“Vigilad y estad atentos”…
Un mensaje que no se vive desde el miedo,
sino desde la esperanza y desde la certeza que esta actitud en la vida nos
ayudará a poner atención, no sólo a nuestro corazón, sino también al corazón
del mundo.
“Vigilad y estad atentos”…
Porque el hilo donde nos movemos es frágil y necesitamos entre todos fortalecer vínculos que hagan que este hilo nos ayude a tener la seguridad que no se romperá, porque Dios lo sostiene Y porque crecemos juntos en comunidad junto a Él.
“Vigilad y estad atentos”…
Porque la luz que aparece tenue en el horizonte nacerá de nuevo en el seno del mundo y necesitará un pesebre donde todos quepamos y donde juntos podamos recibir el mayor regalo jamás descrito en la historia de la humanidad.
Adviento de esperanza y de consuelo; de amor sin fronteras y de manos tendidas que curan las heridas y sanan los corazones. Adviento: tiempo de mirada de Dios-Amor hacia su Pueblo.
(P Juanma Arija, SdC)
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