DOMINGO 17 DE NOVIEMBRE: FIESTA DE LA BEATA MARÍA DE JESÚS

Foto: Imagen de la Beata en el presbiterio y sacerdotes celebrantes

En la mañana del domingo 17 de noviembre, a las 12,00 h, dio comienzo la festividad de nuestra patrona con la celebración de la Eucaristía que fue sencilla y participativa. Junto a los párrocos, estuvieron concelebrando Abilio, Ramiro, Alfonso y Pablo.

Fueron muchos las personas que quisieron participar de esta fiesta y, así, el templo lució con la gran presencia de fieles que se hicieron presentes.

Los cantos estuvieron a cargo del “Coro Parroquial”, que, una vez más, supo conectar con la celebración litúrgica que se vivía. 

No faltó la presencia de los fieles en las lecturas de moniciones, en la presentación de ofrendas, en la proclamación de la Palabra, en la realización de peticiones… 
Toda la celebración estuvo proyectada, por medio de un power point, en la pantalla, para la mejor participación de todos en cantos, respuesta al salmo y oraciones comunitarias.

Al término de la celebración, y antes de comenzar la procesión por las calles del barrio, se entregó el premio del concurso de fotografía que fue otorgado a Raquel Magro Ruiz por su fotografía titulada “Tras las huellas de la patrona, tras la ventana”. 
Igualmente se entregó un obsequio al profesor de Zumba, Norman, ya que ha colaborado desinteresadamente con la parroquia. 
Y, por último se premió la participación en las actividades realizadas, a lo largo de la semana, a Gloria quien se le invitó a compartir ese premio con sus padres y abuela que la han acompañado en su participación.

Inmediatamente seguido, comenzamos la procesión con la imagen de la Beata María de Jesús por las calles de nuestro barrio. 
En esta ocasión fue la banda de Jesús Nazareno, con sede en la parroquia de San Nicolás de Guadalajara, quienes aportaron música y color para acompañar a los fieles y a la imagen en su caminar.

Al llegar, de nuevo, al templo el coro cantó el himno a la Beata y, tras la bendición, se invitó, a quienes lo desearan, a compartir un pequeño ágape fraterno, en los salones parroquiales.

Así concluyó la jornada y la fiesta. Ahora comienza la misión de poner en práctica todo aquello que se ha vivido a lo largo de estos días. No se ha tenido otra pretensión, ni otra ilusión, que no sea ayudarnos, como comunidad y familia, a seguir el mensaje de Jesús en fidelidad.

Agradecemos de nuevo, y nunca nos cansaremos en hacerlo, a todas las personas que en estos días habéis aportado lo más grande, bueno y bello que poseéis, para la realización de esta fiesta, en donde el protagonismo esencial, único y principal es para el Maestro de Nazaret y su discípula Beata María de Jesús.