lunes, 13 de septiembre de 2021

UNA LECCION DE LA VIDA

 

El semáforo se puso amarillo justo cuando él iba a cruzar en su automóvil y, como era de esperar, hizo lo correcto: se detuvo en la línea de paso para los peatones, a pesar de que podría haber rebasado la luz roja, acelerando a través de la intersección.

La mujer que estaba en el automóvil de atrás de él estaba furiosa. Le toco la bocina por un largo rato e hizo comentarios negativos e insultos en alta voz, ya que por culpa suya no pudo pasar. En medio de su enfado, oyó que alguien le tocaba el cristal del lado. Allá, parado junto a ella, estaba un policía mirándola muy seriamente. El oficial le ordenó salir de su coche con las manos arriba, y la llevo a la comisaría, le tomaron fotos, las huellas dactilares y la pusieron en una celda.

Después de un par de horas, un policía se acercó a la celda y abrió la puerta. La señora fue acompañada hasta el mostrador, donde el policía que la detuvo estaba esperando con sus efectos personales:

Señora, lamento mucho este error, le explicó el policía. Le mandé bajar del coche mientras usted se encontraba tocando la bocina fuertemente, queriendo pasarle por encima al automóvil del frente, maldiciendo, gritando improperios y diciendo palabras soeces. Mientras la observaba, me percaté que en su retrovisor cuelga un rosario, que su coche tiene una pegatina que dice ¿Qué haría Jesús en mi lugar?, además tiene otra pegatina que dice “sígueme el domingo a la Iglesia” y, finalmente, vi un crucifijo en el salpicadero y el emblema cristiano del pez en la bandeja del maletero. Como es de esperarse, supuse que el coche era robado.

Moraleja: Esta historia muestra la importancia de ser coherentes entre lo que creemos y lo que hacemos. Para ser cristiano no basta con ir a Misa los domingos o leer la Biblia de vez en cuando, porque el cristianismo es un estilo de vida: el estilo de vida de Jesús.

Así que la próxima vez que vayas en el coche, o de compras al supermercado, o te encuentres atendiendo algún cliente, recuerda que el mundo te está mirando y espera ver a Jesús en ti.

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