miércoles, 21 de julio de 2021

LA OCTAVILLA

 

Estoy convencido que en tus manos, en más de una ocasión, has tenido una octavilla, es decir una hoja que es la octava parte de un pliego de papel. Te lo han podido entregar en mano, de forma directa en la vía publica en un lugar de mucha afluencia de gente, o te lo has encontrado en el buzón de tu casa, o puesto en el parabrisas del coche… La octavilla es un documento que por su pequeño tamaño es rápido de leer, de recordar y de guardar. En la actualidad su uso es publicitario, pero originariamente, en el Renacimiento con la difusión de la imprenta, las octavillas tenían la misión de difundir ideas políticas o sociales.

Una octavilla para que sea efectiva, desde el punto de vista promocional, debe constar de un titular impactante que intrigue al lector y un argumentario muy concreto sobre la idea, el producto, la marca, el establecimiento... que se desea dar a conocer.

Con la moda de poner términos anglosajones a palabras que existen en español, a la octavilla se le llama flyers (traducido como “palabra volante”, pequeña pieza de papel en la que se anuncia un producto o un acontecimiento) Hoy en día, los estados de WhatsApp y otros medios, fruto de las nuevas tecnologías, realizan en algunas ocasiones la función de la octavilla o flyers.

Al coincidir este domingo con la festividad del Apóstol Santiago, las lecturas que se proclaman en la celebración, hacen referencia a diversos aspectos de la vida y de la acción apostólica de los primeros evangelizadores. Pretendo, con este artículo, darte a conocer algunas características, a modo de octavilla, que están presentes en el apóstol de ayer, de hoy y de siempre.

La primera lectura (Hechos 4,33; 5,12.27-33) nos muestra la actividad misionera y apostólica de los “Doce” y en el versículo final, nos habla del martirio de Santiago.

Si tuviéramos que hacer una octavilla de Apóstol, deberíamos resaltar que es un evangelizador con la principal característica de ser “testigo de la Resurrección de Jesús”. Deberíamos acentuar el valor, el optimismo y los efectos beneficiosos de la acción apostólica, continuación de la actividad salvadora de Jesús.

El evangelio (Mateo 20,20-28) nos ayuda a perfeccionar la octavilla que queremos lanzar. Encontramos la petición de un puesto de honor para los hermanos Santiago y Juan (Mt 20,20-23) y la reacción de “indignación” de los demás discípulos, que es la base para una nueva instrucción de Jesús al grupo (Mt 20,24-28) Les informa que lo importante en el Reino no es tener un puesto de honor, sino seguirle a Él en su camino de servicio y entrega. Se les invita a unirse a la pasión. Se exhorta a que no repitan los esquemas de poder y dominio de los que gobiernan el mundo. Y se les recuerda que, con la llegada del Reino, ha tenido lugar una profunda inversión de esquemas: el grande es el que sirve y el primero es el que se hace esclavo de todos. Se completaría la octavilla del apóstol con las palabras del Maestro en la que se pide poner la mirada fija en la cruz, porque allí es donde Jesús ha ejercido el auténtico servicio: la entrega de la propia vida.

Reflexión: Si con lo expuesto hasta el momento no eres capaz de saber qué significa celebrar la festividad de un apóstol, en este caso Santiago, te invito a que leas el texto de la segunda lectura (2 Corintios 4,7-15) porque te ayudará a comprender que la festividad que celebramos no es sólo una invitación a dar gracias a Dios por las personas que tuvieron un primer impulso misionero, sino que también es comprometernos a ser apóstoles, mensajeros y continuadores de la Buena Noticia con un nuevo ardor. Por ello Pablo nos dice que somos vasijas de barro que “llevamos un tesoro” y que “nuestra fuerza es de Dios y no proviene de nosotros”

La acción de Jesús como la de los apóstoles y como las de las primeras comunidades suscitó oposición, dificultad, contradicción y confrontación con las autoridades. Cuenta con estas dificultades en tu “ser apóstol” y en la difusión del evangelio. Sé consciente que la fidelidad a Jesús y al evangelio encuentra oponentes, pero no por ello bajes la intensidad en tu entrega. El Espíritu te acompaña y su fuerza no puede ser detenida ya que eres portador de vida.

Sería un buen ejercicio, en estos días, el que confeccionaras, a partir de esta Palabra de Dios, tu “octavilla sobre el ser apóstol” Sería todo un “puntazo” llegar a tu coche y encontrarte en el parabrisas este pequeño papel. Molaría que en la peatonal de tu ciudad, en el paseo marítimo de tu lugar de vacaciones, en la calle mayor de tu pueblo, en el buzón de tu casa o lanzado desde una furgoneta en marcha se te ofreciera una octavilla en la que pudieras leer y recordar que tú eres tan apóstol como aquellos Doce primeros, que tienes su misma misión y que cuentas con la misma fuerza del Espíritu.

Y si no te encuentras con la octavilla en tu parabrisas, ni en el buzón… tranquilo que para eso tienes las lecturas que se te ofrecen en mano en este domingo.

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