miércoles, 31 de enero de 2024

AGENDA A REVENTAR

 

Domingo 5º Tiempo Ordinario

Si eres de esas personas que poseen alguna responsabilidad, o bien tienes una cita ineludible, o bien la memoria ya te juega malas pasadas… te aconsejo que uses una agenda, es decir, un libro, cuaderno o dispositivo electrónico en donde te apuntes, para no olvidarlo, aquello que has de hacer. Un método que no tiene fallo es colocar, en la pared del salón, un calendario, con números grandes, donde anotes, en cada uno de sus días, tus citas médicas u otras de máximo interés. No te fíes mucho de los “pósit” en la nevera que tienen gran riesgo de que se desprendan, vuelen y se posicionen debajo de uno de los armarios de la cocina.

Por cierto, por cierto… donde esté el vocablo almanaque que se quite la palabra calendario. Almanaque tiene sabor a antiguo, es más estilo “vintage”. Ahora bien, fuera como fuese, en calendario, agenda o almanaque… a la actividad de fijar anticipadamente las fechas de ciertas actividades a lo largo de un periodo, se le denomina “calendarizar”. ¿Cómo te quedas? ¡... cuajao!

En este quinto domingo del tiempo ordinario (ciclo b) como si fuera una agenda, se nos muestra el día a día de Jesús y se nos narra, condensada en una jornada, toda su actividad, donde no falta de nada. Encontraremos al Maestro entre amigos y también con gente del pueblo, atenderá a enfermos y tendrá tiempo para la oración, hay horas de trabajo y otras de descanso, tan pronto Él está sirviendo como dejándose servir, entra y sale, está en el pueblo, en casa de Pedro y en descampado… Si cogiera a Jesús alguien que yo me sé, le diría que necesita unas vacaciones para desconectar… Pero lo cierto y verdad es que este texto rezuma un olor de Buena Noticia que ha llegado al corazón del ser humano.

En el Evangelio (Marcos 1,29-39) continuamos en Cafarnaúm y es sábado, día de reposo y oración, y día en que la casuística farisea se había convertido en camisa de fuerza porque prohibía todo tipo de trabajo, incluida la curación. Pero para Jesús “dar vida” y poner en el centro de su acción a la persona es más importante que observar las formalidades vacías bajo pretextos religiosos.

Me gustaría que no parpadearas y te fijaras en los detalles que aparecen en la curación de la suegra de Pedro. Lo primero que hace el Maestro es: “se acercó, la cogió de la mano y la levantó”. Es un gesto humano y entrañable que refleja el estilo de Jesús. Seguidamente el texto nos dice: “Se le pasó la fiebre y (la suegra de Pedro) se puso a servirles”. No es un gesto intranscendente, tiene un hondo significado, ya que el servicio es tema clave en la llamada y seguimiento de Jesús. La suegra de Pedro se comporta como auténtica discípula, convierte su casa en lugar de servicio.

Muchos son los detalles que podríamos reflexionar en este día completo en Cafarnaúm. Me detengo en la retirada de Jesús a un lugar solitario y muy de madrugada para orar. Jesús se oculta, se desliga de todos y despliega un programa misionero creativo a partir de su oración y de su propia experiencia de Dios. Se retira en oración, rechaza la popularidad y se concentra en acercar la Buena Noticia a todos los que se encuentren en el camino de la vida.

Las palabras de Simón y sus compañeros «Todo el mundo te busca» las entiendo yo como una invitación a buscar el triunfo fácil, el aplauso de todo el pueblo y el acomodarse en el lugar donde ya tenía su fama bien ganada. La respuesta de Jesús «Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido.» aparte de descolocar a los discípulos, desprenden la intencionalidad del ministerio de Jesús y la universalidad de su misión. La llegada del Reino de Dios, que libera de todas las esclavitudes y que comenzó en la sinagoga de Cafarnaúm, en la casa de Pedro y con toda la gente (“la población entera se agolpaba a la puerta”), se extiende ahora a Galilea, a otras aldeas, lugares y personas. A todo el pueblo, porque la oración de Jesús, en aquel lugar solitario, le abre caminos nuevos para predicar con obras y palabras la cercanía del Reino.

Reflexión: No sé qué tendrás planificado, para el día de hoy, en tu agenda. Posiblemente haya variedad de encuentros, actividades, lugares, personas… Te invito a que huyas de los halagos triunfalistas en forma de palmaditas en la espalda y aplausos fáciles, que pongas tierra de por medio a la tentación de la comodidad y superes los posibles “egos” que te tienten.

Te animo a optar por la misión liberadora de Jesús y a que acerques el Reino a quienes, de una u otra forma, viven bajo el yugo esclavizante del mal, pero siempre con un programa que te lleve a “territorios nuevos”, a otras aldeas y a toda Galilea.

Amig@, en la oración, en ese apartarte a un descampado, vas a experimentar el amor de Dios y Él orientará tu vida de acuerdo a su proyecto. La entrega al proyecto de Dios en ti, no lo pegues en la nevera de la cocina, en un “pósit” de color fosforito, sino en el almanaque de números grandes, al lado de lo que verdaderamente te importa, buscas, necesitas y quieres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario