miércoles, 18 de septiembre de 2024

“SERVIR SIN PASAR FACTURA”

 

 Domingo XXV del Tiempo Ordinario 

Todos pertenecemos a varias comunidades al mismo tiempo: familiar, social, laboral, deportiva, recreativa, religiosa… En todas ellas, estamos llamados a desempeñar una función específica. Ahora bien, ninguna de ellas funcionará correctamente si el principio que predomina es querer ser el primero a cualquier precio, incluso hasta pisar al otro, ningunearlo y desacreditarlo para que él sirva de trampolín para que tú escales y trepes.

“Estamos a tu servicio, servirle es un placer. Servir es nuestro slogan y nuestra especialidad…”; frases y lemas como estos o parecidos los escuchamos de forma cotidiana en firmas comerciales, en diversos profesionales, en políticos y personas públicas (sobre todo en campaña electoral) Estos suelen conjugar el verbo servir de forma rentable, de tal manera que a ti y a mí, al final, ese servicio termina pasándonos factura.

En este domingo XXV del Tiempo Ordinario (Ciclo b) el “servir de Jesús” que propone a sus discípulos, es servicialidad sin factura ni cargo adicional. No espera compensación, sino que es fruto de la entrega incondicional y desinteresada, que es la base de nuestra religión, como te anunciaba el domingo pasado.

Te adelanto que el servicio es el impulso vital de toda comunidad que se precie de ser cristiana. Y que cristiano es la persona que, mirando a Jesús y siguiendo sus huellas, encuentra en la actitud de servicio sin factura, el sentido de su vida. El cristiano no es una persona que presta servicios, sino el que hace de su ser en el mundo un servicio, una entrega generosa.

En la lectura del evangelio (Marcos 9,30-37) Jesús continúa instruyendo a sus discípulos, por extensión a ti y a mí. El evangelista recoge una serie de palabras pronunciadas por el Maestro con las que enseña a los discípulos de todos los tiempos a sentar las bases de su vida espiritual y de la comunidad. Igualmente, el evangelista retrata, en el texto, las comunidades cristianas de su tiempo, donde peligrosamente andaban preocupándose por rangos, prestigios, poderes, puestos de honor… preocupaciones que si se mira al crucificado resultan vergonzosas.

Este pasaje evangélico consta de dos perícopas. La primera de ellas, es el nuevo anuncio de Jesús de su muerte y resurrección «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará.» La segunda, es la enseñanza sobre el poder del servicio y la comunidad «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos.»

El Señor no deja pasar la oportunidad para instruir a sus discípulos sobre quién y cómo es el Mesías. Lo hace en la intimidad y sin que nadie se entere. Pero ellos siguen sin comprender «no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle» En esta ocasión, a diferencia del primer anuncio de su pasión (Mc 8,31), la actitud de los discípulos  es que, víctimas del asombro, ni contradicen, ni replican, ni se atreven a preguntar a Jesús por sus palabras de entrega, muerte y resurrección.

Será el Señor quien rompa el silencio y una vez en casa, les pregunta: «¿De qué discutíais por el camino?» ¡Qué contraste! El Maestro, día tras día, les ha dado testimonio de servicio, mostrándoles que el Mesías no busca ni poder ni prestigio humano, y ellos, sin embargo, sólo tienen la preocupación de saber quién es el más importante. Por esto, guardan silencio y seguro que enrojecieron de vergüenza ante semejante pregunta de Jesús. La respuesta a sus pretensiones de primeros puestos es definitiva: «El primero, que sea el último de todos y el servidor de todos.»

La referencia a los niños, bien entendida, tiene una enorme carga social, pues el niño, en aquella cultura representaba a lo pequeño, indefenso y socialmente irrelevante. Pero al mismo tiempo, era un ser entrañable, puro y abierto a la esperanza de un futuro nuevo y mejor. Es el símbolo de los miembros de la nueva comunidad.

Reflexión: ¡Uf! La nueva norma que Jesús inculca a sus discípulos es tan desconcertante que la sociedad y la Iglesia, aunque a veces se atrevan a proclamarlo, siguen educando en otros valores y principios. Sí amig@, una medición así de la importancia personal, es al menos en la sociedad en la que te mueves, desconcertante. Observa detenidamente las comunidades a las que perteneces (familia, trabajo, ámbito social, político...) y mira si no se busca hacer ver o dejar bien clarito quién es el que manda.

El evangelio es clarificador ya que cambia la lógica del poder oponiéndole, desde el Reino, el valor del servicio como norma de conducta para quien quiera seguir a Jesús y pertenecer a su nueva comunidad. El ser el primero no se mide por el puesto que ocupas, sino por hacer de tu vida una entrega y servicio desinteresado, sin pasar facturas de lo realizado, ni cobrar cuotas de permanencia. ¡Ya, ya… sé que eres persona y no un ángel! Con eso contaba.

lunes, 16 de septiembre de 2024

INICIO DEL NUEVO CURSO PASTORAL 2024/2025

 

Con el fin de las fiestas y ferias de Guadalajara, tras haber colgado el pañuelo morado hasta el año que viene, poco a poco vamos preparando el inicio del nuevo curso pastoral que dará comienzo el martes 1 de octubre. Para ello, es necesario que todos los agentes de pastoral de nuestra parroquia programemos y preparemos con unas reuniones previas este nuevo inicio de todas las actividades evangelizadoras de nuestra comunidad.

Os ofrezco el calendario para que se apunte en las agendas.

- Viernes 20 septiembre: Reunión con catequistas.

- Sábado 28 septiembre: XXX Encuentro diocesano del Pueblo de Dios, convocado por el Sr. Obispo que tendrá lugar en el Colegio Diocesano “Cardenal Cisneros” de Guadalajara.

- Lunes 30 septiembre: Reunión de equipo de liturgia y cambio de horarios de Misas y celebraciones celebraciones.

- Jueves 3 octubre: Inicio de los ensayos del coro parroquial.

- Viernes 4 octubre: Inicio de las catequesis de niños y adolescentes.

- Viernes 4 octubre: Inició de la formación bíblica. Tema: La pasión de Jesús en los evangelios.

- Lunes 14 octubre: reunión del Consejo Pastoral Parroquial

El 1 de octubre darán comienzo los nuevos horarios de Misa y celebraciones que estarán vigentes hasta el mes de junio 2025. Igualmente, iniciaremos toda nuestra actividad pastoral: catequesis de niños y adolescentes, formación bíblica de adultos, grupo de liturgia, actividad de Caritas parroquial, oración comunitaria ante el Santísimo, ensayos del coro parroquial, actividades de MSC (Movimiento Scouts Católico)  

Que todo lo que realicemos nos ayude a crecer en el seguimiento de Jesús.

martes, 10 de septiembre de 2024

“ENTRANDO EN CRISIS”


Domingo XXIV del Tiempo Ordinario 

Mira que he usado veces la palabra “crisis” y, sin embargo, qué difícil me resulta poder darte una definición concreta de ella. Creo que no eres ajeno, al menos, a la sensación de haber vivido, en algún momento de tu vida, sumergido en una crisis, más o menos profunda. En un estado temporal de agitación y desorganización, en el que te ves desbordado a la hora de afrontar una situación. En aquellos días en los que percibes que todos los métodos que usas para afrontar dificultades no son suficientes y crece en ti la insatisfacción, incluso la tristeza, que se reproduce en tu rostro.

En este domingo XXIV del Tiempo Ordinario (Ciclo b) descubro, en la Palabra de Dios, ese momento de crisis, tanto de Jesús como de sus discípulos. Podrías pensar que lo esencial de estos textos es la “confesión de Pedro” (no digo que no lo sea) pero creo que, tras los inicios esperanzadores de la misión y vida pública de Jesús, se llega a un momento en el que el Maestro pregunta sobre su persona y acciones, ya que tiene la sensación que, en muchas ocasiones, han sido malinterpretadas y no han dado el resultado que Él esperaba. No han provocado fe en el Reino, sino más bien ceguera en los dirigentes y en el pueblo, ya que se quedan en la inmediatez del acto, hasta el punto de que le buscan como un líder que les “saque las castañas del fuego”

Perdona si me extralimito en mis funciones en esta reflexión, pero yo creo que Jesús se pregunta sobre sus logros y pienso que está más en el ámbito de la incomprensión y del fracaso que en la alegría de cómo ha sido acogido.

La lectura del evangelio (Marcos 8,27-38)  es el final de la primera parte del texto de Marcos. Ha llegado el momento de preguntarse por su práctica, por su identidad. Es una cuestión vital. Lo hace con una doble pregunta dirigida a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que soy yo?» «Y vosotros, ¿quién decís que soy?» Jesús necesita saber qué es lo que piensan los de fuera (la gente) y los de dentro (los discípulos) para saber si sus palabras, obras y gestos acercan el Reino y responden a lo que Dios quiere y para lo que Él ha sido enviado.

La respuesta de los discípulos y de Pedro es frustrante hasta el punto de pedirles que guarden silencio «Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie» Parece que deberíamos  esperar una felicitación porque Pedro, que representa a los Doce, al final ha comprendido que Jesús es el Mesías. Sin embargo, la respuesta de Pedro, no se corresponde con lo que Jesús piensa de sí mismo, ni con lo que Dios quiere de Él. Pedro no acepta un Mesías de entrega, que tenga que padecer, ser condenado y ejecutado (lo de resucitar ni se lo plantea porque no lo entiende) Pedro anhela un Mesías triunfal, con poder, dueño y señor.

Por ello, el Señor comienza a instruirles, anunciando su pasión e invitándoles a seguirle desde el negarse a sí mismo y desde su misma entrega «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga… el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará» Esta va a ser la única manera de pertenecer a Jesús, de ser su discípulos y de conservar la vida. En el momento de crisis el criterio aparece nítido.

Reflexión: Jesús te invita a cargar con la cruz y a perder la vida para ganarla. El Señor está mostrando no sólo su misión y destino, sino también la de aquellos que le sigan. Situarse al lado de Jesús significa cargar como Él con la cruz. Y optar por el Reino implica el riesgo de la propia vida.

La amenaza más peligrosa para el cristiano es el rechazo de la cruz. Un Cristo-Mesías ejecutado era inconcebible. La cruz sigue siendo hoy escándalo y locura. No dulcifiques la cruz ni le quites dureza. Acéptala porque supone asumir la realidad del Mesías. No traduzcas “cargar con la cruz” como un soportar las contrariedades de la vida, las enfermedades y los sufrimientos. Esto sería, para mí, descafeinar la propuesta del Maestro y hacer un reduccionismo de las palabras del Evangelio.

Tomar la cruz para el discípulo, primeramente, es convertirse de raíz, asumir los criterios de Dios, que a menudo no concuerdan con los nuestros, ni con nuestros juicios, gustos y valoraciones. Cargar con la cruz es apostar por una vida de entrega y solidaridad. El discípulo que apuesta toda su existencia por el “tener” queda empobrecido. La vida en plenitud es donación del amor. Por último, entiendo por cruz el dar testimonio de la fe, incluso cuando ello te acarre desprecios, burlas, incomprensiones….

Te invito a que te despiertes por la mañana, temprano, con la seguridad de que Dios es tu fuerza. Es la imagen que nos ofrece la primera lectura (Isaías 50, 5-9a) Un prisionero que espera el momento del juicio con esperanza de sentir “cerca al defensor”, el Señor mismo se hará cargo de su defensa. Este personaje es consciente de su misión y de su destino. ¿Y tú, también lo eres?

domingo, 8 de septiembre de 2024

XXX ENCUENTRO DEL PUEBLO DE DIOS

 

Cada año, al comienzo de septiembre, se invita a todos los agentes de pastoral a participar en el Encuentro del Pueblo de Dios. En este encuentro se presentarán las Decretales Sinodales, fruto del trabajo de estos años y guía para los próximos. Todo ello bajo el lema “esperanzados”, pues confiamos en la acción del Espíritu Santo.

Por lo tanto, os convoco, en nombre del Sr. Obispo, al XXX Encuentro del Pueblo de Dios que tendrá lugar el 28 de septiembre en el Colegio Diocesano “Cardenal Cisneros” de Guadalajara.

El horario del día será el siguiente:

09,30.- Acogida y reparto de material.

10,00.- Celebración Eucarística en la que el Sr. Obispo firmará las Decretales Sinodales.

11,00.- Presentación de las Decretales Sinodales a cargo del obispo D. Julián Ruiz.

12,00.- Descanso.

12,30.- Trabajo de grupos.

13,45.- Presentación del Jubileo 2025, “Peregrinos de la Esperanza”.

14,15.- Oración final.

14,30.- Comida. (Opcional)

Animo a participar a todos los agentes de pastoral de nuestra parroquia ya que es una jornada diocesana muy importante, signo de corresponsabilidad y comunión, que a todos nos ayuda e impulsa en las diversas tareas evangelizadoras.

Quien desee participar póngase en contacto con Santy para poder inscribirse.

jueves, 5 de septiembre de 2024

“LA SORDERA Y MUDEZ DE CADA UNO”

 

 Domingo XXIII del Tiempo Ordinario

Bien es verdad, que cuando escucho ciertas cosas provenientes de lenguas desatadas, yo mismo, sin intermediarios, pido, como Mafalda, que “el mundo se pare que me quiero bajar”. Igual es que el hartazgo ante situaciones y disparates que uno observa en su día a día, le provocan ganas de abandonar este planeta, salir corriendo y entrar en sordera y mudez profunda. Existen ciertos personajes que si callaran un solo minuto de su vida, el mundo, en ese pequeño instante de tiempo, sería realmente bello. Igual es más fácil que me aplicara aquel proverbio del refranero castellano: “a palabras necias oídos sordos” Es decir, vivir en la indiferencia ante la necedad y prestar nula atención a las impertinencias que salen de ciertos labios que tienen como vocación el imponer su verdad, su estilo de vida y su forma de actuar.

Salvando esta circunstancia, en la que ruego y pido mudez y sordera, creo que existen otras muchas situaciones en las que es necesario que el ser humano “abra” sus oídos y lengua. El enfriamiento del contacto humano se extiende como una plaga, llegando a personas que realmente se sienten extrañas, sordas y mudas, ni escuchan ni hablan. Viven aisladas, incomunicadas. La soledad a la que se someten tiene causas diversas, pero casi siempre  su raíz en la insolidaridad, el egoísmo y la desconfianza

En este domingo XXIII del Tiempo Ordinario (Ciclo b) en la lectura del evangelio (Marcos 7,31-37)  Jesús abre los oídos y suelta la traba de la lengua a un sordo y mudo. El texto evangélico nos habla de la materialidad de la acción: “le puso los dedos en las orejas y con su saliva le tocó la lengua”; de la clandestinidad: “Jesús lo separó de la multitud y, llevándolo aparte”; de la expresión de sus sentimientos: “levantando los ojos al cielo, suspiró”; de sus palabras: “Effatá», que significa: «Ábrete.” Y del resultado: “En seguida se abrieron sus oídos, se le soltó la lengua y comenzó a hablar normalmente”. Una vez más, ha sido vencida la necesidad y el sufrimiento por la compasión y la misericordia.

Al que según la mentalidad de la época, era considerado un pecador y castigado por Dios con una enfermedad, Jesús, al curarle le devuelve la salud,  lo reintegra en la vida social de la que había sido apartado y le restituye sus derechos religiosos perdidos. Deja de ser marginado y se le manifiesta la universalidad del Reino de Dios. Cuando el Maestro sana a esta persona le está abriendo a la vida verdadera. Este sordo y mudo se convierte en símbolo del discípulo y del creyente de hoy, el cual debe dejarse tocar el corazón por el Señor, para que  abriendo sus oídos a la escucha de la Palabra y su lengua a la  proclamación de la fe siga al Maestro en su misión.

Finaliza el texto con una exclamación del pueblo “Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos”. Con ella se expresa el reconocimiento de Jesús como aquel que inaugura el tiempo de salvación anunciado por los profetas, como bien nos expresa la primera lectura de este domingo (Isaías 35,4-7a) “Dios viene en persona, resarcirá y os salvará. Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán” 

Isaías anuncia un tiempo de alegría y ánimo; lo fundamenta en la cercanía de Dios, que está próximo y viene a salvar. La parálisis del corazón impide al ser humano emprender alguna acción porque la desesperanza hace aparición en la vida  y la incapacita. Sin embargo, el anuncio de la cercanía del Señor lo despierta de su parálisis espiritual y hace que se ponga en camino. “Decid a los que están desalentados: ¡Sed fuertes, no temáis: ahí está vuestro Dios! Él mismo viene a salvaros!”

Reflexión: Cuando sientas paralizados tus oídos y tu lengua… te ha llegado el momento de dejarte presentar por otros a Jesús. Así comienza el texto del evangelio de este domingo: “le presentaron a un sordomudo y le pidieron que le impusiera las manos” Cuando a tu vida lleguen las sorderas espirituales, que te incapacitan para proclamar tu fe, déjate ayudar, déjate llevar, déjate tocar por Él. Es el tiempo del silencio y de la escucha. Es el tiempo de tomar conciencia de tu propia sordera y mudez.

En la celebración del sacramento del bautismo, por el que hemos sido incorporados a la gran familia de la Iglesia, se encuentra el mismo gesto y la misma palabra de Jesús “Effatá”. El ministro del sacramento tocando con el dedo los oídos y la boca del bautizado dice: “El Señor Jesús, que hizo oír a los sordos y hablar a los mudos, te conceda, a su tiempo, escuchar su Palabra y proclamar la fe, para alabanza y gloria de Dios Padre”

Como discípulos y aprendices del único Maestro, hemos de tomar conciencia de haber sido curados de la sordera que nos impedía escuchar a un Dios que habla y comunica su Palabra. Se nos ha dado la voz para proclamar lo que hemos experimentado en nuestra propia historia del amor de Dios. Ahora, tocados por el Señor, es el momento de ponerse en pie y llevar al mundo su cercanía.

lunes, 2 de septiembre de 2024

LA PARROQUIA DE LA BEATA ESTUVO PRESENTE EN LA NOVENA DE LA VIRGEN DE LA ANTIGUA

 

El domingo, día 1 de septiembre, nuestra parroquia, junto a las parroquias con las que formamos UDAP (San Juan de Ávila y San Pascual Bailón) nos hicimos presentes en el tercer día de novena en honor de nuestra madre María, bajo la advocación de Ntra. Sra. de la Antigua, patrona de la ciudad de Guadalajara.

El tema elegido para este día fue: María, modelo de obediencia y la intención por la que nos unimos en oración fue pedir por los migrantes y refugiados, para que con leyes justas, que busquen el bien común y la fraternidad, ningún ser humano sea olvidado y descartado.

La parroquia de San Pascual Bailón fue la responsable de preparar la oración del rosario. En esta ocasión, y bajo la intención de este día, tuvo un carácter totalmente misionero, con una mirada al mundo, la casa de todos. Los misterios rezados contenían una pequeña reflexión y las letanías fueron un ruego a María, por medio de los santos, pidiendo por todos los continentes, sus dificultades y retos.

Nuestra parroquia preparó la liturgia de la Eucaristía, donde el coro parroquial aportó la música que nos invitaba a orar y centrar el misterio que se celebraba. 

La monición introductoria y las peticiones realizadas tuvieron como hilo conductor tanto el tema que se nos pedía desarrollar como la intención. Se nos recordaba que: “Dios camina con su pueblo y nosotros queremos caminar con Él. Necesitamos del encuentro fraterno que nos ayude a superar nuestros prejuicios y que nos recuerde que todos somos hijos de un mismo Padre. Pidamos al Espíritu de Dios que nos ilumine para que la celebración de este día de novena, en torno a la Madre, sea un verdadero encuentro y un momento de vivencia juntos. Detengámonos en oración pidiendo por nuestra familia común, donde nadie es extraño y ni extranjero”

Por último, Juan Pablo, párroco de San Juan de Ávila, proclamó el evangelio y explicó la Palabra de Dios.

El encuentro con la patrona finalizó con la bendición, el canto de la salve y el himno de nuestra madre Virgen de la Antigua. Damos gracias a todas las personas que, desde nuestras tres parroquias, nos habéis acompañado unidos en oración.