domingo, 7 de noviembre de 2021

EL AMOR VERDADERO E INCONDICIONAL

 

A menudo el Maestro hablaba a sus discípulos sobre el verdadero amor, el que no se impone ni exige, el que está libre de actitudes egocéntricas, posesión o apego. Pero como a nadie le es fácil siquiera comprender ese elevado tipo de amor que es más expansivo, altruista y libre; tampoco los alumnos terminaban de comprender qué era realmente ese Amor Incondicional, libre de ataduras y contaminaciones, que todo lo abarca y es desinteresado, basado en la benevolencia y la compasión, capaz de impregnar a todos les seres.

Ante la incapacidad de sus discípulos de entender sus enseñanzas, el Maestro les dijo: antes de venir a buscarme, pasad por una floristería y traed una rosa.

Así lo hicieron los discípulos y fueron a recoger al maestro tras adquirir la flor. Emprendieron todos una larga caminata, hasta llegar a una extensión desértica. Una vez allí el Maestro les pidió:

– Fijad la rosa por el tallo en la arena del desierto.

– Extrañados, los discípulos así lo hicieron. Entonces, el Maestro preguntó:

– Decidme, amados míos, ¿seguirá la rosa exhalando su aroma aunque nos retiremos y no haya nadie para olerlo?

– Claro que si, maestro – respondieron los discípulos al unísono.

– Otra pregunta: Aunque no haya nadie para contemplarla, ¿seguirá exhibiendo toda su hermosura?

-Por supuesto, maestro, seguirá haciéndolo

Y el Maestro dijo:

– Pues así es el verdadero amor. Se exhala aunque no haya nadie para recogerlo, incluso cuando nadie quiera recogerlo…

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