viernes, 27 de marzo de 2020

CUENTO. EL MAESTRO Y LOS GLOBOS


Erase una vez...
Un día del mes de marzo, hace ya mucho tiempo, un viejo maestro de escuela llevó globos a su aula y regaló uno a cada alumno.
A cada niño le pidió que pusiera su nombre en el globo que les había regalado, los dejaran en el suelo y salieran de la clase.

Una vez afuera, les dijo: "Tenéis cinco minutos para que cada uno encuentre el globo que lleva su nombre" Los alumnos entraron corriendo a buscar cada uno el globo con su nombre escrito. Se atropellaban unos a otros. Los globos revoloteaban con tanto movimiento de los niños. Se terminaron los 5 minutos y ninguno había podido encontrar el globo que llevaba su nombre.

El maestro les dijo ahora: "Coged cualquier globo y entregárselo al dueño del nombre que lleva anotado".
En apenas un par de minutos todos los alumnos ya tenían el suyo en la mano.
Finalmente, dijo el maestro: "Chicos, los globos son como la felicidad. Nadie la va a encontrar buscando la suya solamente. En cambio, si cada uno se preocupa por la del otro, encuentra rápido la que le pertenece"

Moraleja. Nosotros también tenemos un globo con nuestro nombre escrito y ahora más que nunca, nos necesitamos unos a los otros. No es por ti, ni por mí. No es por los tuyos, ni es por los míos. Es porque ahora la felicidad, la serenidad, la esperanza, la salud... de todos, está en nuestras manos.

Cuida y cuídate.

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