domingo, 30 de junio de 2024

NUESTRA RELACCION CON DIOS CIERRA EL CURSO PASTORAL EN BUENAFUENTE DEL SISTAL

 

El fin de semana del 28 al 30 de junio, el grupo de Nuestra Relación con Dios, que nos reunimos los sábados de forma quincenal en nuestra parroquia de la Beata, ha celebrado su fin de curso pastoral con un retiro en el monasterio de Buenafuente del Sistal.

Dirigido por Sonia, hemos profundizado en la confianza y presencia de Jesús en nuestra vida, nos hemos unido a la comunidad de religiosas de Buenafuente y hemos participado con ellas en los rezos y Eucaristías que allí se han celebrado.

Ha habido momentos de meditación guiada que nos han ayudado a profundizar más en nuestra relación con Dios, aquí y ahora, para llegar a ser uno con Él y en Él. Hemos compartido vivencias, paseos en los que hemos aprendido a ser y estar conscientes y momentos de convivencia.

Agradecemos, una vez más, la acogida de la familia que forma Buenafuente, así como su disponibilidad, amabilidad y servicio humilde que siempre nos dispensan.

jueves, 27 de junio de 2024

“IR… NO ES PA UNA TONTERIA”

 

 Domingo XIII  del Tiempo Ordinario

Aunque hay seres humanos de “todo cornaje y pelaje”, me imagino que no habrá ninguno que, ante una dolencia física, acuda al médico con ninguna esperanza de que sea curado. Pienso, que nos acercamos ante un profesional de la salud con la confianza y la fe necesaria para ser sanados, gracias a sus estudios y a su experiencia. Entre otras muchas cosas, sería del género absurdo sacar cita en el ambulatorio en el que estás inscrito y pensar que tu dolor no te lo va a curar, ni disminuir, ningún profesional. ¡Hijo… para ese viaje… ni te molestes!

La frase “si hay que ir se va, pero ir pa ná es tontería” se puede aplicar a muchos ordenes de la vida. Tras estas palabras se esconde una auténtica realidad que, a mi modo de pensar, tiene más que ver con tus convicciones que con tus intenciones. Si estás totalmente convencido de la inutilidad de una acción, no te escudes en nada y directamente no lo hagas. Pero si albergas una mínima esperanza lánzate a ver qué pasa. Puede que Merezca la pena.

En este domingo XIII del Tiempo Ordinario (Ciclo b) por medio de dos milagros, realizados por Jesús, se nos invita a vivir la fe del discipulado en medio de las dificultades del seguimiento del Maestro. Es una catequesis sobre las maravillas que el Señor puede realizar en el hombre y la mujer de hoy, gracias a la fe.

Una fe sencilla pero firme como la de aquella persona que toca a escondidas el manto del Señor, y una fe probada como la de Jairo que está en clara oposición a la falta de fe de los discípulos que, el domingo pasado, se nos mostraba en el lago, en una tempestad.

El evangelio (Marcos 5,21-43) sitúa a Jesús y a sus discípulos de vuelta de la tierra de los “gerasenos”, los cuales le rogaron e  invitaron cortésmente a que les dejara tranquilos y se marchara. No querían complicaciones y prefirieron su ausencia a su incomoda presencia. Por ello “Jesús atravesó de nuevo a la otra orilla” donde había caído ya la semilla de su palabra y se “le reunió mucha gente a su alrededor”

Contrasta con la actitud de los “gerasenos” la fe de Jairo“un jefe de la sinagoga” que al ver a Jesús se “echó a sus pies” y le rogaba que fuera a su casa e impusiera las manos sobre su niña, que estaba muy enferma, “para que se cure y viva”. E, igualmente, una mujer anónima que “padecía flujos de sangre desde hacía doce años” quien había oído hablar de Jesús y pensó que con “sólo tocarle el vestido, curaría”

Los dos milagros tienden hacia un mismo objetivo: por un lado revelar el poder de Jesús que sana, libera y salva. Y, por otro lado,  instruir a sus discípulos sobre el poder de la fe. Jesús es presentado, por el evangelista, como el único médico capaz de otorgar al ser humano su genuina dignidad, la paz y la Vida Verdadera.

La acción de Jesús queda refrendada por sus palabras: “Hija tu fe te ha curado, vete en paz y queda libre de tormento” y “No temas, ten fe y basta” Estas dos frase dichas a la mujer que tocó el manto y a Jairo (el padre de la niña enferma), ponen de manifiesto la importancia de la fe para experimentar la vida nueva que surge del Reino de Dios. La fe está en el centro de estos dos relatos. La fe en el poder de Jesús para devolver vida donde hay muerte, salud donde hay enfermedad. Es la fuerza de la fe en el Maestro la que realiza el maravilloso intercambio de que la mujer anónima, que tocó el manto de Jesús, se vaya en paz sanada y que la hija de Jairo, el jefe de la sinagoga, se ponga en pie, eche a andar y coma.

Reflexión: Se nos presentan dos modelos de vivir la fe en la dificultad. Tanto Jairo como la hemorroisa no tienen una vida fácil. La enfermedad grave de una hija, que fallece en el transcurso de la narración, y la enfermedad de la mujer que además es legalmente marginada por impura, según las leyes del Levítico 15,19-30… hacen de ambos, unas personas heridas en lo más profundo de su ser. Te invito a que te sitúes en el lugar de Jairo y de esta mujer, a que examines tu vida, tus heridas, tus dificultades… y desde aquí contemples tu actitud de discípulo, tu confianza y tu fe.

Estas ante dos modelos sencillos para ti y para quien desee acercarse a Jesús, sea cual sea la situación en la que se encuentre. Los caminos de la fe son diversos en unos y en otros, también lo es el grado de adhesión y la relación con Jesús. Pero la fe exige el encuentro y diálogo personal con aquel que sabemos que tiene el poder de curar, sanar y dar vida.

Aunque todos te digan: “Tu hija se ha muerto, ¿para qué molestar al Maestro?” Tú, déjate llevar por tu convicción y fe, aquella que te dice que Jesús es capaz de comunicar vida aunque te encuentres en situación de muerte. Si tú esperanza y fe está puesta en el Señor, no me seas José Mota, porque en este caso ir, no es pa una tontería, sino para obtener vida verdadera y salud del corazón.

martes, 25 de junio de 2024

CLAUSURADO EL SINODO DIOCESANO

 

El pasado domingo, 23 de junio, en la catedral de Sigüenza, nuestro obispo diocesano Julián Ruiz Martorell, acompañado del obispo emérito Atilano Rodríguez y de la comunidad diocesana compuesta por sacerdotes, religiosos y laicos, clausuró el sínodo diocesano que fue convocado el 2 de diciembre del 2018.

Don Julián nos invitó a todos los diocesanos a no tener miedo ante la nueva etapa que se abre para nuestra Iglesia. Nos animó a vivir en la confianza de que Jesús camina con nosotros y que estamos guiados por el Espíritu Santo.

Estamos llamados a sentir que no termina el sínodo diocesano sino que queda por delante la vida con la esperanza que será vida fecunda y abundante. Por ello, el camino a recorrer está marcado por poner en práctica, mediante planes pastorales,  todo lo que ha sido objeto del discernimiento del Pueblo de Dios a lo largo de estos años.

Si desean conocer más sobre la clausura del Sínodo Diocesano te invito a que pinches este enlace de la revista de Vida Nueva.

https://www.vidanuevadigital.com/2024/06/24/siguenza-guadalajara-clausura-su-sinodo-diocesano-decidida-a-seguir-el-ejemplo-del-papa-francisco/

lunes, 24 de junio de 2024

EL CORO DE NUESTRA PARROQUIA CELEBRA A LA MADRE DE DIOS EN CASASANA

 

Foto: Miembros del coro de la Beata con Diego

La localidad alcarreña de Casasana celebró, el pasado sábado 22 de junio,  la festividad de la Virgen María, bajo la advocación de nuestra Señora del Perpetuo Socorro.

Una celebración emotiva, presidida por Diego Gonzalo Moreno, oriundo de esta localidad y último sacerdote ordenado en nuestra diócesis, concretamente el 24 de mayo de este año. Diego estuvo acompañado por sus padres, familiares, vecinos y amigos. Concelebraron la Eucaristía los sacerdotes Lucas de la Villa, sus tíos-abuelos Eugenio y Ángel Gonzalo, y por el párroco de Casasana, Javier Lucía Gómez.

El coro de nuestra parroquia fue invitado a vivir esta festividad mariana. Con su canto y música ayudaron a la oración, al contacto con Dios presente y vivo en medio de esta comunidad y pueblo de Casasana, que celebraba su amor a María y su cercanía al nuevo sacerdote.

Tras la celebración de la Eucaristía hubo un momento de convivencia y de compartir saludos y felicitaciones.

Desde el coro de la parroquia de la Beata María de Jesús, agradecemos haber sido invitados a esta fiesta y el cariño recibido por parte de todos los que forman esta comunidad y pueblo.

viernes, 21 de junio de 2024

ARRIESGAR ES CRUZAR

 

 Domingo XII  del Tiempo Ordinario

Si tomas la decisión de levantarte de tu cómodo sillón y empezar a romper moldes, a atreverte a ser tú mismo, a actuar arriesgándote a no ser aplaudido por el mundo del conformismo, a apostar por una nueva vida, a tomar decisiones… es que has decidido cruzar a la otra orilla, mojarte pies y cabeza, si es necesario, para conseguir una vida más llena, plena, viva, rica...

En todos los órdenes de la vida, la actitud de cruzar a la otra orilla no es un camino de rosas. La dificultad, los peligros, las dudas, los miedos, el fracaso… forman parte del apostar y arriesgar por un cambio y crecimiento. No es posible una vida fácil si tú tienes la decisión firme de ser “otro” distinto del que eres. Ahora bien, cruzar a la otra orilla tiene un componente de aventura, sorpresa y vitalidad que no te lo puede ofrecer el mejor de los sillones del mercado.

El evangelio (Marcos 4, 35-40) de este domingo XII del Tiempo Ordinario (Ciclo b) comienza con una invitación de Jesús a arriesgar: «Al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: Vamos a la otra orilla.» Es decir, vamos al territorio pagano de la Decápolis, al lugar del dominio del mal según la mentalidad de aquella época, donde Jesús y su mensaje van a encontrar oposición, donde la difusión del evangelio del Reino no va a estar exento de obstáculos.

Pero como ya te habrás dado cuenta, por este y otros pasajes evangélicos, Jesús no es un tipo conformista, sino que la convicción propia que tiene sobre la Buena Noticia le hace “ir al límite”, arriesgarse a nuevos retos, a no quedarse en lo facilón y a mojarse en las situaciones más adversas. Por ello, este evangelio de hoy  comienza con toda una declaración de intenciones y pide que quien le sigue (discípulo) suban a la barca y crucen con Él.

Y el primer obstáculo de esta nueva travesía se presenta en forma de tempestad. Es una narración que muestra una experiencia vivida. La experiencia reflejada es, por un lado,  la de angustia, peligro y muerte ante unas olas enfurecidas y por otro la de temor mezclado con respeto, estupor y amor ante Jesús que consigue calmar la tempestad con voz de mando: «Se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago: «¡Silencio, cállate!» El viento cesó y vino una gran calma»

Pero, esta narración, es, ante todo, una perfecta catequesis que gira en torno a la FE. La fe del discípulo que le hace romper con la comodidad para seguir a Jesús como apuesta. La fe que no puede estar exigiendo continuamente actos prodigiosos, sino que ha de ser suficientemente madura como para infundir paz y serenidad incluso en los momentos en que Dios parece estar dormido, en silencio o permitiendo tempestades y oposiciones a la vida de entrega. La fe que sobrecoge al hombre ante la manifestación de lo divino y que hace preguntarte: «¿Quién es este?»

Las catequesis sobre el Reino que los discípulos reciben, descritas el domingo pasado, ahora son acompañadas por este “milagro de calmar la tempestad” donde se revela: la soberanía y el poder salvífico de Dios, además de la identidad divina de Jesús en cuanto realizador del mismo.

Reflexión: ¡Cuántas situaciones de angustia, de peligro vivimos! Incomprensión, crisis personal, familiar, o comunitaria, fracasos en muchas situaciones, también en la evangelización, enfriamiento del compromiso, escándalos, fuerzas incontrolables que te empujan al desequilibrio del corazón… A veces tenemos la sensación de estar perdidos, de ir a la deriva, de haber perdido el norte... Y, mientras “Jesús estaba a popa, dormido sobre un almohadón” No sé cómo era posible este sueño, cuando según el texto “las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua”

Algunos autores hablan del silencio pedagógico de Dios. A mí personalmente no me gusta esta expresión, ni tampoco aquella de que Dios escribe con renglones torcidos, ya que considero que Él es Amor y su corazón no deja de latir.  Pero sí encuentro la enseñanza de que la FE crece y madura cuando eres capaz de confiar en Dios, no sólo cuando lo sentimos a nuestro lado, sino en las situaciones de vida angustiosas en las que parece que no le importas ni a Él ni a nadie.

En tu camino de discípulo, si optas por subir a la barca y cruzar a la otra orilla, no lo hagas desde tus solas fuerzas, ya que eres frágil y ante la mínima dificultad caerás en el pesimismo. Tendrás que abrirte a la fe en Jesús, que es maestro en el difícil arte de saber vivir, en la tempestad y en la calma, con la certeza de quien está en las manos de Dios. Aprender a hacer esta experiencia de amor en Dios, no sólo te reduce las dificultades sino que aprendes a ser verdadero discípulo.

La tentación de volverte para atrás cuando sientes el agua de la vida golpeándote es normal. No eres un bicho raro porque te ocurra esto. Bienvenid@ al mundo de los humanos. Pero no cambies lo bello de cruzar a la otra orilla por lo fácil de estar apoltronado.

jueves, 20 de junio de 2024

DOMINGO 23 DE JUNIO: LA CLAUSURA DEL SÍNODO DIOCESANO EN LA CATEDRAL DE SIGÜENZA

 

La ceremonia de clausura del Sínodo Diocesano se celebrará el domingo 23 de junio, a las 19:00 horas, en la catedral basílica de Sigüenza. Será una Eucaristía solemne presidida por nuestro obispo diocesano, don Julián Ruiz Martorell, precisamente en el día en que se cumple medio año de su entrada en la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, a la que llegó el 23 de diciembre de 2023.

Junto al obispo se espera que concelebren un gran número de sacerdotes y que haya una alta asistencia de fieles, llegados de los cuatro puntos cardinales de nuestra diócesis. Se desea una participación similar a la que hubo en la ceremonia inaugural del Sínodo el 2 de diciembre de 2018. Para animar a la participación don Julián ha realizado dos cartas de invitación, una dirigida a los sacerdotes y otra al pueblo cristiano en general.

La convocatoria sinodal por don Atilano Rodríguez en 2018 ha recorrido, además de la fase previa de ambientación y de preparación de infraestructuras, entre 2018 y 2019, otras tres: la primera, en que se hizo la encuesta sinodal; la segunda y más larga, dedicada a los trabajos de los grupos sinodales en las parroquias, que empezó en 2020 y se vio interrumpida por la pandemia; y la última, realizada en 2024, que se ha dedicado a las cuatro sesiones de Asamblea Sinodal. Cabe añadir que queda pendiente la fase de aplicación de las conclusiones y propuestas sinodales.

Por último, recordar que en nuestra parroquia Beata María de Jesús, no habrá misa de la tarde a las 19,00 h, para así poder liberar a los sacerdotes y seglares y puedan acompañar a nuestro obispo en la ceremonia de clausura.

HORARIOS DE MISAS EN VERANO DE LA PARROQUIA BEATA MARIA DE JESUS


HORARIOS DE MISAS EN LA BEATA EN LOS MESES DE VERANO

Anunciamos los horarios de Misas en nuestra parroquia Beata María de Jesús, para el tiempo de verano. (meses julio, agosto y septiembre)

Este horario comenzará el lunes 1 de julio y finalizará el domingo 29 de septiembre (ambos incluidos)

-      - LUNES A VIERNES: 11,00 h

-      - SÁBADOS Y VISPERAS DE FIESTA: 20,00 h

-      - DOMINGOS Y FESTIVOS: 12,00 h

domingo, 16 de junio de 2024

CLAUSURA DEL SINODO DIOCESANO

La Secretaría del Sínodo anima a los fieles docesanos a participar en la ceremonia de clausura del Sínodo, que se celebrará el domingo 23, a las 19,0 h, en la catedral de Sigüenza. El propio obispo, don Julián Ruiz Matorell, ha escrito una exhortación en tal sentido, con el título “Sínodo Diocesano: ¡Vívelo!” animando a la participación en esta celebración.

Por este motivo y pretendiendo la participación de todos los laicos, sacerdotes y religiosos en la clausura del Sínodo NO habrá celebración de la Eucaristía en nuestra parroquia, en la tarde del domingo 23 de junio.

viernes, 14 de junio de 2024

NO ES CUESTIÓN DE ECHAR HORAS DE GYM

 

Domingo XI  del Tiempo Ordinario

Hoy, en este mundo en el que nos ha tocado vivir, casi todo nos está invitando a mirar nuestra existencia con los ojos del signo de la actividad y el rendimiento. Parece que, en la sociedad moderna, hay una convicción de que lo único verdaderamente importante, y que da sentido y plenitud a nuestra vida, es trabajar y sacar todo el rendimiento y utilidad a lo que realizamos. Es como si se nos gritara al oído constantemente “tanto haces, tanto vales”.

Este estilo de vida conlleva el peligro de ahogarnos en el activismo, supervalorando nuestro poder y obrar, hasta el punto de creernos imprescindibles, pues en el fondo pensamos que somos nosotros los que tenemos que hacer todo. Y cuando descubrimos nuestra propia incapacidad y quedamos aplastados por una tarea o un trabajo que nos desborda, nos quedamos hundidos en el mayor de los pesimismos.

Por ello amig@, la vida no se reduce a actividad y trabajo. Es un misterio más profundo. Está impregnada de gracia, regalo, don, gratuidad…

La Palabra de Dios en este domingo XI del Tiempo Ordinario (ciclo b) nos habla de no poner el sentido de nuestra vida en la actividad, en el trabajo, en el rendimiento… porque corremos el riesgo de sentirnos inútiles y fracasados en el momento en el que nuestros esfuerzos no se vean coronados por el éxito. Los caminos de Dios, que nos desvela la Palabra, son, en ocasiones, muy contrarios a los caminos de los humanos. Paradójicamente, se nos habla de un Reino que no es sólo y exclusivamente fruto del trabajo propio, sino resultado de la fuerza interior de la propia semilla del Reino; un Reino que nos habla de paciencia y esperanza, porque se resalta la pequeñez inicial frente al resultado de grandeza final.

El evangelio (Marcos 4, 26-34) nos ofrece, por medio de dos parábolas, un estilo de vida nuevo y una concepción nueva del Reino de Dios. Por un lado, la semilla que crece por sí sola, sin que el labrador le proporcione, con su trabajo, la fuerza para germinar y crecer, es una parábola que nos recuerda que en la semilla hay una firmeza interior y vital que no es fruto de nuestro esfuerzo (“… sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece; y la tierra, por sí sola, va produciendo el fruto)

Por otro lado, la parábola del grano de mostaza, hace recaer el acento en la grandeza de la acción de Dios que hace de lo pequeño y débil algo grandioso. (“Es como una semilla de mostaza que, cuando se siembra, es la más pequeña de las semillas; pero una vez sembrada, crece y se convierte en el mayor de los arbustos y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden anidar a su sombra”)

Estas dos parábolas no pretenden enseñarnos que el Reino de Dios vendrá en el futuro o que los fracasos de hoy se convertirán en triunfos de mañana. Tratan, más bien, de hacernos comprender el significado del tiempo presente; nos enseñan a tomarnos en serio las ocasiones que tenemos, aquí y ahora, por pequeñas y humildes que sean, para sentir la presencia de Dios en nuestra historia y en nuestro mundo.

Los discípulos de Jesús no podemos tener una visión superficial de los acontecimientos, porque esa superficialidad nos llevaría a la desesperanza. Creo que sólo el que comprende su vida desde la paciencia y esperanza podrá comprender los caminos de Dios, incluso en aquellos acontecimientos más oscuros y difíciles de su historia.

Reflexión: Ya he perdido la cuenta de las veces que os he repetido que el evangelio no fue escrito para los cristianos de hace 2.000 años, sino para los cristianos de todos los tiempos. Las dos parábolas, presentadas en la liturgia en este domingo, tienen fuerza y vigencia en las comunidades de fe actuales.

El Reino rompe nuestros esquemas, es don y no depende exclusivamente de nuestro trabajo y de nuestro esfuerzo. Tiene más de “dejar hacer y dejarse hacer” que de “tanto haces, tanto vales”. Tiene más de “gozo agradecido y de admiración”  que de “cálculos matemáticos”. Tiene más de “humildad y de sembrar pequeñas semillas” que de “grandezas y majestuosidades” Tiene más de “presente” que de “futuro”

Amig@s, el Reino de Dios es algo muy humilde y modesto en sus orígenes. Algo que puede pasar tan desapercibido como un grano de mostaza. Pero es algo que está llamado a crecer y fructificar de manera insospechada. Quizá necesitamos todos aprender de nuevo a valorar las cosas pequeñas, lo cotidiano, lo aparentemente insignificante, los gentos sencillos… Probablemente no estamos llamados a ser héroes ni mártires cada día, pero a todos se nos invita a vivir poniendo un poco de felicidad en cada rincón de nuestro pequeño mundo diario, nuestro “mini-mundo”

El Reino no crece porque eches horas  en el “gym” sino porque dejes a Dios trabajar en ti.

viernes, 7 de junio de 2024

QUE VIVAN LOS LOCOS

 

Domingo X del Tiempo Ordinario

Todos damos por supuesto que una persona está en su sano juicio cuando cumple con cordura el papel social que le toca desempeñar. Es decir, cuando hace lo que de ella se espera y actúa según la escala de valores y pautas de lo que denomina la sociedad como “ser normal”. Quien vive en otros esquemas y actúa de manera distinta, corre el serio riesgo de ser considerada, como poco, loca, o sospechosa… hasta el punto de provocar el rechazo.

No es fácil encontrarnos con personas que son puros versos libres, pero, al igual que las meigas “haberlas haylas”. Yo no sé qué opinas tú, pero para mí, son todo un regalo estas personas que son desequilibradas y excéntricas según los correctísimos parámetros de moda de la sociedad. En fin, que vivan los locos que saben crecer como personas, que tienen una gran libertad interior y que poseen una fuerza descomunal para sacudirse los imperativos sociales… aunque sean tachados de no estar en sus cabales o de poseídos por el mal.

La Palabra de Dios que la Iglesia nos ofrece en este domingo X del Tiempo Ordinario (ciclo b) nos presenta tres reacciones diferentes ante Jesús y su práctica de vivir desde la libertad. Por un lado, su familia (madre y hermanos) que, en un afán de proteccionismo e incomprensión, quieren retirar a Jesús de la predicación del Reino bajo el pretexto de haber perdido su sano juicio. Por otro lado, los letrados, (escribas, maestros de la Ley) que se sienten atacados, amenazados y desautorizados por las palabras y acciones del Maestro. Estos, con astucia, se desplazan desde Jerusalén, y emiten un diagnostico mucho más sofisticado que el de su familia, le acusan de endemoniado y agente de Belcebú, el príncipe de los demonios. Por último, están los que le siguen, que se han adherido al corazón del Maestro. En fin tres posiciones frente a una única persona: Jesús.

El evangelio (Marcos 3, 20-35) nos ofrece una respuesta a la pregunta de saber quién es el que está verdaderamente desequilibrado y poseído por el mal, y quien es el verdaderamente sano que sabe crecer como persona.

Frente a la familia de Jesús y a los expertos en la Ley, el Señor pone como sus íntimos a los que cumplen la voluntad de Dios. Estos tampoco entienden gran cosa, ni son personas de grandes virtudes, pero han dejado que Jesús les entrara muy adentro. Y, mejor o peor, le siguen. A éstos, que están sentados a su alrededor, Jesús los señala como madre y hermanos, porque cumplen la voluntad de Dios. «Éstos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre» El evangelista Marcos, como ya te he dicho en otras ocasiones, no sólo hace referencia a los discípulos del año 30, ni tampoco exclusivamente a los que formaban parte de su comunidad, a la que escribe, sino también a los que ahora seguimos al Maestro y a todos los cristianos que intentan seguirle.

Los que le siguen, aunque sea con grandes errores, van a ser los que intuyan algo del misterio del Reino. Se han adherido de corazón a Jesús. Los demás se mueven en la ceguera, en la incomprensión, en la satanización y en el rechazo.

Te puedes dar cuenta con este relato que la vida de Jesús no fue un camino de rosas. El conflicto y la descalificación que Jesús padeció una y otra vez de los jerarcas que hablaban legalmente en nombre de Dios, sumado a las incomprensiones de los propios de su familia, que emitieron sobre Él un juicio de locura, hace que entremos en el dolor y la tragedia del corazón de Jesús, así como en la dificultad del camino de la fe.

Reflexión: No es fácil ser uno mismo y mantener la propia libertad en medio de una sociedad enferma donde la mayoría se conforma con adaptarse, vivir bien, sentirse seguros y respetar el guion establecido por otros. Los creyentes olvidamos, con frecuencia, que la fe en Jesús puede darnos libertad interna y fuerza para salvarnos de tantas presiones e imperativos sociales que atrofian nuestro crecimiento como personas verdaderamente sanas y libres.

No sé si hay muchos cristianos que, como Jesús, merezcan el calificativo de “locos” y despierten preocupación en los bien-pensantes. Pero soy de los que creen que los cristianos somos, o deberíamos ser, una raza de locos, porque nos dejamos llevar por el Espíritu. Aceptar el Espíritu del Maestro para mí significa, necesariamente, estar fuera de sí, fuera de los cálculos absurdos, de los miedos paralizantes, de las diplomacias, de las hipocresías, de la quietud que se conforma con la mediocridad… Es la hora de sentirnos de la familia de Jesús y para ello debemos seguirle de forma incondicional, aunque nos tachen de locura, no transitoria, sino perenne.

Las denuncias, puestas en boca de locos, pasan por locuras y son fácilmente disculpadas o ignoradas... en el caso de Jesús no fue así, ni tampoco en el caso de don Quijote… Tú tampoco te salvas.

martes, 4 de junio de 2024

CANTIDAD APORTADA A LA CAMPAÑA DEL DIA DE LA CARIDAD.

 

El fin de semana de la festividad del Corpus Cristi, las colectas y donativos que se realizaron en nuestra parroquia, Beata María de Jesús, fueron íntegramente entregadas a Cáritas, con el fin de ayudar y aportar nuestro granito de arena en los diversos proyectos solidarios y caritativos que esta organización de la Iglesia Católica posee.

Lo aportado ha sido 900,50 euros. De los que 615,50 € fueron de las colectas en las celebraciones de la Eucaristía del fin de semana y 285,00 € fueron donativos.

Gracias, una vez más, por vuestra solidaridad y compromiso con los más necesitados. Sigamos creciendo y buscando la perfección de nuestra Iglesia por medio de la caridad.

domingo, 2 de junio de 2024

HOJAS ALEGRÍA TIEMPO ORDINARIO.

HOJA ALEGRIA Nº 39 DOMINGO XXV TIEMPO ORDINARIO CICLO B

HOJA ALEGRIA Nº 38 DOMINGO XXIV TIEMPO ORDINARIO CICLO B

HOJA ALEGRIA Nº 37 DOMINGO XXIII TIEMPO ORDINARIO CICLO B

HOJA ALEGRIA Nº 36 DOMINGO XXII TIEMPO ORDINARIO CICLO B

HOJA ALEGRIA Nº 35 DOMINGO XVII TIEMPO ORDINARIO CICLO B

HOJA ALEGRIA Nº 34 DOMINGO XVI TIEMPO ORDINARIO CICLO B

HOJA ALEGRIA Nº 33 DOMINGO XV TIEMPO ORDINARIO CICLO B

HOJA ALEGRIA Nº 32 DOMINGO XIV TIEMPO ORDINARIO CICLO B

HOJA ALEGRIA Nº 31 DOMINGO XIII TIEMPO ORDINARIO CICLO B

HOJA ALEGRIA Nº 30 DOMINGO XII TIEMPO ORDINARIO CICLO B





HOJA ALEGRIA Nº 29 DOMINGO XI TIEMPO ORDINARIO CICLO B

HOJA ALEGRIA Nº 28. DOMINGO X TIEMPO ORDINARIO CICLO B



CONCIERTO ORACION EN LA PARROQUIA DE LA BEATA

 

El pasado sábado, día 1 de junio, víspera de la festividad del Corpus Christi, en nuestra parroquia, Beata María de Jesús, se celebró una oración concierto ante el Señor real y presente en la Eucaristía.

Por medio de la música-letra de canciones escogidas y guiados con pequeños textos que centraban nuestra contemplación, se pretendió dar puntos de meditación a quienes quisieron estar presentes en este acto de plegaria comunitaria.

El Santísimo fue el centro de esta actividad que fue significado con luz, velas e incienso. Inma y Fran, directores del coro parroquial, fueron quienes pusieron música, letra y canción, con lo que nos ayudaron a profundizar y dejarnos mimar por la acción del Espíritu.

Con esta oración-concierto se pretendió meditar, no la desesperanza ante el mal que nos rodea que nos lleva a bajar los brazos y a no dar oportunidad a nuestro ser misionero, sino que, en dialogo con el Señor, saborear la fe que poseemos, que nos habla del poder del Bien y como estamos creados para “ser cristos” en el mundo.

Ante el reto de ser profetas nos surgen dudas y miedos… pero no caminamos solos, el Espíritu de Dios es nuestra fuerza en la debilidad. Esta confianza hace que nos abandonemos en las manos del Señor y aceptemos el plan de Dios en nuestras vidas.

Pero, el proyecto de Dios se concreta en la misión a la que somos llamados, que no es otra que ser discípulos, portadores de la buena noticia de la salvación. En este proyecto María, es modelo de evangelización y de vocación.

Esta actividad creo que nos ha ayudado a seguir viviendo la fe; una fe que nos invita a salir de nuestros egoísmos. Por ello, una vez más, gracias a todos los que habéis hecho posible este encuentro con Jesús Sacramentado.