En nuestra parroquia,
en este 4º domingo de cuaresma, te ofrecemos, para tu reflexión, la actitud: CONFÍA. “Me puso barro en los ojos me lavé y veo”. Significamos esta actitud con el
emoticono de una cara sonriendo guiñando un ojo.
Se nos invita a
confiar en la grandeza del amor de Dios que supera cualquier expectativa
humana. Dios no se fija en apariencias, sino que mira lo más profundo de la
persona. Dios escudriña nuestro corazón, el cual queda iluminado por su
presencia. Jesús ilumina nuestras vidas.
En un mundo, muchas veces cegado por las tinieblas de la corrupción, del egoísmo, de lo inmediato, de la indiferencia… es necesario que CONFIEMOS y nos dejemos tocar e iluminar por Jesús para poder vivir desde la luz de la verdad, del amor, de la paz…
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