El pasado domingo, 26 de julio, dentro de la
festividad de los abuelos de Jesús, San Joaquín y Santa Ana, nuestra parroquia
de la Beata María de Jesús, celebró, unida a toda la Iglesia de España, una
jornada de oración por los difuntos y afectados de la pandemia COVID-19.
Fue una celebración sencilla, presidida por José
Ángel y Abilio, donde se ofreció la Eucaristía por todos los que fallecieron a
lo largo de los días de pandemia, así como por sus familias y los enfermos.
Hubo una mención especial, en esta jornada, para
los ancianos y abuelos, quienes celebraban el día de sus patronos y que sufrieron
de forma especial las consecuencias del virus.
Igualmente se dio las gracias por la labor de
solidaridad de tantas personas, que supieron poner corazón en esta situación
dolorosa.
Y desde esta opción solidaria y de caridad se pidió a toda la comunidad eclesial que siguiéramos ofreciéndonos
para aprender de nuestros mayores y construir una sociedad basada no en
principios económicos sino en aquellos valores y tesoros que poseemos y que
surgen de la bondad del corazón.
Guardando todas las medidas de seguridad y
cumpliendo con la distancia que se nos pide por medio de Sanidad, el coro
parroquial se hizo presente y acompañó esta emotiva celebración con sus voces y
guitarras, poniendo su granito de arena para ayudarnos en profundizar en la
oración y meditación.
Por último, esta jornada también tuvo como
objetivo pedir la luz necesaria, y el compromiso de la comunidad diocesana,
para llevar a cabo iniciativas solidarias eficaces, ante la crisis social y
económica provocada por la pandemia y el confinamiento.
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