lunes, 29 de julio de 2024

“VERANO, TIEMPO DE ENCUENTRO”

 

Estos meses son propicios para el “encuentro”, para el intercambio de experiencias, para compartir la amistad y para hacer del tiempo vacacional un lugar de familia.

Este “tiempo de encuentro” es una oportunidad para ofertar nuestros valores, para hacer que la felicidad sea una realidad.

El cristiano tiene que poner sus dones al servicio del “otro”; aquello que nos caracteriza como hijos de Dios y hermanos debemos ofrecerlo. Podemos aprender y crecer del encuentro con nuestros hermanos. Sepamos escuchar y valorar a aquellos, que un verano más, se acercan a nuestras vidas.

Igualmente, durante este tiempo, nuestro lema podría ser: “al interior no se le puede dar vacaciones”; más bien al contrario, en vacaciones tenemos más tiempo para cultivar nuestro interior y para agrandar nuestras relaciones.

Nuestra  calidad en el seguimiento de Cristo y en el compromiso con el prójimo no puede decrecer en los tiempos de descanso, sino que ha de encontrar nuevas formas de expresión.

Nuestra fe no es fruto de la rutina de las estaciones del año en que vivimos, sino que es fruto de la adhesión incondicional a Jesús; y esta adhesión no entiende de calendarios, ni de fechas, ni de horarios... Optar por lo cómodo y por lo que menos compromete es ceder a la mediocridad. Optar por Cristo no puede estar sujeto al día que nos apetece, sino al amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario