El domingo 8
de diciembre, se bendijo el “Belén parroquial 2024” bajo el lema “peregrinamos
a la luz verdadera”. Como en años anteriores, fue un acto muy sencillo, con el
que se pretendió resaltar el gran amor que Dios nos tiene enviándonos a su Hijo
para nuestra salvación. Deseamos que la contemplación de nuestro Belén
parroquial ayude a quienes lo visiten y conozcan, a crecer en la fe del
Misterio del Dios Niño. A reconocer a Jesús como la Luz que brilla en la
tiniebla.
Junto a la
representación plástica del Belén se ha dado a conocer el audiovisual que lo
acompaña. En este año, guiados de la mano del prólogo del evangelista San Juan
(Jn 1.1-18), se quiere reconocer a Jesús como la Luz Verdadera que alumbra a
todo hombre. Para ello, se presentan las imágenes que acompañan al texto,
extraídas del propio Belén Parroquial y que dan significación a lo que se ha
querido transmitir.
Tras la oración de bendición se repartió polvorones y moscatel a todos los presentes en la puerta de la parroquia. Y quienes desearon pudieron acercarse a contemplar la obra realizada y a valorar todos los detalles que contiene.
Damos gracias a Inma, Mateo y Juan que han invertido tiempo, esfuerzo e ilusión en esta representación artística del nacimiento de Jesús. Gracias a su disponibilidad y entrega, cada año nos hacen vivir el misterio de Belén con gran profundidad.
Os
presento la oración de bendición que se ha realizado y con la que podéis
también vosotros bendecir vuestros belenes de casa.
Señor Dios, Padre nuestro, que
tanto amaste al mundo que nos entregaste a tu Hijo único, nacido de María
Virgen, para salvarnos y llevarnos de nuevo a ti, dígnate bendecir ✠ este nacimiento y a la
comunidad cristiana que está aquí presente, para que las imágenes de este Belén
parroquial (de casa) ayuden a profundizar en la fe a los adultos y a los niños,
contribuyan a celebrar la Navidad con alegría y sirva para ver a Jesús presente
en todos los que necesitan nuestro amor, especialmente en los pobres y
necesitados. Te lo pedimos en el nombre de Jesús, tu Hijo amado, que vive
y reina por los siglos de los siglos.
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