El pasado domingo día 17 de noviembre, nos
reunimos en torno a la celebración de la Eucaristía y bajo el patrocinio de la
Beata María de Jesús para celebrar, un año más, la festividad de nuestra
patrona.
En una celebración sencilla y emotiva fuimos
invitados a ser una comunidad viva y acogedora. Siguiendo el ejemplo de Jesús
con el apóstol Pedro y de Santa Teresa de Jesús con nuestra Beata, se nos propuso,
hoy, en el 2024, ser acogedores. Para ello se nos invitó a sentirnos llamados y
poner a Jesús en el centro de nuestras vidas y comunidad parroquial.
Acoger, no con palabras huecas, sino desde la convicción de que hacemos real el Mandamiento del Amor. Acoger especialmente a los hermanos y hermanas que sufren cualquier tipo de dolencia. Al ser familia de fe aquello que le ocurre a quien llama a nuestras puertas no puede tener una respuesta de indiferencia. Pero si quien llama es Jesús envuelto en el pobre, nuestra respuesta debe ser la acogida.
Al terminar la celebración de la Eucaristía y
tras el canto del himno a la Beata María de Jesús, se procesionó con su imagen
por las calles de nuestro barrio. Un nutrido grupo de feligreses acompañaron a
nuestra patrona bajo los sones musicales del “Grupo Manisseros”
Los actos festivos religiosos de este domingo
concluyeron con un pequeño ágape fraterno. En los salones parroquiales fuimos
invitados a compartir un momento de alegría.
Agradecemos a todas las personas que han hecho posible este día de convivencia fraterna. Y muchas gracias a todos los presentes por el día tan lleno de alegría que ofrecisteis.
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