miércoles, 17 de septiembre de 2025

EL TRAMPOLIN

 

Domingo XXV Tiempo Ordinario

Hacer uso de los bienes materiales de este mundo de forma lícita y correcta, con habilidad y sagacidad… para mí no es sinónimo de actuar con servilismo a lo material, sino que es saber encontrar un “trampolín” en los bienes humanos para tomar impulso y saltar a bienes superiores y mayores.

En este sentido, vienen a mi memoria, y me sirve de ejemplo de lo anteriormente dicho, los medios de comunicación más actuales que pululan por la red de internet como WhatsApp, Twitter, Facebook, Instagram, TikTok, Páginas Web, Blogs… cierto que pueden esclavizarnos si hacemos un uso incorrecto de ellos, pero si tenemos la habilidad de utilizarlos buscando un bien superior, como puede ser la extensión del mensaje evangélico, seremos “hijos de la luz” que tienen decisión, inteligencia y habilidad para aprovechar lo mundano y humano pero con criterios de luz y no de oscuridad.

En este domingo 25 del tiempo ordinario (ciclo c) el texto del evangelio, que la liturgia presenta, me ayuda a comprender que no debo condenar como perversos y malignos los medios humanos y creados por el mundo, sino que puedo hacer uso responsable de ellos como el trampolín que sirve al gimnasta de resorte para impulsarse al realizar un salto de mayor altura.

El evangelio (Lucas 16, 1-13) nos presenta la parábola del administrador injusto. Lo primero que creo que asalta a nuestro pensamiento, tras la lectura de esta parábola, es la idea de que Jesús parece que alaba el proceder de un hombre deshonesto. Si fuera así, esta parábola no tendría sitio en el mensaje del evangelio, ya que nos invitaría a ser injustos o, como poco, a la malversación de fondos públicos o privados. Sería dar carta de libertad a chorizos y mangantes que se aprovechan del lugar que ocupan y de la posición en la que se encuentran para el beneficio y lucro personal.

Sin embargo, si en algo este administrador es ejemplo es en su sagacidad y habilidad… y esta es la enseñanza que podemos extraer para nuestra vida de fe: usar los bienes de esta tierra para ponerlos al servicio del Reino. Frente a los “hijos de este mundo”, nosotros, los seguidores del Maestro de Nazaret, (“hijos de la luz”) tenemos que obrar con decisión e inteligencia, para que, viviendo en medio del mundo, obremos con criterios nuevos y distintos a los que obraría el hombre mundano y oscuro. Nuestros criterios, totalmente opuestos, tienen que ser la generosidad y el desprendimiento.

La parábola continua (Lucas 19,13) con una serie de textos sobre el uso del dinero. Insiste en la misma idea anterior. Se nos pide saber usar los bienes temporales y terrenos para que, teniendo en cuenta las exigencias evangélicas, busquemos el verdadero bien, que, para nosotros, no es otro que la pertenencia al Reino o la salvación.

Se nos advierte que jugar al juego de servir a dos señores, a Dios y al dinero, no es posible en el seguidor de Jesús y discípulo. Ya que servir a Dios nos hace libres para entregarnos al prójimo, pero servir y tener por amo del corazón al dinero nos esclaviza y aplasta negándonos la posibilidad de cualquier entrega de generosidad. El dinero cuando se transforma en un ídolo impide el servicio autentico a Dios y al hermano.

Lo importante, lo decisivo y, en todo caso, lo indiscutible, que enseña este evangelio es el rechazo tajante a la acumulación de bienes y riquezas. La sentencia que pronuncia Jesús no admite dudas: “No podéis servir a Dios y al dinero” El ponernos al servicio del dinero destruye nuestra propia humanidad.

Reflexión: La meditación pausada de la primera lectura (Amos 8,4-7) puede ayudarte a centrar la enseñanza de este domingo. Ni se alaba, ni se bendice el proceder del administrador porque a los ojos de la justicia no tiene defensa alguna. Ya el profeta Amos condena la hipocresía piadosa, la codicia bajo el velo de la escrupulosa observancia de la ley, el fraude, el aumento de precios, la mala calidad de los productos, el aprovecharse de las deudas de los pobres… Y advierte a aquellos que “pisotean, al pobre y eliminan a los humildes del país” que el Señor «no olvidará jamás ninguna de sus acciones»

Desde esta Palabra de Dios, creo que debemos pensar sobre el uso que hacemos de los bienes creados. Somos “administradores” de estos bienes y no “propietarios”, y como tales administradores podemos ponerlos al servicio del Bien y ser “hijos de la luz” o ponerlos al servicio de nuestro propio ego y habremos entrado en la rueda de aquellos que condena el profeta Amos. El Señor alaba al administrador por su sagacidad, no por otra cosa.

La astucia para hacer el bien puede que sea el reto que Jesús te pida en este momento de tu historia personal. A lo largo del día vives miles de situaciones para extraer luz en medio de aparentes oscuridades. Ese es tu trampolín actual, por ello, no huyas de esas situaciones, sino, más bien, aporta inteligencia y habilidad.

martes, 16 de septiembre de 2025

TABLON DE ANUNCIOS PARROQUIALES

 

- Del lunes 22 al jueves 25 de septiembre: Inscripciones de catequesis. Despacho parroquial. (17,30 a 19,00 h)

- Viernes 26 septiembre: Reunión de catequistas (17,00 h)

- Domingo 28 septiembre: Celebración de 50 años de sacerdocio de José Ángel. Eucaristía (12,00 h) y convivencia (13,00 h)

- Lunes 29 septiembre: COMIENZA EL HORARIO DE INVIERNO.

- Viernes 3 octubre: Inicio de las catequesis niños-adolescentes (17,00 h)

- Viernes 3 octubre: Apertura del curso diocesano pastoral. Eucaristía presidida por el Sr. Obispo en la parroquia de Santa María (19,00 h)

- Domingo 5 octubre: Misa de Envío de agentes de pastoral. Parroquia Beata. Eucaristía: (12,00 h)

- Viernes 10 octubre: Inicio de Formación Bíblica. Salones de la Beata (19,30 h) Tema: continuamos con el estudio de la Pasión de Jesús.

viernes, 12 de septiembre de 2025

PLAZO DE INCRIPCION A CATEQUESIS EN LA BEATA

 

Con la vuelta a los trabajos y a la vida cotidiana, nuestra parroquia reemprende un nuevo curso pastoral, con ilusión y acogida, con la intención de llevar el evangelio de Jesús a todas las gentes.

Con este deseo se ha iniciado el plazo de inscripción a catequesis para niños y adolescentes. Todos aquellos padres/madres que deseen que sus hij@s participen en nuestra catequesis parroquial deberán inscribirlos en nuestra parroquia Beata María de Jesús, desde el lunes 22 al jueves 25 de septiembre (ambos incluidos) de 17,30 h a 19,00 h.

jueves, 11 de septiembre de 2025

CENTRO Y EJE

 

Exaltación de la Santa Cruz

Podemos definir como “centro y eje” a la idea fundamental de un raciocinio o al tema predominante en un escrito o discurso. Con otras palabras, en esta reflexión quiero hablar del núcleo, centro, base, esencia y fundamento de nuestra fe. En mi caso particular, cada día que pasa, creo en menos verdades absolutas. Me doy cuenta, al estilo de una cebolla, que mis pensamientos son capas que envuelven una sola idea fundamental. Desde esta idea predominante, a modo de eje y centro, parten y se sustentan otras. Pero reconozco que sin la idea o pensamiento eje las demás no tendrían mucha o ninguna aceptación en mí. En fin, no te extrañes ni te eches las manos a la cabeza, si te cruzas conmigo y te digo que sólo creo en una verdad. Puede que a ti te pase lo mismo

En esta fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz se nos ofrece el centro y el eje de la fe cristiana, de la buena noticia de la salvación. En tres breves trazos, sin grandes discursos, se nos describe el acontecimiento salvífico; un acontecimiento cuya iniciativa parte de Dios, que se realiza por medio del Hijo y que el ser humano puede rechazar o acoger mediante la fe en el Enviado. No existe mejor síntesis de la fe cristiana. Por ello, se consciente que te encuentras ante el mejor resumen de la teología de San Juan y posiblemente de la vida cristiana.

La primera lectura (Números 21,4-9) que puedes denominar “la serpiente del desierto”, nos relata cómo la serpiente de bronce, que Moisés hizo obedeciendo el mandato de Dios y puesta sobre un mástil, sirvió de salvación para todo israelita que, mordido por las serpientes en el desierto, la mirara. No es difícil hacer un símil con la cruz de Cristo. En esta ocasión alude a la muerte en cruz de Jesús y a su poder salvador y dador de vida.

Las mordidas, de las diferentes serpientes que pululan por el mundo, se sanan con la mirada puesta en Aquel que, con sus brazos extendidos, se eleva en la cruz.

El evangelio de hoy (Juan 3,13-17) corresponde al diálogo de Jesús con Nicodemo. Recuerda que Nicodemo es presentado en el evangelio como un representante del judaísmo docto (Jn 12,42) pero que no quiere que sean conocidas sus simpatías hacia Jesús. Por eso acude al Maestro de noche. Nicodemo es un fariseo principal (Jn 3,1) miembro del sanedrín, interesado por conocer las obras de Jesús y no tanto su persona. Nicodemo representa a aquellos cristianos, creyentes más o menos maduros, que silencian su fe porque manifestarse seguidor de Jesús perjudicaría su posición social o sus intereses. En este contexto es donde Jesús expresa el centro y el eje de la vida y fe cristiana: “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en Él, sino que tengan vida eterna”

Con frecuencia olvidamos que el amor de Dios es universal, que alcanza a la humanidad entera. Olvidamos que el propósito del amor de Dios es que el mundo tenga vida auténtica, que cada uno de los seres humanos tengamos vida verdadera. La prueba del amor de Dios es que Él toma la iniciativa en amarnos y que Él entregó a su Hijo para que no vivamos en la tiniebla sino en la luz de la salvación.

Por ello, cuando los cristianos adoramos la cruz no ensalzamos el sufrimiento, sino el amor de Dios y su cercanía que ha querido compartir nuestra vida haciéndose hombre y nuestra muerte muriendo en cruz. Salva el amor infinito de Dios que nos acoge como hijos. Quien desee ser fiel al crucificado no debe buscar con masoquismo el sufrimiento o el dolor, sino amar como Dios nos ama.

Por último, una esperanza debe alentar nuestros corazones: una vida “crucificada”, vivida con el mismo espíritu de amor, fraternidad y solidaridad con que vivió Jesús, sólo le espera resurrección. No nos podemos anclar en la cruz porque un Dios muerto no sirve para nada. Cristo ha vencido a la muerte.

Reflexión: Que triste es que los cristianos no sepamos descubrir que Dios es fuente de vida, cercano al mundo, que toma la iniciativa de amarnos, que ama sin condiciones, que anima y sostiene nuestra existencia. Mientras que no seamos capaces de descubrir un Dios así, sólo “sobreviviremos” pero no viviremos. Ser creyente es sentirse amado y llamado a vivir con plenitud, desde nuestra adhesión a Jesús, nuevas posibilidades, nuevas fuerzas y nuevos horizontes en nuestra historia cotidiana.

Amig@ te invito a saborear que Dios es amor y que no puede ser otra cosa. Sólo cuando saboreas, desde la fe, que Dios te ama comienzas a crecer en la confianza en Él y a entender con gozo las palabras del evangelio de hoy. Desde la libertad y sin imposiciones de nadie, es tiempo de sentarse consigo mismo y reconocer cuál es el eje y centro de tu vida de fe, para poder trazar tu camino con la seguridad de ser feliz y dichoso. Vas a tener que desojar las capas de la cebolla y descubrir tu principio, idea, verdad o pensamiento en el que gira tu discipulado. ¡El eje transversal que dirían los modernos!

viernes, 5 de septiembre de 2025

TRADUCIR LA PALABRA CRUZ

 

Domingo XXIII Tiempo Ordinario

Habrás oído en muchas ocasiones la expresión: “Debes aceptar y soportar la cruz de cada día” Esta expresión u otras similares están en el lenguaje cotidiano. Yo me niego a pensar que la invitación de Jesús sea tomar nuestra cruz como aceptación pasiva de los sufrimientos, adversidades de todo tipo y dificultades propias de la vida, infectada por el virus de la maldad. Reconozco que entre sufrimiento y cruz existe una relación fácilmente entendible que nos puede confundir, pero me resisto a pensar que cruz, en los labios de Jesús, sea una simple aceptación del dolor físico-psíquico y de sus daños a terceros. Cuando Jesús propone a sus discípulos, como premisa de su seguimiento el cargar con la cruz no me parece a mí que haga referencia exclusivamente a soportar estoicamente las contrariedades de la vida, sino más bien a vencer las dificultades que nos ofrece el camino de seguimiento del Maestro.

En este domingo 23 del tiempo ordinario (ciclo c) he descubierto, principalmente en el evangelio, que la CRUZ que somos invitados a cargar tiene más de renuncia que de dolencia, enfermedad o adversidad. Puedo traducir la palabra cruz como renuncia a todo aquello que me estorba en el seguimiento fiel del Señor. Por lo que al hablar de cruz la reconozco, por ejemplo, más en la comodidad que en la enfermedad, más en la mediocridad que en una contrariedad, más en mirarse al ombligo que en el dolor.

El anuncio de que el Reino está abierto a todos, plantea necesariamente el problema de las exigencias que deben cumplir los discípulos, los que marchan siguiendo las huellas del camino propuesto por Jesús. El seguimiento del Señor pide, en muchas ocasiones, desprendimiento, renuncia y despojarse… Por ello, los dichos que nos presenta el evangelio de hoy (Lucas 14, 25-33) nos quieren indicar que seguir al Maestro no puede ser una cuestión sujeta a un día marcado en rojo en el calendario o a unos momentos concretos o fruto del azar, sino que conlleva necesariamente una dedicación total y no parcial.

Una vez más, te invito a que no leas la Palabra de Dios en su literalidad porque te escandalizaría el tener que optar en esta vida entre el amor al evangelio y el amor a padres, hijos, espos@s, hermanos y familiares. No se te pide, ni a ti ni a nadie, romper lazos de cariño y de amistad con tus seres más cercanos, sino que más bien se busca que comprendas que nada puede haber en este mundo que obstaculice tu compromiso del seguimiento del Maestro. «Si alguno viene a mí y no pospone a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío»

Responder positivamente a la llamada no te abre un mundo de facilidades, donde todo va a ser un jardín de rosas, donde no va existir la dificultad ni las preocupaciones. Decir SI al estilo de vida que te propone Jesús y vivirlo en su integridad te exige el estar preparado, “cargar con la cruz” y “seguirle”. Por eso, se deben sopesar las dificultades y los costos del compromiso por el Reino (Lucas 14,26) como hace un constructor al iniciar la edificación de una torre o un rey antes de comenzar una batalla.

“Cargar con la cruz” nos habla de la radicalidad en el seguimiento de Jesús y de su evangelio, de un estilo de vivir lo cotidiano a la luz de las exigencias del Reino y de unas consecuencias que no son palabritas bonitas sino opciones de fe y de vida, siguiendo los pasos marcados por Jesús. Las dos parábolas (constructor y el rey) nos están invitando a sopesar, desde la prudencia, nuestras posibilidades de responder a las demandas del evangelio, pero teniendo siempre como horizonte la renuncia total como condición para ser discípulo. «Así pues, todo aquel de entre vosotros que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío».

Reflexión: La revolución de Jesús consiste en que aquel que quiera ser discípulo suyo debe “cargar con la cruz”. Se convierte, por lo tanto, en una necesidad para el discípulo saber traducir la palabra cruz en el aquí y en el ahora, en este momento concreto de su historia. En muchas ocasiones, cuando nos hemos referido a la cruz que debemos cargar sobre nuestros hombros, hemos querido expresar y/o entender aquellas adversidades que atentan contra nuestra salud. Con este sentido hemos reducido, sin mala intención, la cruz al sufrimiento físico, emocional y espiritual.

Sin embargo, la cruz que se nos propone en el texto evangélico, va íntimamente unida a la misión del discípulo. Y por ello, a aquellas dificultades, exigencias y desprendimientos que nos exige nuestro seguimiento de Jesús. Desde este punto de vista podemos reconocer nuestras cruces como discípulos en: vivir la pequeñez, la humildad y el servicio desinteresado para ser grandes, en ser el último para ser el primero, en vender todo lo que tienes para tener un tesoro y ser rico, en levantarte y ponerte en camino para superar el discipulado en la comodidad… 

Ahora, traduce tú la cruz a tu propia vida de seguimiento de la persona de Jesús.

martes, 2 de septiembre de 2025

PRESENCIA DE NUESTRA PARROQUIA EN LA NOVENA DE LA PATRONA.

 

El lunes 1 de septiembre, como estaba anunciado, nuestra parroquia Beata María de Jesús, unida a las parroquias de San Juan de Ávila y San Pascual Bailón, celebrábamos el tercer día de novena en honor de nuestra madre la Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Antigua.

A las 19,30 h comenzó la oración del rosario que fue dirigido por miembros de la parroquia de San Juan de Ávila. A continuación, se celebró la Eucaristía, presidida por Antonio, párroco de San Pascual Bailón, y preparada en la liturgia por fieles de esta comunidad. La predicación estuvo a cargo de Jose Ángel quien nos animó a seguir el ejemplo de María, madre de la esperanza. Os ofrezco un extracto de sus palabras:

“En medio de un mundo que tantas veces se ve golpeado por la incertidumbre, la desesperanza y el dolor, la figura de María se alza como una señal de esperanza segura y de consuelo. Ella no es una figura lejana ni idealizada, sino una mujer real, profundamente humana, que caminó por la fe, a menudo en medio del silencio y de la oscuridad”

Fue un día de comunión y fraternidad que se hizo posible gracias a la actitud de todos los presentes. Agradecemos a quienes han hecho posible este encuentro con María y a quienes han puesto sus dones al servicio del otro.

HOJA ALEGRIA. TIEMPO ORDINARIO (CICLO C)

HOJA ALEGRÍA. Nº 38. DOMINGO 25. TIEMPO ORDINARIO (CICLO C)


HOJA ALEGRÍA. Nº 37. EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ (CICLO C)


 HOJA ALEGRÍA. Nº 36. DOMINGO 23 TIEMPO ORDINARIO (CICLO C)

lunes, 1 de septiembre de 2025

LUNES 1 DE SEPTIEMBRE NUESTRA UDAP SE PRESENTA ANTE LA VIRGEN DE LA ANTIGUA

 

Hoy, tercer día de novena, lunes 1 de septiembre, las parroquias que formamos UDAP (San Pascual Bailón, San Juan de Ávila y Beata María de Jesús) nos presentamos ante nuestra Madre, la Virgen María, bajo la advocación de Ntra. Sra. de la Antigua. El tema que meditaremos, en este día de novena, será: María, Madre de la esperanza”

Se nos convoca, en la parroquia de Santa María (Concatedral) a las 19,30 h para la oración del rosario y a continuación la celebración de la Eucaristía. Es un día propicio para la oración comunitaria y para poner ante nuestra madre los gozos y esperanzas de nuestros corazones y del mundo.

Que nuestra presencia se convierta en signo de alegría y esperanza ante tantas fragilidades y sufrimientos que nos rodean.

“De ese modo ella cooperaba por nosotros en el cumplimiento de lo que había dicho su Hijo, anunciando que «debía sufrir mucho y ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar después de tres días» (Mc 8,31), y en el tormento de ese dolor ofrecido por amor se convertía en nuestra Madre, Madre de la esperanza”

sábado, 30 de agosto de 2025

ORACIÓN A LA VIRGEN DE LA ANTIGUA PARA LOS DÍAS DE NOVENA.

 

PEREGRINOS DE LA ESPERANZA. JUBILEO 2025

Padre que estás en el cielo,
la fe que nos has donado en
tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano,
y la llama de caridad
infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo,
despierten en nosotros la bienaventurada esperanza
en la venida de tu Reino, por la intercesión de Ntra. Sra. de la Antigua.

Tu gracia nos transforme
en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio

a ejemplo de la María
que fermenten la humanidad y el cosmos,
en espera confiada
de los cielos nuevos y de la tierra nueva,
cuando vencidas las fuerzas del mal,
se manifestará para siempre tu gloria.

La gracia del Jubileo
reavive en nosotros, Peregrinos de Esperanza,
el anhelo de los bienes celestiales
y derrame en el mundo entero
la alegría y la paz
de nuestro Redentor, el hijo de nuestra Madre la Virgen de la Antigua, que viene en nuestro auxilio, nos sostiene y nos invita a confiar y a seguir esperando.

A ti, Dios bendito eternamente,
sea la alabanza y la gloria por los siglos. Amén.

viernes, 29 de agosto de 2025

SENTADOS A LA MESA

 

Domingo XXII Tiempo Ordinario

El acto de comer en común en las culturas antiguas tenía una importancia que hoy, en buena medida, se ha perdido. La comida compartida era un acontecimiento de integración social, de manera que lo principal no eran los manjares del banquete en sí, sino la función integradora que ejercía esa comida. Sentarse a la misma mesa y compartir una comida era un acto donde se invitaba al otro, sin palabras, a sentirse igual en dignidad, semejante, sin categorías que diferencian y marcan distancias.

Desde aquí podemos comprender la importancia que tienen las comidas en los evangelios. Jesús se sienta en la misma mesa con toda clase de personas y cuida, con miles de detalles, cada comida que realiza para que se celebre con el objetivo de cumplir la función integradora. En las comidas presididas por el Maestro no hay privilegiados y no se tolera las pretensiones de importancia y honor de unos frente a otros. Las desigualdades de cualquier orden no tienen sitio cuando nos sentamos en la misma mesa con Jesús.

En este domingo 22 del tiempo ordinario (ciclo c) descubro que se opone radicalmente al sentido del banquete de una misma mesa compartida, la pretensión de creerse superior al otro. Por ello, resonará fuertemente en los textos la actitud de la HUMILDAD y la GENEROSIDAD frente al orgullo y la ocupación de puestos de honor para el que se cree superior e ilustre. Los que se sienten selectos y consideran a algunos como plebeyos hoy recibirán una medicina que no podrán olvidar… otra cosa es que hagan uso del “jarabe” que Jesús les proporciona.

Buena prueba de lo expresado lo podemos encontrar en la primera lectura(Eclesiástico 3,17-18.20.28-29) donde se afirma que la actitud de humildad es más positiva, incluso, que los actos de realizar favores frutos de la generosidad: “Actúa con humildad en tus quehaceres, y te querrán más que al hombre generoso”. Igualmente se pide que cuanta mayor dignidad humana y social poseas mayor necesidad tienes de ser humilde ante el Señor.

Resuena, al leer este texto del Eclesiástico, aquellas palabras de Jesús en las que agradece al Padre que las cosas importantes se las haya revelado a la gente sencilla, a los pequeños o humildes y no a los sabios y entendidos de este mundo. «Muchos son los altivos e ilustres, pero Él revela sus secretos a los mansos»

El marco de una comida en el evangelio(Lucas 14,1.7-14) sirve de pretexto para denunciar, por medio de dos parábolas, la actitud de los fariseos, a quienes les gustan los primeros puestos en los banquetes y las sinagogas. Actitud ya acusada y señalada por el Maestro en Lucas 11,43.

La llegada del reino pide al ser humano hacerse pequeño y vivir la humildad, ya que la verdadera grandeza no es la que te proporciona el mundo sino la que te ofrece la mirada de Dios. Los puestos de honor en el banquete del reino de los cielos no son otorgados por los títulos o aplausos de los hombres sino, más bien, por Dios. Y Él, que mira el corazón, al que vive la humildad le enaltece.

En una segunda parábola, frente al intercambio de favores, Jesús propone algo subversivo. Invitar a sentarse en la mesa contigo a aquellos que no te pueden devolver la invitación. Los ciegos y los lisiados, que tenían prohibida la entrada en el templo por considerar que lo profanaban, son los primeros que Jesús quiere que sean tus invitados.

Reflexión: No me digas que no son rompedores y poco o nada políticamente correctos los textos que la Iglesia te propone en el día de hoy. Precisamente en una sociedad teocrática, como la de Palestina en tiempos de Jesús, donde los enfermos y lisiados estaban excluidos, no sólo de la vida social sino también de la vida religiosa, Jesús proclama la necesidad de vivir la humildad y la generosidad con los excluidos frente al orgullo y al interés personal. La humildad pasa a ser uno de los valores del reino, al igual que la generosidad con los pobres, que debe tener como trasfondo el desinterés del que da a sabiendas que, muchas veces, no será correspondido.

El empeño de Jesús para el nuevo reino fue y es poner a los últimos en el sitio de los primeros y a quienes se creen los primeros colocarlos en el sitio de los últimos. Por ello, sentado junto al Maestro en la mesa de la Eucaristía siéntete último, pequeño, débil y frágil. Que tu humildad sea la actitud inicial que provoque en ti el ejercicio del servicio generoso para la comunidad.

Duele ver cómo, en ocasiones, en nuestras mesas compartidas de la Eucaristía, no hacemos sitio a la humildad. No nos gusta ocupar los últimos lugares del servicio, la generosidad o la disponibilidad… Optando por el ser vistos, el lucimiento personal. Estas lecturas nos centran en lo que es realmente importante, convirtiendo el espíritu del Banquete de Jesús en un prototipo de comportamiento de vida.