domingo, 17 de septiembre de 2023

LLAMANDO SAL A DIOS

 

Su padre le dijo: ¿cómo podemos saber de la presencia de Dios en todas partes?

El chico comenzó a recitar las Escrituras Sagradas, pero su padre le interrumpió. Esto es muy complicado. ¿No existe una forma más simple de su existencia?

No, que yo sepa. Replicó el joven.

Y cogiendo a su hijo, lo llevo a la cocina. Allí llenó una vasija con agua y mezcló un poco de sal. Después salieron a pasear.

Cuando volvieron, el padre pidió a su hijo: Trae la sal que coloque en la vasija.

Su hijo busco la sal, pero no la encontró, se había disuelto.

 - Entonces, el padre dijo: hijo, ¿ya no ves la sal?

- No, la sal se ha vuelto invisible.

- Prueba entonces un poco de agua de la superficie de la vasija. ¿Cómo está?

- Salada.

- Prueba un poco de agua del medio. ¿Cómo está?

- Tan salada como la de la superficie.

- Ahora prueba el agua del fondo, y dime qué gusto tiene.

Su hijo la probó y el gusto era el mismo.

- Has estudiado tantos años y no consigues explicar con simplicidad cómo Dios es invisible y está en todas partes.... Llamando “Sal a Dios."

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