Cada 25 de julio la
Iglesia celebra la fiesta de Santiago Apóstol, o Santiago, el Mayor, denominado
así para diferenciarlo de otro de los apóstoles de Cristo, ‘Santiago, el
Menor’. También es conocido como el “Hijo del trueno” apelativo que usó Jesús
con él y con su hermano Juan, en alusión al padre de ambos, Zebedeo.
Nació en Betsaida,
Galilea, hacia el año 5 a.C. Fue uno de los primeros convocados por Jesús,
quien se acercó a él mientras pescaba en el lago de Genesaret junto a Juan, su
hermano (Mc 1, 19).
De acuerdo a los
Evangelios, Santiago fue testigo, con Juan y Pedro, de algunos de los momentos
más intensos de la vida de Jesús, lo que evidencia su cercanía con el Hijo de
Dios. Algunos de esos momentos son, por ejemplo, la Transfiguración en el Monte
Tabor, la pesca milagrosa y la noche en la que Jesús permanece orando en
Getsemaní, en la víspera de su Pasión.
El apóstol Santiago
ocupa un lugar especial en la historia de la Iglesia primitiva, destacando por
su virtud, empuje evangelizador y carácter valeroso. Fue él quien llevó la
Palabra de Dios a tierras completamente alejadas de su Galilea natal.
El mundo hispánico estará siempre asociado, desde sus raíces, a Santiago. Varias son las ciudades de Hispanoamérica tienen su nombre, como Santiago de Chile, Santiago en República Dominicana, o Santiago de Cuba.
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