enseñarnos el camino para ser más humanos, mas fraternos; y modelándonos a su imagen y semejanza, imprime en nuestras personas la más alta dignidad: “ser hijos de Dios”.


Y, porque hoy no hay justicia, dignidad y vida para todos, la celebración de la Navidad sigue siendo un desafío abierto para los creyentes. Como a los pastores de Belén se nos sigue anunciando la “buena noticia” y la “gran alegría” del nacimiento del Salvador, del Mesías, del Señor. Ellos lo encontraron en una cueva envuelto en pañales. Ahí sigue naciendo hoy, y este nacimiento sigue mereciendo la más alegre y festiva celebración.

sábado, 19 de diciembre de 2020

LA LUZ DE LA PAZ DE BELEN LUCE EN NUESTRA CIUDAD DE GAUDALAJARA

 

A las seis de la tarde de hoy, sábado 19 de diciembre, en la parroquia de Santa María, en nuestra ciudad de Guadalajara, se ha repartido  la Luz de la Paz de Belén, actividad que realiza todos los años el Movimiento Scout Católico en las vísperas de la Navidad. La luz este año ha sido traída desde el convento de las Vicarias, de Madrid, que mantienen durante todo el año la Luz de Belén encendida, puesto que no se ha podido traer desde Austria, como es habitual.

La mayor parte de los asistentes éramos miembros del Movimiento Scout Católico, a los que se han unido el Obispado, la Delegación de Catequesis y parroquias de la ciudad. (Santa María, Santísimo Sacramento, San José Artesano y San Pascual Bailón)

Nuestra parroquia ha estado también presente y la Luz de la Paz de Belén ha sido recogida por Daniel, miembro del M. Scouts “Alveus”.

Os recordamos que quien desee tener la Luz de la Paz de Belén y que luzca en su hogar, podrá hacerlo en nuestra parroquia de la Beata el día 24 de diciembre, en la celebración de la Misa del Gallo, a las 19,00 h donde se repartirá a todos los que lo deseen.

EMANUEL: DIOS CON NOSOTROS

 

Dios con nosotros.

Él es de todos sus hijos. Está con los que le invocan y con los que le ignoran, pues habita en todo corazón humano, acompañando a cada uno en sus gozos y sus penas. Nadie vive sin su bendición.

Dios con nosotros.

No vemos su rostro. Su presencia es humilde y discreta, cercana e íntima. Si  no  ahondamos  en  el corazón, no le descubriremos, puede pasar inadvertido.

Dios con  nosotros. 

No grita, no fuerza a nadie a  amarle.  Respeta  siempre. Nos atrae hacia lo bueno, bello y justo. En Él podemos encontrar fortaleza para la dureza de la vida.

Dios con nosotros.

Cuando nadie nos comprende, Él nos acoge y acompaña. En momentos de dolor, nos consuela. En la debilidad nos sostiene. Siempre nos está invitando a amar la vida, a cuidarla y hacerla siempre mejor.

Dios con nosotros.

Está en los oprimidos defendiendo su dignidad, y en los que luchan contra la opresión alentando su esfuerzo. Y en todos está llamándonos a construir una vida más justa y fraterna, más digna para todos, empezando por los últimos.

Dios con nosotros.

Despierta nuestra responsabilidad y pone en pie nuestra dignidad. Fortalece nuestro espíritu para no terminar esclavos de cualquier ídolo.

Dios está nosotros. Esto es lo que celebramos los cristianos en las fiestas de Navidad: Esta fe sostiene nuestra esperanza y pone alegría en nuestras vidas.

jueves, 17 de diciembre de 2020

CAMPAÑA DE CÁRITAS: “ESTA NAVIDAD, MÁS CERCA QUE NUNCA”

 

Cáritas Diocesana propone la campaña navideña de este año bajo el lema “Esta Navidad, más cerca que nunca”, que se completa con el repetido en el último ciclo de caridad “Cada gesto cuenta”. En sintonía con ambos, la llamada principal solicita colaborar con gestos en favor de quienes más lo necesitan hoy en tiempo de pandemia, de manera que las distancias de imposición sanitaria se conviertan en cercanías de solidaridad y de amor al prójimo indigente.

Los carteles y dípticos informativos se han repartido por todas las parroquias de la diócesis con objeto de desarrollar la campaña de caridad la semana del 14 al 20 de diciembre. Junto con estos materiales, la delegada diocesana de Cáritas, Lourdes López, ha dirigido una carta a las comunidades parroquiales exhortando a la colaboración con el mejor ánimo y agradeciendo la colaboración de todos.

El objetivo, en nuestra parroquia de la Beata María de Jesús, en esta campaña navideña, es recoger donativos durante esos días. No recogemos comida, sino que los donativos los entregamos transformados en “vales o tickes de compra” con la intención de que los beneficiarios sean los artífices de su propia dignidad. A todo lo recogido se sumará la colecta de las misas del día de Navidad. 

Agradecemos los donativos recibidos a nuestra caritas parroquial. Ya está siendo entregado a los mas vulnerables de nuestro barrio.

Además, Cáritas anima a entregar donativos en la sección más cercana, parroquial o diocesana, y en www.caritas.es.

DIOS BUSCA CASA... Y NO DE ALQUILER

La falsa concepción del templo, heredada del paganismo, según la cual la presencia de Dios se circunscribía a un espacio limitado y concreto… se extiende, hasta nuestros días, cada vez que queremos encerrar a Dios entre cuatro paredes, poniendo en serio peligro su transcendencia que desborda todos los espacios. Ni el templo, ni una ciudad concreta, son los únicos o principales lugares donde Dios habita. El Señor no necesita lugares donde apartarle de la vida del pueblo, sino corazones que sean verdaderos templos y lleven al “Dios con nosotros” a nuestras calles, plazas, lugares de trabajo, amistades, familia… para hacerle partícipe de nuestras historias concretas, personales y comunitarias. Creo que a Dios le gusta peregrinar de aquí para allá, haciendo morada y plantando su tienda dentro de nosotros.

La Palabra proclamada este último domingo de adviento (ciclo b) tiene muchas lecturas. Cada uno de nosotros, buceando en estos textos que nos ofrece la liturgia, podrá extraer diversas aplicaciones, todas válidas, porque la Palabra de Dios tampoco se encierra en una concepción o explicación concreta. No en vano la Palabra de Dios es viva y es eficaz.

En la primera lectura (2 Samuel 7,1-5.8b-12.14a.16) el rey David quiere construir una casa (templo) a Dios. El profeta Natán le anima a ello; pero, tras escuchar a Dios, el profeta le comunica al rey que Dios dispondrá un lugar para el pueblo de Israel y que le edificará una casa (familia) donde Él habitará. Es decir, Dios se hará presente como un padre en su familia y dinastía, ese es el lugar donde Dios quiere hacer morada.

Dios hace una alianza-pacto con David y le promete una dinastía eterna, considerando a los descendientes hijos suyos, un reinado de prosperidad, paz, justicia. Estas promesas serán el argumento para que el pueblo viva con esperanza en tiempos difíciles y de que Dios enviaría un Mesías. Los cristianos creemos que es Jesús en quien se cumplen de forma perfecta estas promesas.

En el evangelio (Lucas 1,26-38) se nos narra el anuncio del nacimiento de Jesús; a quien se le describe con los rasgos del Mesías, ya anunciados en la primera lectura: “Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin”  Es José el que entronca a Jesús con la dinastía de David cumpliéndose así la esperanza mesiánica.    

El SI de María al plan de Dios la convertirá en el nuevo templo donde el Señor quiere hacer morada entre nosotros. Y aunque María no pide ningún signo, como hizo Zacarías, (Lc 1,27) se le da una garantía de la autenticidad del mensaje: su pariente Isabel, estéril, va a dar a luz un hijo. Concluye este encuentro con el mismo mensaje que recibieron Abraham y Sara cuando dudaron de la noticia del nacimiento de su Hijo (“Para Dios nada hay imposible” Génesis 18,14)

Reflexión: Finalizar el tiempo de Adviento con la convicción de que Dios quiere hacer casa en nosotros, como lo hizo en la familia de David y en María, será la mejor forma de comprender el sentido autentico de las fiestas de Navidad. Y… para que tú seas casa de Dios, se te han concedido, como regalo divino, estos cuatro domingos, cada uno con sus características.

El Señor quiere hacer “en ti su casa” o “de ti su casa” como más te guste y prefieras. Él sigue buscando un hogar para nacer. Dios sigue necesitando que tú le acojas en el corazón, para que, como María, "des a luz" a Jesús en el mundo que te rodea.

Este nuevo nacimiento de Jesús en ti, es obra del Espíritu que se hace presente en tu vida e inicia una nueva presencia. La salvación de Dios que llega desde un lugar humilde de Galilea, llamado Nazaret, hoy llega a ti, sin merito ninguno por tu parte, sino desde la ternura, la misericordia y el amor de Dios. 

Dios ama primero, tú y yo respondemos al amor de Dios. Navidad es dejarse amar por un Dios que se acerca al ser humano, se hace pequeño y quiere hacer de ti su casa. La respuesta a este reto de Dios es libre… la pelota está en nuestro tejado. Eso sí, siempre me oirás decir que la casa es el descanso del guerrero, hoy con más razón.

miércoles, 16 de diciembre de 2020

SEÑALES DE ADVIENTO

LA PUERTA: Jesús está llamando a nuestra casa. Lo hace sin imposiciones y con suavidad. Sólo los humildes, los que sean capaces de desconectar del ruido y de los falsos dioses, percibirán su llegada. Que las luces artificiales no impidan descubrir la LUZ

LA PACIENCIA: Jesús, cuando llegue, nos quiere vigilantes, expectantes, persistentes. Así podremos estar alertas a su venida y no distraídos. Que el sueño ni el cansancio te venzan.

EL PERDÓN: Dios nunca deja de apostar por la humanidad. Sigue empeñado en atraer hacia el Padre el corazón de los hombres. Un corazón que esté armonizado y afinado con la misericordia, encuentra al Niño Dios envuelto en pañales y acostado en un pesebre. Que el perdón y la humildad  sean los cimientos en este final del camino de Adviento.

EL DESPRENDIMIENTO: La presencia del Señor en el mundo se hace más palpable cuando, los hombres y mujeres con esperanza, saben desprenderse de sí mismos. Dios se rebaja para que entendamos, que Navidad es amor bajado del cielo. Que el egoísmo no te cierre a la posibilidad del encuentro con Aquel que te ama.

LA RENOVACIÓN: El nacimiento de un niño trae aires nuevos a una familia. Dejemos que nuestro corazón esté abierto para que la luz del Niño Dios penetre en los rincones de nuestro corazón y los transforme. Busca el abrazo de Dios, siempre nuevo.

EL SI: Con María podemos vivir el adviento con ilusión, esperanza y no dando la espalda a lo auténtico y genuino de la Navidad: Dios nos ama y se hace hombre para salvarme. Que no llenes tus días de "noes".

domingo, 13 de diciembre de 2020

ALLANAR EL CAMINO

La Palabra de Dios en el adviento nos invita a ser voz que anuncia la presencia de Jesús en el mundo y a facilitar el encuentro del hombre con Dios. Y para ello, es necesario asumir el compromiso adquirido desde el día de nuestro bautismo. Aquel día, fuimos ungidos con el Espíritu Santo y enviados. Tenemos, por lo tanto, la capacidad necesaria y somos impulsados para llevar al hombre y mujer de hoy una “buena y alegre noticia”; una noticia que allane el encuentro del Señor con los hombres y que facilite y favorezca el nacimiento de Jesús en el corazón.

Allanaremos el camino del Señor si curamos y consolamos a aquel que está afligido bajo el peso de una desgracia personal. La soledad, el miedo, la incertidumbre, la sensación de derrota, de incomprensión, de abandono… son enfermedades del corazón de las que el cristiano no puede pasar de largo, mirar a otro lado o dar la espalda. Debemos dar una respuesta desde el evangelio.

Allanaremos el camino del Señor si libreamos a aquellos herman@s nuestros que son prisioneros y esclavos del mal. Esa esclavitud les empequeñece como personas y les impide ser hombres de corazón abierto. El egoísmo, el enfado permanente con uno mismo y con los que le rodean, el pesimismo, el abuso del indefenso… son esclavitudes que conviven entre nosotros y que tienen que ser liberadas por ti y por mí.

Allanaremos el camino del Señor si anunciamos el año de gracia del Señor. Es decir, si proclamamos que la presencia de Cristo en el mundo es presencia de misericordia. Cristo viene a sanar y salvar, a devolvernos la amistad con Dios, a ser Dios con nosotros (Enmanuel)

Todo cristiano-bautizado, que se ha encontrado con Jesús y ha sentido el amor de Dios que lo salva… debe salir a anunciarlo. A proclamar la misericordia y el amor de Dios.

Esta es tu misión de Adviento. Vas de la mano del Espíritu Santo, Él camina contigo. No tengas miedo. El mismo Dios te ha ungido y enviado, siéntete seguro. Él te envuelve en su manto y todo lo que emprendas echará sus brotes y hará germinar sus semillas. Serás fecundo. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.

sábado, 12 de diciembre de 2020

HORARIOS DE LAS CELEBRACIONES DE LA UDAP EN NAVIDAD

Con el deseo de que todos los fieles de las parroquias que formamos UDAP (San Pascual Bailón, San Juan de Ávila y Beata María de Jesús) tengan a su disposición los horarios de las diversas celebraciones del tiempo de Navidad 2019-2020, os presentamos, en este artículo, dichos horarios para facilitar la asistencia a las diversas celebraciones.

JUEVES 24 DICIEMBRE: VÍSPERA NATIVIDAD DEL SEÑOR

Parroquia san Pascual Bailón: 12,00 h (Medio día)

Parroquia Beata María de Jesús: 19,00 h (No misa a las 11,00 h)

Parroquia San Juan de Ávila: 10,30 h y 18,00 h

VIERNES 25 DICIEMBRE: NATIVIDAD DEL SEÑOR

Parroquia san Pascual Bailón: 10,00 h y 12,30 h

Parroquia Beata María de Jesús: 12,00 h y 19,00 h

Parroquia San Juan de Ávila: 12,30 h y 18,00 h

VIERNES 1 ENERO: SANTA MARIA MADRE DE DIOS

Parroquia san Pascual Bailón: 10,00 h y 12,30 h

Parroquia Beata María de Jesús: 12,00 h y 19,00 h

Parroquia San Juan de Ávila: 12,30 h y 18,00 h

MIERCOLES 6 ENERO: EPIFANIA DEL SEÑOR

Parroquia san Pascual Bailón: 10,00 h y 12,30 h

Parroquia Beata María de Jesús: 12,00 h y 19,00 h

Parroquia San Juan de Ávila: 11,00 h, 12,30 y 18,00 h


·        Todos los sábados y vísperas de festivo los horarios son:

- Parroquia san Pascual Bailón: 19,00 h

- Parroquia Beata María de Jesús: 19,00 h

- Parroquia San Juan de Ávila: 10,30 h y 19,00 h


·        Todos los domingos los horarios son:

- Parroquia san Pascual Bailón: 10,00 h y 12,30 h

- Parroquia Beata María de Jesús: 12,00 h y 19,00 h

- Parroquia San Juan de Ávila: 11,00 h, 12,30 y 18,00 h

jueves, 10 de diciembre de 2020

LA LUZ DE BELEN EN NUESTRA PARROQUIA DE LA BEATA

 

El día 19 de diciembre a las 18,00 h en la parroquia de Santa María de Guadalajara se repartirá la Luz de Belén para toda nuestra diócesis. El grupo Scouts Alveus será quien nos acerque esta Luz hasta nuestra parroquia de la Beata María de Jesús, el día 24 de diciembre a las 19,00 h, en la celebración de la Misa de Víspera de la Natividad del Señor. (Misa del gallo)

Este año 2020 el lema escogido para esta actividad es: “Y la luz brilla en la tiniebla” (Juan 1,4-5)

¿QUÉ ES LA LUZ DE BELEN o LUZ DE LA PAZ?

El proyecto es una iniciativa de Scouts y Guías de Austria que, con la colaboración de Scouts de diferentes países de Europa y otros continentes, reparten la Luz de la Paz encendida cada año por un niño o niña austriaco en la cueva del Nacimiento de Jesús en Belén. La distribución de la Luz de la Paz a todos los países participantes se realiza desde Viena.

Allí, unas semanas antes de Navidad, se reparte la Luz a todas las delegaciones asistentes para que la hagan llegar a sus respectivos países con un mensaje de Paz, Amor y Esperanza.

Posteriormente, los Scouts y las Guías la distribuyen por parroquias, hogares particulares, hospitales, residencias de ancianos, prisiones y otras asociaciones de sus respectivos pueblos y ciudades.

Os invitamos a que el día 24 de diciembre acudáis a nuestro templo, a las 19,00 h y podáis recoger la luz de Belén, luz de paz y tenerla en vuestros hogares.

PRESENTACIÓN

 

Cuando te sientas frente al televisor para contemplar una prueba de atletismo, (también ocurre en otras disciplinas) contemplas como el realizador ha dado una orden al cámara para hacer un primer plano del atleta. Al pie de la imagen y con breves trazos puedes saber de quién se trata, su nombre, su nacionalidad y la mejor marca que tiene en su poder. Es decir, en segundos te ha sido presentado ese atleta y te haces una idea de las capacidades que posee y de las posibilidades que tiene para triunfar o no en esa prueba de atletismo en la que va a participar.

Radicalmente opuesto a este tipo presentación se encuentran aquellas que se ofrecen en algunas conferencias y que utilizan varios folios y muchos minutos para describir al orador. Se hace un recorrido por fechas, datos, lugares y titulaciones del ponente que son auténticos discursos tediosos. Este tipo de presentación, al menos a mí, no me aportan gran cosa, excepto desear que termine el presentador del conferenciante y que comience la conferencia.

En las lecturas de este domingo tercero de adviento (ciclo b) la Palabra que se proclama hace una presentación sencilla de la persona del profeta, de sus capacidades y de su misión. De forma concisa y sin “curriculum vitae” aburridos e inflados, nos informan de la persona que tenemos delante, de sus habilidades y de la labor que debe realizar.

En la primera lectura (Isaías 61,1-2.10-11) se nos presenta el profeta, de forma concreta como “ungido” y “enviado”; es decir, capacitado para una misión e impulsado para realizarla. El profeta es movido y acompañado por el Espíritu del Señor, como los jueces y los antiguos profetas (véase Números 11,25-26; 24,2) y enviado a los pobres, cautivos y afligidos con la misión de: llevar buenas noticias (evangelizar) curar, consolar, alegrar, liberar y anunciar la justicia y el perdón.

El evangelio (Juan 1,6-8.19-28) nos presenta a Juan “el bautista” y lo hace también de un modo sencillo y sin grandilocuencia. El evangelista le presenta como testigo cualificado de Jesús y su precursor; testigo de la Luz y con la función de bautizar y acercar a quienes le escuchaban hasta el Mesías. El mismo Bautista se presenta, a quienes le preguntan por su identidad, que él no es el Mesías, sino la “voz que grita en el desierto: allanad el camino del Señor” Con esta expresión Juan encuadrará su labor-misión para la que está capacitado y que ya explicaba en el artículo de la semana pasada y que puedes encontrar en este mismo blog bajo el título “Somos Teloneros”

En versículos siguientes a los que nos propone el texto de este domingo, encontraremos a Juan Bautista siendo el presentador de Jesús como Cordero e Hijo de Dios (Juan 1,29-34)

Reflexión: ¿Qué es lo que la Iglesia necesita hoy? Muchos “Juanes” y muchos “profetas Isaías”. Personas que se hayan encontrado con Jesús y sientan que Dios les llama, unge y envía a la misión de extender la alegre y buena noticia de la presencia del Mesías en medio de nosotros.

Desde el bautismo somos ungidos por el Espíritu para anunciar y evangelizar, al “Dios–con-nosotros”. Es ese mismo Espíritu el que nos envía a ser testigos de la Luz. Ahora bien, para ser testigos de algo o de alguien, antes hemos de haber presenciado ese algo o haber estado, al menos conocido, a ese alguien. Antes de dar a Dios tendremos que llenarnos de Dios.

Os invito a reflexionar este texto del Papa Francisco, de la exhortación “La alegría del Evangelio”, número 120, porque me parece muy iluminador para tu reflexión de hoy y creo que te puede ayudar a comprender la misión que tienes que realizar como cristiano bautizado..

 “En virtud del Bautismo recibido, cada miembro del Pueblo de Dios se ha convertido en discípulo misionero (cf. Mt 28,19). Cada uno de los bautizados, cualquiera que sea su función en la Iglesia y el grado de ilustración de su fe, es un agente evangelizador, y sería inadecuado pensar en un esquema de evangelización llevado adelante por actores calificados donde el resto del pueblo fiel sea sólo receptivo de sus acciones.

La nueva evangelización debe implicar un nuevo protagonismo de cada uno de los bautizados. Esta convicción se convierte en un llamado dirigido a cada cristiano, para que nadie postergue su compromiso con la evangelización, pues si uno de verdad ha hecho una experiencia del amor de Dios que lo salva, no necesita mucho tiempo de preparación para salir a anunciarlo, no puede esperar que le den muchos cursos o largas instrucciones. Todo cristiano es misionero en la medida en que se ha encontrado con el amor de Dios en Cristo Jesús; ya no decimos que somos «discípulos» y «misioneros», sino que somos siempre «discípulos misioneros».

Si no nos convencemos, miremos a los primeros discípulos, quienes inmediatamente después de conocer la mirada de Jesús, salían a proclamarlo gozosos: «¡Hemos encontrado al Mesías!» (Jn 1,41). La samaritana, apenas salió de su diálogo con Jesús, se convirtió en misionera, y muchos samaritanos creyeron en Jesús «por la palabra de la mujer» (Jn 4,39). También san Pablo, a partir de su encuentro con Jesucristo, «enseguida se puso a predicar que Jesús era el Hijo de Dios» (Hch 9,20). ¿A qué esperamos nosotros?”