Francisco, inspirado en el relato de los discípulos de Emaús, nos presenta el mensaje de la Jornada Mundial de las Misiones 2023. La trasformación de estos dos discípulos tiene como culmen el ponerse en camino.
El Papa nos invita a meditar tres aspectos que trazan el itinerario de los discípulos misioneros y así renovar nuestro amor por la evangelización en el mundo actual
1. Corazones que ardían «mientras […] nos explicaba las Escrituras». En la misión, la Palabra de Dios ilumina y trasforma el corazón.
Los corazones de los dos discípulos estaban tristes, sentían la cruz como un fracaso. El Señor toma la iniciativa de acercarse y de caminar a su lado. Los discípulos de Emaús escucharon a Jesús resucitado que les explicó las Escrituras “y los corazones de los discípulos se encendieron”. Y apunta el Papa la importancia de la afirmación de san Jerónimo: “Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo”,
2. Ojos que «se abrieron y lo reconocieron» al partir el pan. Jesús en la Eucaristía es el culmen y la fuente de la misión.
Las acciones realizadas por Jesús: tomar el pan, bendecirlo, partirlo y dárselo a ellos es un hecho, explica el Papa, que “da a entender una realidad esencial de nuestra fe: Cristo que parte el pan se convierte ahora en el Pan partido, compartido con los discípulos y por tanto consumido por ellos”.
De ahí que “cada discípulo misionero está llamado a ser, como Jesús y en Él, gracias a la acción del Espíritu Santo, aquel que parte el pan y aquel que es pan partido para el mundo”. Por eso, incluso “un simple partir el pan material con los hambrientos en el nombre de Cristo es ya un acto cristiano misionero. Con mayor razón, partir el Pan eucarístico, que es Cristo mismo, es la acción misionera por excelencia”.
3. Pies que se ponen en camino, con la alegría de anunciar a Cristo Resucitado. La eterna juventud de una Iglesia siempre en salida.
No es posible encontrar verdaderamente a Jesús resucitado sin sentirse impulsados por el deseo de comunicarlo a todos. Por lo tanto, el primer y principal recurso de la misión lo constituyen aquellos que han reconocido a Cristo resucitado, en las Escrituras y en la Eucaristía, que llevan su fuego en el corazón y su luz en la mirada. Ellos pueden testimoniar la vida que no muere más, incluso en las situaciones más difíciles y en los momentos más oscuros”.
Si deseas leer el texto completo del mensaje
del Papa para esta Jornada Mundial de Misiones, puedes pichar este enlace:
No hay comentarios:
Publicar un comentario