Emilio Vereda Cuevas, fue ordenado en
Sigüenza y celebró primera Misa en su parroquia de Santiago. El pasado domingo,
7 de mayo, quiso celebrar una Eucaristía en nuestra parroquia de la Beata María
de Jesús, donde él ha estado trabajando pastoralmente en este último año.
Esta Eucaristía de acción de gracias fue
alegre, festiva y sencilla. Fue una celebración muy participativa por todos los
que formamos esta comunidad: el coro parroquial, miembros de los distintos
grupos parroquiales (Formación Bíblica,
Sínodo, Consejo Pastoral, Caritas, Scouts, Catequesis, Enfermos…) y los
sacerdotes se encargaron de poner voz, palabra y sentimientos a todos los que
formamos esta comunidad.
Tras las lecturas de la Palabra de Dios,
Emilio nos dirigió la homilía, en la que quiso destacar la llamada que Dios nos
hace a seguirle en todas las circunstancias de nuestra vida, una llamada
sencilla a reconocerle como camino que conduce al Padre.
Con esta celebración hemos querido, por un lado agradecer a Dios el don de la vocación y, por otro, agradecer a Emilio el año que ha compartido con nosotros y todo lo que nos ha enseñado para crecer en el amor a Dios y en seguimiento de Jesús.
No podía faltar la mirada a nuestra madre, a quien Emilio tiene una devoción especial, por ello, la celebración de la Eucaristía concluyó, con un canto de oración a María, madre de Dios y madre nuestra, poniendo en manos de la Virgen el ministerio de Emilio y la persona de este nuevo sacerdote de nuestra Iglesia diocesana y universal.
Se realizó el gesto del besamanos, momento en el que cada uno de los presentes se pudo
acercar a Emilio para saludarle y felicitarle. La mañana terminó con un momento
de convivencia bajo una copita de vino y unas pastas y con la entrega de un
regalo por parte de todos los que formamos la parroquia de la beata María de
Jesús.
En este domingo de mayo todos quisimos
expresar un deseo: que también nosotros, como comunidad de fe y familia unida
en el amor, podamos decir, como reza el lema sacerdotal de Emilio: “Señor,
Tú lo sabes todo; tu sabes que te quiero”
Muchas gracias a todos los que habéis preparado este día y esta Eucaristía. A quienes habéis aportado vuestro granito de arena para que, quienes hemos celebrado junto a Emilio, hayamos pasado una mañana dominical alegre y festiva.
Gracias a las personas que limpias el templo, a quienes habéis preparado el altar y a quienes habéis cuidado cada detalle de este "evento"
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