Foto: grupo de Beata-San Pascual en la ermita de Valbuena
El sábado 28 de mayo, un grupo de 20 personas
de las parroquias beata y San Pascual, participaron en la romería de Valbuena.
Estuvimos presentes en todos los actos que se celebraron en la ermita, bajo el
amparo de María, Nuestra Señora de Valbuena. El rezo del rosario precedió al
recibimiento de las cruces parroquiales de los pueblos y a la Eucaristía, que
tuvo un tono festivo por el reencuentro, después de dos años sin poder celebrar
la romería a causa del covid, y de oración principalmente por aquellas personas
que fallecieron a causa de la pandemia y por la paz tan necesaria en todos
nuestros corazones y en el mundo.
Tras la Eucaristía se participó en la comida campera, en momentos de charla, de convivencia… Un tiempo grato para saludar, conocernos y compartir más allá de los manjares. Nos despedimos de Valbuena a las 17,00 h con un acto mariano dentro de la ermita, donde se despidieron las cruces y se rezó la oración por la paz a María del Papa Francisco .
Por la tarde visitamos, guiados por Jesús y
su hijo, la parroquia de Jirueque donde se pudo contemplar “El Dorado”, un
mausoleo funerario de un olvidado personaje del siglo XV, del que la única
memoria que ha quedado es su enterramiento, y que supone toda una sorpresa y un
disfrute el poder contemplarlo.
Antes de emprender la vuelta a Guadalajara
hicimos un alto en el camino en Jadraque donde estuvimos, acompañados del
párroco Juan, quien nos mostró y explicó la iglesia parroquial de la que se
celebran los 150 años de su fundación, el Zurbarán “Cristo recogiendo las vestiduras después de la flagelación” fechado
en 1661, diversas piezas de orfebrería y la exposición de ropas litúrgicas
donde se encuentra una copia del cuadro de Zurbarán de “La inmaculada Niña”, la reproducción
a escala de la iglesia de Jadraque, obra del maquetista Jesús Díaz, el Cristo
de los milagros…
Tras un tiempo para dar una vuelta por el pueblo de Jadraque y/o tomar una copa volvíamos a Guadalajara, con una nueva experiencia de convivencia en la mochila.
Este viaje, para los que fuimos, cumplió todas las expectativas por lo que se realizó, que no fue otra que la convivencia y el encuentro.
Gracias a todos los presentes por haber hecho
posible este fin.
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