El Papa Francisco, al terminar el Jubileo de
la Misericordia, animó a la Iglesia a poner la Sagrada Escritura más en
el centro de su vida. El domingo de la Palabra de Dios, surge como
una oportunidad, para que cada comunidad renueve su compromiso en
favor de la difusión, del conocimiento y la profundización de la Palabra.
El Papa, instituyó el tercer domingo del
tiempo ordinario como el Domingo de la Palabra de Dios. Es una
iniciativa pastoral con la que el Papa Francisco quiere hacer comprender lo
importante que es en la vida cotidiana de la Iglesia y de nuestras comunidades
la referencia a la Palabra de Dios, una Palabra no encerrada en un libro, sino
que permanece siempre viva y se hace signo concreto y tangible. Así los
creyentes “reaviven su
responsabilidad en el conocimiento de la Sagrada Escritura y la
mantengan viva mediante un trabajo permanente de comprensión y
transmisión, capaz de dar sentido a la vida en la Iglesia y ayudar en las
diversas necesidades”.
San Jerónimo, traductor de la Biblia,
tuvo un gran amor a la Palabra de Dios. Poniéndose a la escucha, encontró
en la Palabra el rostro de Dios y de los hermanos. Él mismo aseguraba, que
la Biblia es el instrumento “con
el que Dios habla a los fieles cada día” (Epístola CXXXIII. 13).
La Palabra de Dios representa el
comienzo de la historia de la Salvación que Él hace con nosotros e ilumina
nuestros pasos en la vida. La Palabra de Dios es sustento, firmeza en la
fe y alimento del alma.
En este año, como parte integrante del
Jubileo 2025, el “Domingo de la Palabra de Dios”, tendrá como lema: “Espero en tu Palabra” (Sal 119,74)
Con motivo de la celebración del Domingo de la Palabra de Dios, os recuerdo e invito a participar en el estudio de la Biblia que realizamos en nuestra parroquia los viernes a las 19,30 h. Este año estamos estudiando los relatos de la Pasión de Jesús.
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