El próximo
domingo, día 15 de noviembre, domingo XXXIII del Tiempo Ordinario se celebrará la Jornada
Mundial de los Pobres instituida por el Papa Francisco.
"Esta Jornada tiene como objetivo, en primer lugar, estimular a los creyentes para que reaccionen ante la cultura del descarte y del derroche, haciendo suya la cultura del encuentro. Al mismo tiempo, la invitación está dirigida a todos, independientemente de su confesión religiosa, para que se dispongan a compartir con los pobres a través de cualquier acción de solidaridad, como signo concreto de fraternidad."
En este año 2020 se celebra la IV jornada, bajo el lema: “Tiende tu mano al pobre”. El Papa escribe su mensaje de este año basado en la cita del Eclesiástico 7,32. Os ofrezco unas ideas de este mensaje:
“Tender la mano hace descubrir, en primer lugar, a quien lo hace, que dentro de nosotros existe la capacidad de realizar gestos que dan sentido a la vida. Tender la mano es un signo que recuerda la proximidad, la solidaridad, el amor. Frente a tender la mano esta la actitud de quienes tienen las manos en los bolsillos y no se dejan conmover por la pobreza, de la que a menudo son también cómplices. La indiferencia y el cinismo son su alimento diario.
Tiende la mano al pobre” es, por lo tanto, una invitación a la responsabilidad y un compromiso directo de todos aquellos que se sienten parte del mismo destino. Es una llamada a llevar las cargas de los más débiles con acciones concretas: «No evites a los que lloran» (Eclesiástico7,34). «No dejes de visitar al enfermo» (Eclesiástico 7,35)
La finalidad de cada una de nuestras acciones no puede ser otra que el amor. Este es el objetivo hacia el que nos dirigimos y nada debe distraernos de él. Este amor es compartir, es dedicación y servicio, pero comienza con el descubrimiento de que nosotros somos los primeros amados y movidos al amor.
Si queréis
leer el texto completo del mensaje del Papa con ocasión de esta jornada lo podéis
hacer en este enlace:
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