jueves, 20 de febrero de 2025

A MEDIAS TINTAS

 

7º Domingo del Tiempo Ordinario

Estoy convencido que en más de una ocasión has pronunciado la expresión “a medias tintas” para referirte a aquello que se dice o hace de una manera vaga, ambigua y superficial, sin entrar en detalles o dejándolo inacabado. Frente a las medias tintas está la claridad. Parece que esta expresión proviene de la época en la que la escritura se realizaba con una pluma que debía ir mojándose en el tintero. Muchas eran las ocasiones en las que los escribanos utilizaban una tinta de mala calidad o diluida en otro líquido, como agua, para que le cundiese más. El problema radicaba que los documentos escritos con ese tipo de tinta, con el tiempo, tendían a ir borroneándose, dejando partes ilegibles y, por tanto, convirtiendo su lectura y comprensión en dificultosa.

En este domingo 7º del tiempo ordinario (ciclo c) se nos presenta la radicalidad del amor sin medias tintas. Puedes edulcorarlo con miel, azúcar o sacarina para mitigar algunos efectos que produce en ti el escuchar que el amor abarca a todos, también a los enemigos, que no es vengativo, que es gratuito-generoso, que no juzga y que se expresa en el perdón.

En el evangelio (Lucas 6,27-38) Jesús presenta su mensaje como novedad, es la propuesta de un nuevo camino al ya existente. El pueblo de Israel conocía el mandato del amor. Las Sagradas Escrituras proponían el amor a Dios con mente corazón y fuerzas e invitaban a la no-venganza, ni al rencor, sino al amor al prójimo (Dt 6,5; Lv 19,18) Pero este mandato estaba interpretado y condicionado por leyes y costumbres de la época, como la Ley del Talión (“ojo por ojo, diente por diente”) En este ambiente, Jesús propone el Reino de Dios como un camino nuevo donde la venganza no tiene lugar y sí el amor ilimitado y el perdón.

Los discípulos de Jesús debemos dejar a un lado la espiral de odio y violencia porque engendra destrucción, angustia y veneno. Para ello, debemos destacar, no por realizar lo fácil que no tiene mérito alguno, sino por: sed compasivos como vuestro Padre es compasivo”, sólo así podremos ser “Hijos del Altísimo”. Esta es, sin medias tintas, la novedad radical, pero no absurda, que nos presenta el Maestro a todos sus seguidores. Se fundamenta en el anhelo más íntimo del ser humano y en el actuar de Dios.

El evangelio nos ayuda a hacer creíble esta propuesta y para ello apela a tres pilares. 1.- Se recurre al sentido común profundo, a uno de los anhelos más hondos del ser humano y se nos indica que el amor no se limita a excluir el mal, sino que implica un compromiso operativo para hacer el bien al “otro” sin excepciones: “Tratad a los demás como queréis que ellos os traten” 2.- Se nos ofrece la imagen de Dios y su generosidad: “es bueno con los malvados y desagradecidos” 3.- Nada de lo que hacemos carece de sentido y se nos emplaza a la responsabilidad: “La medida que uséis, la usarán con vosotros”

Hacer cálculos humanos y establecer fronteras en el amor no está presente en la opción de Jesús. Más bien, al discípulo se nos pide imitar la bondad de Dios amando, incluso, al enemigo (“Amad a vuestros enemigos”) al que te odia(“Haced el bien a los que os odian”) te golpea (“Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra”) y te roba (Al que te quite la capa, déjale también la túnica” … “Al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames”)

Reflexión: La dificultad de vivir en plenitud y sin medias tintas el amor radica en la imitación de Dios, que no se fija en las apariencias, sino que su naturaleza es la misericordia-compasión para con todos, también para con aquellos que no le aman. “La misericordia es el nombre de Dios por excelencia, que manifiesta su naturaleza, no como un sentimiento ocasional, sino como fuerza presente en todo lo que Él realiza” (Papa Francisco. Mensaje 2022 Jornada del Enfermo) Pienso que, si pudiéramos robarle a Dios su amor misericordioso, dejaría de ser Dios, porque le habríamos despojado de su esencia y de su naturaleza.

Vivimos en una sociedad donde es difícil aprender a amar gratuitamente. Parece que todo se calcula, se mide y se pesa. Todo se compra o se vende, con el peligro y riesgo que conlleva el convertir nuestras relaciones humanas en puro intercambio de servicios. No es este el camino que anduvo Jesús, ni es esta la invitación que nos hace a sus discípulos.

“Amor sin medias tintas”. Es la propuesta que el Maestro te hace, te invita NO a la reciprocidad y SI a la generosidad y libertad de corazón. NO se te pide amar buscando ser correspondido, ya que esto sería amor con límites. Jesús expresa un amor sin compensaciones ni agradecimientos, un amor poniéndonos en la piel del “otro”, calzándonos sus zapatos… Por ello, no ames sólo a los que te aman, tú estás llamado a obras más importantes... ¿Te parece poco amar como Dios ama?

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